Destello rojo

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La mañana solo fue interrogar a Tomas, sin embargo, yo debía planear como proteger mas esta casa, por que a pesar de que mi casa tenia cámaras, no era lo suficiente como para evitar los ataques del grupo satánico.

X: chicos vengan al living- todos de se acercan- nos iremos mañana por la mañana a un lugar que esta vació a la afueras del pueblo, nos sentiremos mas protegidos, aquí en una semana uno de nosotros la pasara mal.

B: ¿Como lo sabes?

X: Anoche me atacaron, pero no quiero divagar en ello, necesito su colaboración, así que hoy organizaremos todo y nos vamos a las 7 de la noche.

L: me parece bien, nosotros con Olivia encontramos sacos de semillas en la entrada del patio, ¿La llevamos?.

X: claro, creo que la necesitaremos.

Durante la tarde los chicos preparaban sus cosas, guardaban lozas, cubiertos, sabanas,todo como para poder vivir bien por un tiempo, me dolía la idea de que quizás debía alejarme de mi familia pero no tenia opción.

L: muy bien chicos, creo que ya esta, vayámonos.

X: de acuerdo, conduciré mas o menos una hora y media, por lo que compre unas cuantas cosas para poder tener hasta mañana.

El viaje fue agradable, sentía que era libre mientras me llegaba el viento al rostro y movía mis cabellos. Todos iban en silencio, pero era un silencio cómodo y de satisfacción.

Una vez en el lugar, con mi linterna de mano alumbro la casucha, una edificación de doble piso, de madera vieja, con algunos vidrios rotos, pero espaciosa con mucho paja por todos lados, era simplemente perfecto para vivir todos durante un tiempo, por suerte había un baño de estas antiguas que aun cumplía su función. Entre todos bajamos y entramos las cosas, Tomas enciende una fogata adentro de la casucha, ya que el piso era de tierra.

Conversamos de muchas cosas, hasta que decidí irme a descansar en una cama de paja tapada con una colcha de lana, mis ojos cayeron de forma lenta pero acelerada, no había dormido bien durante días, la preocupación provoco en mi cuerpo una especie de latencia ante lo que había ocurrido durante los días anteriores, pero algo movió mi sueño al sentir que debía despertar y salir a afuera, sabia que todo aquello no era un sueño, pero a la vez, una pequeña parte de mi quería que lo fuera, no podía creer la sensación de vitalidad y libertad que sentía en el minuto fuera real, pero lo era.

Salgo a fuera de la casucha, tomo una linterna con la que comienzo a iluminar todo, camino hasta el rió cercano, me siento en un tronco botado y luego apago la linterna para contemplar con felicidad el cielo estrellado, estuve así un buen rato, me atrevería a decir que perdí la noción del tiempo, no obstante algo poco común ocurre, algo que debería inquietarme pero que al contrario de esos sentimientos me sentí en mi hogar. Del rió se extiende un luz celeste brillante, se extiende el rió formando la silueta de un mujer, que estiraba la mano como si quisiera que recogiera un objeto en una especie de mano, me acerco lentamente con mucha curiosidad hasta divisar lo que se me quería entregar, era un collar de oro, con un cristal pequeño que irradiaba luz celeste, pero que al estar en contacto con mi mano destello un color rojo pastel, por consiguiente la figura desaparece en las aguas como si nunca hubiera aparecido, pero aquel destello seguía intacto, por lo que decidí usarlo, pero ocultando el cristal debajo de mi poleron.

T: te dije que eres especial- dice detrás de mi, mientras me giro de forma sorpresiva.

X: tu.. tu.., ¿Que haces aquí?

T: Me despertaste cuando abriste la puerta de la casucha, luego desprendías un brillo, te acercaste al rió y al cabo de un rato vi como una silueta de agua del caudal, se te acercaba, realmente brillaba, ¿Que era eso?- dice con voz calmado.

