Día 12

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Afortunadamente, Joon Hee, la hermana mayor de Jun Pyo regresó. Ella llegó a poner en orden en nuestras vidas. Nos sugirió hacer una serie de competiciones. Con esto decidiríamos de una manera justa si nos expulsarían de la escuela a Jan Di y a mi o no.

Las semanas pasaron y Samantha y yo ya no nos volvimos a hablar. Me evadía constantemente en la escuela y en la calle ya no nos encontramos más. Presumo que ella cambió sus horarios para no toparse nuevamente conmigo. Eso me lastimaba, porque sentía que la extrañaba y la necesitaba muchísimo, sus risas, sus consejos, su apoyo, sus locuras, su todo… Sólo me quedaba esperar hasta conseguir que me perdonara. En cuanto a Jan Di, creo que no fue como lo esperaba. Si bien nos acercamos mucho más, ella siempre intentaba poner límites conmigo y en el fondo sentía que a mi me quería, pero a  Jun Pyo lo amaba. Yo aún la amaba a ella y me conformaba aunque fuera, con tenerla cerca de mí. Nunca más volvimos a besarnos.

En las competencias, ganamos con Jan Di. Aunque no fue fácil. Lo peor de todo fue tener que volver a subirme a conducir un automóvil. No lo hacía desde el accidente de mis padres, pero gracias a Jan Di, volví a hacerlo. Creo que al fin superé el trauma.

Jun Pyo aceptó de malas ganas la derrota y Jan Di y yo continuamos en el instituto. Esa misma tarde, para celebrar nuestro triunfo, la invité a una cita. Ella aceptó. Tendríamos nuestra primera cita! No voy a negar que la idea me encantaba!

Me arreglé bastante. A pesar de todo lo que había sucedido, mis esperanzas de que Jan Di aceptara mi corazón, no se desvanecían, aún cuando tras nosotros estaba siempre presente la inmensa sombra de Jun Pyo.

Creo que esa fue la mejor cita que había tenido en mi vida hasta ese momento. Primero que todo, la llevé a las caballerizas para luego salir a cabalgar un rato. Después de eso, conversamos mucho. Nos contamos historias de cuando pequeños y reímos demasiado. Me sentía prácticamente dentro de un cuento de hadas, donde Jan Di, por supuesto era mi princesa encantada. Se nos pasó volando la tarde y oscureció mientras paseábamos por las animadas calles del mejor barrio de Seúl. Hacía mucho frío, pero eso no era impedimento para detenernos. Subimos incluso a la torre de Seúl. Fue en ese momento cuando comencé a notar que Jan Di comenzaba a ponerse media extraña, se veía melancólica. No se, desde ese momento, me pareció más seria y distante que más temprano. Talvés ya estaba cansada.

Durante todo el rato me había dado cuenta que un auto nos había estado siguiendo. Me quedé atrás para ver de que se trataba, ya que me estaba incomodando la situación, pero no quería preocupar a Jan Di y no le dije nada. Cuando intenté divisar más de cerca, fue aún mayor mi sorpresa. Quien estaba dentro del auto era Jun Pyo. Quizás, aún no se resignaba a perder a su chica…

Después de eso nos subimos en mi motocicleta y conduje hasta mi casa. Jan Di entró de malas ganas. Yo estaba seguro de que esa era mi última oportunidad y no le desperdiciaría. Ya había llegado demasiado lejos con esto así que lo único que me quedaba por hacer era seguir adelante. Le declararía mi amor por ella.

La invité a ponerse cómoda en el sofá mientras yo iría a buscar un poco de té y algo para comer.

Al regresar me senté a su lado y poco a poco intenté sugerirle algo sobre mis sentimientos, si bien no era un experto seductor y sabía que estaba lejos de serlo, algo había aprendido de mis experiencias pasadas. Me acerqué poco a poco a medida que conversábamos. Le comenté que con ella me sentía cómodo y le insinué sobre lo que sentía hacia ella. Acerqué mi rostro al de Jan Di con la clara intención de besarla en los labios de nuevo. Pude notar su nerviosismo. Rápidamente se zafó de la situación cambiando el tema y haciéndose hacia atrás. Sabía que no le parecía bien que estuviéramos los dos solos en la casa.

A pesar de eso, le di las gracias por haber aparecido en mi vida. Sin palabras claras, le declaré mi amor y se que ella lo comprendió. Hoy entendí que Jan Di nunca será mía. Al mirarla hoy fijamente a los ojos, pude ver a Jun Pyo en su corazón. Creo que sin darse cuenta ni ella misma, se enamoró profundamente de él.

