Capitulo 4: Confesiones

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Comienza un nuevo día y junto a mis hermanas Aratani y kim nos encontramos rumbo a la Ciudad del Norte en busca de los abuelos consanguíneos de Aratani. Pese a no ser yo quién creo éste mundo no puedo dejar de maravillarme con la belleza del mismo, sus entornos son un oasis de hermosura, los animales conviven en paz y armonía con los humanos y no existe la contaminación más allá de la escasa cantidad de humo generada por las viviendas rústicas de los pobladores de las ciudades y aldéas. Mi expresión en ese momento fue de gran asombro, lo que provoca que Aratani me observe con intriga. Con algo de duda y una sonrrisa ladina en su rostro me pregunta.      

- ¿Qué te sorprende tanto Nikk?, Te he visto así siempre que caminamos por senderos u bosques, pero no logro entender a qué va tanta atención en ello.     

Salí de mis pensamientos de golpe y le respondí un poco sonrrojado ya que me había tomado por sorpresa.         

- No es nada, solo me gusta apreciar lo deslumbrante de la naturaleza.          

Ella se quedó en silencio por unos segundos dado que no se esperaba esa respuesta y al cabo de un breve lapso soltó una leve carcajada y comentó.   

- Eres alguien muy interesante Nikk.                                                                                                                                     

Hizo una pequeña pausa mientras levantaba el rostro en dirección al brillante cielo azul que los cubría y finalmente volvió su atención nuevamente a mi.        

- Sinceramente nunca había conocido a alguien como tú, te preocupas mucho de las otras personas y además eres un amante de la naturaleza, tan así que siempre que te veo meditar luego de los entrenamientos parecieras estar sumergido en ella en una especie de vínculo.     

 Kim asintió con la cabeza dando a entender que también estaba de acuerdo con lo mencionado por Aratani. Después de ver sus rostros y darme cuenta de que ambas esperaban que les contara más sobre mi, me cuestioné si hablarles sobre mi verdadero pasado ya que no sabía como se lo tomarían y quizás podrían abandonarme y otra vez sumirme en la soledad. Me quedé callado por unos segundos y ellas un poco descolocadas por el silencio decidieron parar su camino y preguntar al mismo tiempo.       

- ¿Ocurre algo?    

No sabía que responder por el gran miedo a lo que podría suceder, estaba tan inseguro de si hacerlo o no, pero un pequeño rayo de sol impacto en mi rostro sacándome de mis pensamientos y pude ver los rostros preocupados de mis compañeras y como los pequeños rayos de sol que atravesaban los arboles iluminaban sus rostros. En ese momento me di cuenta de algo, ellas son mi familia y no podía mentirles así como así sin sentirme culpable, por lo que me arme de valor y les dije.  

 - Siganme chicas, salgamos del camino y vayamos a un lugar tranquilo. Tengo una historia que contarles. Ellas algo extrañadas y aún más preocupadas me siguieron hasta llegar a las orillas de un río que se encontraba a unos cuantos metros del camino por el cual caminábamos donde procedí a contarles mi historia.         

- Verán chicas, la cosa es... Que yo no soy de este mundo. Ustedes se preguntaran el como es eso posible y no se preocupen les contaré todos los detalles...   

Pasaron unas horas y ya había terminado de explicarles quien era en mi otra vida, mis problemas con mi antigua familia, mi muerte y mi resurrección en este mundo gracias a un supuesto dios. Hubo un silencio durante unos minutos donde se podía ver claramente como ambas chicas procesaban los que les acababa de confesar, así que decidí romper el silencio diciendo.     

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2019 ⏰

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