X: no tengo idea, es la primera vez que me ocurre algo como esto, pero no tenia miedo, solo estaba intrigada.

T: te parece si lo descubrimos juntos pero te pediré algo

X: claro, te creo, ¿Que quieres pedirme?

T: Que no se lo comentes con ninguna persona, pues si te ocurre algo como ese suceso, es porque una parte de ti desconoces y yo por otra parte, es un mundo al cual puedo tener acceso, no creo que todos puedan verlo.

X: de acuerdo, espera- me acerco y le toco la mano- por favor, prométeme que si debo alejarme o me sucede algo se irán sin mi.

T: pero... esta bien- el mira su mano- entre nuestras manos esta destellando una luz roja suave, puedo ver tus recuerdos de la tortura.

X: yo puedo leer tu mente- nos miramos a los ojos de forma que entendíamos que no era simple casualidad nuestro encuentro, era el destino pero lo curioso es saber que clase de destino nos deparaba.

Volvimos a la cama, pero siendo dos personas distintas, el fenómeno del agua, parecía un sueño, algo inexistente, pero que sucedió realmente. Conciliar el sueño fue eterno, pero una vez que dormí, soñaba con pequeñas escena sobre un lugar en lo profundo del rió, como un mundo alterno, donde nadie era común, donde existía Dios, los ángeles y todos aquellos que podían manejar un poder mas allá de lo tradicional, eran diferentes, pero todos con la misma causa, salvar a los jóvenes entre quince y veinte siete años del grupo satánico. Cuando desperté no paraba de venir imágenes de lo que soñé, sentía que no era un simple sueño, era un mensaje de donde debía ir, tal vez sola, con tomas o con todos, sin embargo, ahora solo debía pensar en como organizar los trabajos de cada quien en el lugar para poder sobrevivir, lo que llego a buenos términos, pues todos estábamos trabajando en grupo.

Ya como las tres de la tarde, tomo un descanso de treinta minutos, me siento en el pasto, bebo agua por lo sedienta que estaba y se sienta tomas a mi lado.

T: Hoy en la noche debemos volver al rió.

X: ¿Tu crees?

T: así es, quizás se aparezca de nuevo o encontremos otra cosa.

X: esta bien, pero una cosa es clara, apareció para quedarse, por que mis sueños cambiaron.

T: los míos igual, creo que nos llaman para algo, ¿No lo crees?.

X: no lo se, solo siento que tal vez con esto terminemos con ese grupo satánico y podamos volver a nuestros hogares.

T: espero que sea así.

X: yo también.

El toma mi mano, observa mi sueño por el efecto curioso que producía el tacto y yo a la vez podía leer su mente sobre lo que pensaba de la situación, que era una mezcla de miedo y curiosidad.

L: ¿Tomas porque le tomas la mano a Anne?- dice apartando nuestras manos.

T: ¿acaso no puedo?- dice mirándolo fijamente a los ojos

L: no puedes.

X: ¿Porque no?- dije curiosa.

L: por que tu Anne.. tu...

X: ¿yo que?- dije sin perder de vista su mirada.

L: eres mía, debo cuidarte.

X: no soy tuya, dos, puedo cuidarme sola y tres solo somos amigos.

Tomas se para lentamente, camina hacia Lucas, lo observa, le pega dos palmaditas en su hombro, para luego decir "Amigo, no te enrolles tanto, te arrepentirás" y se retira.

L: detesto a este tipo con mi vida- frunce el ceño

X: yo pienso que hacen bella pareja- dije soltando una carcajada

L: Anne tu sabes que mis gustos son hacia las mujeres.

X: lose, la verdad- dije mientras me paro- eres lo mas cercano que he tenido.

L: gracias- dice orgulloso.

X: pero lo ms cercano a un amigo gay y virgen, volveré al trabajo.

L: Anne tu...- me sigue con el afán de discutir, básicamente comportándose como un niño.






Alma demoníacaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora