Eran las siete de la mañana cuando Paula se levantó de puntillas para no despertar a su esposo Javier, se metió en la ducha y dejo que el agua tibia la despertase, luego de quince minutos cerro el agua y secándose con cuidado se vistió y se maquillo en el espejo aún empañado. Bajo la escalera, tomo un café amargo en la cocina y abrió la puerta de entrada dirigiéndose a la cochera. Subió al auto y encontró una nota pegada al parabrisas que en letras rojas decía: ¡este día morirás perra! .En un arranque de histeria, subió las escaleras y despertó a su esposo.
-Despertáte por favor, mirá lo que me dejaron en el auto.
-Qué te pasa, respondió Javier aún somnoliento.
-La nota, mirá la nota la puta madre.
Javier ya despierto leyó el papel con una mezcla de angustia y desesperación, bajo hacia la cochera y observo el auto, era un volvo modelo dos mil dieciséis, todo estaba en su lugar, ni siquiera un rayón.
Se fijó en la entrada estaba todo cerrado, no había ningún indicio de violación a la propiedad, en definitiva solo estaba esa macabra nota.
Javier llamo a la policía y describió con detalle lo ocurrido, el agente de turno de la comisaria tomó nota y requiriéndole la dirección de la casa le dijo que le mandaría una patrulla pero le aclaro que si no había ningún indicio de violación a la morada, no podría hacer mucho. Le pregunto si tenían él o su esposa algún tipo de enemigos a lo que dijo que no.
-Quédense tranquilos y esperen a la patrulla. Unos veinte minutos después llego el móvil.
-Buen día soy el sargento Montes, dijo el policía al verlos esperándolo en el portón, Cuénteme lo que ocurrió y a qué hora sucedió.
Me levante a la mañana como siempre y después de desayunar Salí de la casa hacia la cochera y encontré esta nota en el parabrisas del auto.
El sargento la leyó y luego de haber verificado la ausencia de violencia en el automóvil, la entrada de la casa y la cochera sentencio:
-Miren esto es bastante extraño, alguna persona tiene copia de la llave.
-No que recordemos, dijo Javier y lo confirmo su esposa
-Bueno no nos queda otra que esperar.
-Esperar, usted está loco, dijo Paula en un ataque de ira contenida.
-No tenemos nada en que trabajar, recorreremos el barrio en busca de algo anormal, es todo lo que puedo prometerles hasta ahora, dijo el oficial y sin más preámbulos se subió a la patrulla y se fue.
-Mira, lo mejor que podes hacer es ir a trabajar Paula, le dijo Javier no podemos hacer nada más que esperar. Yo por mi parte iré a comprar unas cámaras de video junto con un DVR para filmar y grabar la entrada principal y la cochera de la casa.
-Quizás sea lo mejor, dijo Paula dándole un beso distraído en la comisura de los labios.
Paula trabajaba para una empresa de autopartes, se desempeñaba como ingeniera realizaba su trabajo en el primer piso de la empresa, trabajaba ocho horas con un descanso de cuarenta y cinco minutos minutos para el almuerzo.
El trabajo no estaba mal y la paga si bien no se convertía en un gran cheque a fin de mes le permitía darse sus gustos, pero todo eso estaba a punto de cambiar. Una rueda en llanta le hizo estacionar al costado de la circunvalación y un auto que la seguía desde su casa estaciono un poco más adelante.
-¿la ayudo? , Intervino el desconocido del auto, no es un lugar para estar mucho tiempo detenido.
-Si gracias contesto Paula, parece que se pinchó la rueda derecha delantera. Es raro porque las cubiertas son nuevas seguramente debe haber sido algún clavo.
YOU ARE READING
EL MISTERIO DE LA ESTATUA
Misteri / ThrillerEran las siete de la mañana cuando Paula se levantó de puntillas para no despertar a su esposo Javier, se metió en la ducha y dejo que el agua tibia la despertase; tendría un día agitado en la oficina. Lo que nunca supuso es que un extraño en la rut...