Padre (Terminado)

El es mi amigo Naruto.

Mía comenzó a despertar, no recordaba cuando fue la última vez que durmió tan bien -"Naruto"- susurró, recordaba como la protegía de los aldeanos, el pensar en lo sucedido calentaba su corazón, que alguien le ayudara no era algo de todos los días, así que con energías renovadas se levantó, fue por ropa nueva a la esquina donde dejaba su ropa, pero se encontró con un mueble que no recordaba tuviera antes, además que estaba nuevo, abrió los cajones y encontró su ropa ordenada, lo mismo su ropa interior cosa que la sonrojó en sobre manera, movió la cabeza olvidando ese detalle y se dirigió a su baño ignorando los muebles nuevos en su casa, ingresó al baño y no había nada extraño, se terminó de asear, se vistió y salió para preparar su desayuno, la verdad no tenía mucho así que esperaba encontrar un poco de leche en su refrigerador, abrió el refrigerador y sus ojos se agrandaron a más no poder, estaba lleno de comida, revisó el congelador y estaba con mucha carne -"el dios del ramen se acordó de mi"- pensó mientras sonreía, sacó una manzana y una caja de leche y se dispuso a tomar desayuno en su mesa nueva que tenía cuatro sillas, mientras tarareaba de repente centró su atención en una nota sobre la mesa y recién se dio cuenta que era nueva, le pegó una vista a todo su cuarto y encontró varios muebles nuevos -"qué sucedió aquí"- murmuró sorprendida, tomó la nota que estaba doblada y la leyó -"buenos días Mía, espero hayas descansado, como verás hay cosas nuevas en tu departamento, la verdad es que quise regalarte todo eso, ahora tienes todo lo necesario para vivir mejor, espero visitarte pronto, que tengas buen día"- y al final de la nota decía -"tu nuevo amigo Naruto U."- Mía se sorprendió, todo lo vivido fue real, y ahora tenía un nuevo amigo, su primer amigo, cosa que la alegró mucho, miró la hora y se dio cuenta que iba tarde a clases cosa que le generó una gota en la cabeza, de repente escuchó el grito de su sensei afuera de su casa, rápidamente salió y no vió a nadie, estaba por regresar al interior de su casa pero escuchó un quejido de dolor, miró desde la baranda hacia el suelo para encontrarse con Iruka levantándose en el suelo -"qué hace ahí Iruka sensei"- gritó Mía, Iruka vió a su alumna y de un salto llegó donde ella para que aun aura le cubriera -"vamos a la academia, es la segunda vez que faltas y hoy no te salvas de tu castigo"- Mía asintió en derrota para regresar al interior de su casa y recoger lo que sería su almuerzo, Iruka trató de tocar la casa y nuevamente casi sale volando -"una barrera"- pensó seriamente, al parecer alguien la instaló como medida de seguridad y ya sospechaba de quien se trataba, de alguna manera sospechar de el le relajaba quizás el si podría mejorar la vida de la niña, la verdad que antes de llegar se encontró con varios anbus llevándose aldeanos al hospital, quizás quisieron atacar a su alumna y la barrera los mandó a volar, fue sacado de sus pensamientos cuando su alumna salió comiendo una manzana y ambos se dirigieron a la academia.

El día transcurrió con normalidad, Mía estaba feliz de tener un nuevo amigo por lo cual decidió no hacer desorden o alguna broma, Iruka por otra parte miraba con sospecha a su alumna ya que no se había movido de su asiento, de repente sintió toques en la puerta, salió a ver que sucedía encontrandose con el director de la academia -"Iruka hay alguien que quiere hablar contigo, es urgente"- comentó el hombre haciendo que Iruka asintiera -y se dirigiera a sus alumnos -"bueno chicos debo salir unos minutos a atender una situación pero ustedes deberán leer sobre la tercera guerra ninja"- recibiendo varias quejas pero se marchó sin más, Mía tomó el libro y comenzó a ver las imágenes, de repente vió el apellido Uzumaki y comenzó a leer -"Naruto uzumaki, jounin de konoha se encontraba dirigiéndose a la frontera con la nación del viento cuando se encontró con un pequeño batallón de la aldea de la arena que se dirigía a Konoha, utilizando su ninjato venció a 100 ninjas de nivel chunin y jounin"- leyó nuevamente para verificar que lo que estaba escrito era verdad, giró la hoja y se encontró con la foto de su nuevo amigo pero más joven.