La Luz en mi Oscuridad (SIN EDITAR)

cap 10:Club de eminencias

Narra Hermione

La biblioteca siempre fue mi lugar favorito en Hogwarts, me encanta leer aquí y también me sirve para meditar un poco.

La verdad es que estoy confundida por los sucesos de ayer.

Cuando estuve tan cerca de Riddle por un momento parecía que solo éramos el y yo.

Mis pensamientos se ven interrumpidos por el profesor Slughorn.

— Señorita Méndez, que bueno que la encuentro, la quería invitar a mi club de eminencias hoy a las 9 pm. Solo los mejores de la clase asisten, por eso quería confirmar su asistencia— explico

Recuerdo perfectamente ese club ya que asistí en mi sexto curso.

— Claro que sí profesor,bsería un honor— respondí amable

— Perfecto, puede traer un acompañante— dijo antes de irse.

Claro un acompañante....

¿¡Pero!? ¿a quién se lo puedo pedir?

Rápidamente salgo de la biblioteca buscando a quién tengo en mente.

Lo busco con la mirada, cuando finalmente lo encontré me acerco a el

— Fleamont, ¿Podrías venir conmigo al club de eminencias?

A este se le ilumina el rostro

— Claro Mione, sería la primera vez que asistiría— explico

— Entonces nos vemos afuera de la sala común de Slytherin a las 8:30 pm— dije antes de irme

Tengo que ver que usaré para esta noche.

(" ')

Horas después...

— Listo, Hermione puedes ver...— dijo Druella

Me doy vuelta y me miró al espejo, me quedo sin palabras al verme



Por segunda vez en mucho tiempo me siento bonita.

— Estoy...

— Muy hermosa — completo Druella— dejaras a todos babeando

Riendo por el comentario de Druella le pregunté a Eileen.

— ¿Tu irás Eileen?

La pelinegra que estaba en mi cama leyendo respondió.

— No, lo único que hace en todo la velada Slughorn es presumir cuan inteligentes son sus alumnos.

Me pareció que describió perfectamente al club de eminencias.

Luego de que Druella me recordara que iba a llegar tarde. Salí de la habitación a mi encuentro con Fleamont

El Gryffindor me estaba esperando de espaldas, cuando se giró sonrio.

— Estás muy linda Mione...— halago el castaño

— Gracias, tu también estás guapo— dije tomando su brazo para irnos a la reunión.

Cuando llegamos abrimos las puertas y todos se nos quedan viendo.

Tom me mira como embobado pero recupera la compostura y aprieta la mandíbula al ver a Fleamont..

Finalmente el profesor Slughorn nos recibe

— Me alegro que pudieran venir señorita Méndez y señor Potter.

Nos sentamos y como si fuera cosa del destino, no me queda de otra que sentarme al lado de Tom.

Noto como el pelinegro me mira por el rabillo de ojo.

Sirven la comida mientras hablamos.

— ¿Que cursarán cuando terminen Hogwarts?— Preguntó Slughorn.

Fleamont respondió

— Al igual que mi padre, quiero ser auror.

— Muy bien Potter. ¿Y usted señor Riddle?— Preguntó el profesor.

— No estoy seguro de que curzare, pero será muy grande— contestó el Slytherin.

«Vaya que será muy grande Riddle....pero no lo correcto»

— De eso estoy seguro Tom— dijo orgulloso Slughorn.

Y así sigue preguntando, pero a mí ni a ninguna mujer le pregunto.

Carraspeo para llamar su atención .

— ¿Por qué nadie me ha preguntado?— dije

— Porque las mujeres no trabajamos — respondió obvio Walburga.

— No estoy de acuerdo con que las mujeres estemos de florero. Yo quiero trabajar en el Ministerio de Magia, pero en especial me quiero enfocar en los derechos de los elfos domésticos, es decir que ya no sean esclavos, que sean libres— dije con firmeza.

Todos me miraban como diciendo “estás loca”

— Pero los elfos están para servirnos...— dijo Orión Black

— No por ello tienen que ser maltratados o ser tratados como basura, cuando son unas de las mejores criaturas mágicas — respondí.

— Creo que si te lo propones, puedes lograrlo...— aseguró Slughorn.

Agradezco y la reunión pasa entre conversaciones y risas.

Finalmente cuando la reunión termina nos despedimos y nos vamos.

Exepto Riddle quien veo que se queda observando un reloj de arena.

Sospechoso...

Quito esa idea de mi cabeza y vuelvo por donde vine con Fleamont.

— Así que quieres ser auror— dije

— Si ya que mi padre es auror me interesa la profesión, aunque mi padre no ha estado tan bien en el trabajo porque mi madre está delicada de salud— suspira—, ojalá se pudiera vivir para siempre.

— Espero que tú madre se mejore — dije sincera

Pronto las palabras de Fleamont resuenan en mi mente.

"Vivir para siempre".

Espera un segundo....

¡HORROCRUX!

¿¡Como lo pude olvidar!? Con razón Tom se quedo con Slughorn.

A pesar de los gritos de Fleamont, comienzo a correr tanto como mis tacones lo permiten.

«Maldita sea» exclamé  cuando me doblo el tobillo y mi zapato se rompe, me lo quito y comienzo a correr nuevamente.

Solo espero no llegar demasiado tarde....

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