Esa noche no dormí bien. Pensé mucho sobre todo lo ocurrido. Tuve pesadillas con Jun Pyo y Jan Di. Los veía juntos y yo llegaba siempre a separarlos. Creo que era mi subconsciente intentando decirme que era lo que debía hacer. Se que amo a Jan Di con el amor más dulce y puro que jamás había sentido por nadie. Era totalmente distinto a lo que había sentido por Seo Hyun, quien era sólo un amor de niños, era la imagen materna que siempre necesité y busqué. A pesar de eso, sabía que no me podía interponer entre Jan Di y Jun Pyo. Después de eso ya no pude conciliar el sueño. Preferí levantarme, tomé lápiz, papel y mi guitarra y sobre la cama comencé a componer una canción. (http://www.youtube.com/watch?v=I1PcP5H3et8)

¿Que voy hacer?
sigues haciéndome tener malos pensamientos
lo siento.


Sé que no puedo hacerlo,
si dijera que estas son mentiras, sólo mentiras
¿Mi corazón regresaría a ser como era antes?
Mis lagrimas caen,me siento tan mal que si siquiera puedo mirarte.

Mi corazón está herido
¿que debería decir primero?
ni siquiera puedo pensar
tutu tututu tuturutututu
papa papapa,
sigues haciéndolo.


Tú me haces tener un mal corazón que está olvidándote
y para mí no es un buen corazón, es muy mal corazón,
un mal corazón, un mal corazón.
Lo que teníamos está desapareciendo para siempre.
Tú me haces tener un mal corazón que está olvidándote
y para mí no es un buen corazón, es muy mal corazón
Un mal corazón, es muy mal corazón
Que está borrando nuestros sentimientos,
es muy mal corazón.


Yo no quiero alejarme, no quiero alejarme de ti.
Ni aun cuando muera.

Dime algo y detenme por favor,
no hagas que mi corazón
cambie a como era antes
Dulcemente, solo mírame amablemente
Cálidamente, si tú dices una palabra
No querría nada más en este mundo
tutu tututu
tuturutututu
papa
papapa,
sigues haciéndolo.

Tú me haces tener un mal corazón que está olvidándote
y para mí no es un buen corazón, es muy mal corazón,
un mal corazón, un mal corazón.
Lo que teníamos está desapareciendo para siempre.
Tú me haces tener un mal corazón que está olvidándote
y para mí no es un buen corazón, es muy mal corazón
Un mal corazón, es muy mal corazón
Que está borrando nuestros sentimientos,
es muy mal corazón.

Yo no quiero alejarme, no quiero alejarme de ti.
Ni aun cuando muera.

A pesar que ya no nos hablábamos con Samantha, la extrañaba muchísimo y le iba a escribir la canción para que cantara en el festival. Comencé a recordar a aquella muchacha. Su suave y tersa piel blanca, sus dulces ojos pardos, su ensortijado cabello color fuego y de pronto la tristeza me invadió por completo. Por qué me había enamorado nuevamente de la chica equivocada? Por qué no me había enamorado de Sam? Ella era mi chica ideal, como siempre la había soñado. Dulce, coqueta, inteligente, fuerte, rebelde y bella, sin duda… Pero no, mi corazón no había querido que fuese así. Mi corazón era de Jan Di…

Al día siguiente me levanté temprano y me fui al instituto. No asistí a la primera clase, me había hecho la promesa de esperar a Sam hasta que pasara por fuera de su salón y entregarle la canción que había compuesto para ella.

De pronto la vi asomarse a la distancia y corrí hacia ella. Samantha volteó la mirada intentando esquivarme pero yo la detuve.

“Sam, espera!”, le dije mientras me paraba frente a ella para interrumpir su camino. Ella no tuvo más remedio que detenerse pero no dijo nada. Me miró a los ojos en silencio.

“Cómo estás?”, pregunté cordialmente.

“Bien, gracias!”, respondió ella cortante.

“Yo… no quería molestarte. Sólo quería darte esto… Es lo que te había prometido. No lo olvidé!”, dije al instante en que extendía mi mano y le pasaba las hojas de papel con la letra y música que había compuesto la noche anterior. Ella me miró con cara extrañada y luego comenzó a ojearlas. Puede notar que se entristecía al leer la letra de la canción. Incluso sus ojos se humedecieron. Me acerqué a ella. Me moría de ganas de consolarla, abrazarla y saber qué le sucedía.

“Estás bien?”, dije dando un paso hacia ella. Sam hizo ademán de alejarse de mi y respondió escuetamente.

“Estoy bien. Con permiso y gracias!”, respondió y acto seguido desapareció raudamente por el corredor.

Diario de un chico enamorado (Adaptación "Boys over flowers")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora