Capítulo 23

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-Uhhhh, interesante... No esperaba que mamá fuera tan atrevida...

El tono del chico era levemente burlesco y eso le llamó la atención a Vergil.

-Nero, de qué estás hablando?

-Oh vamos, no era necesario que ella se apegara a ti para que no los descubrieran, sabes?

-Eso es verdad, pero no logro entender a qué te refieres.

-Por todo lo que me has dicho, es bastante obvio; ella estaba tras de ti, probablemente desde el principio, y cada vez estaba siendo menos sutil... Apuesto lo que sea que de haber podido te hubiera besado en ese momento... De verdad no te diste cuenta?

Mientras hablaba, Nero vio cómo la expresión de Vergil poco a poco pasó de la confusión a la vergüenza, hasta que al final ocultó el rostro en las manos, rojo hasta el cuello.

-Eso... explica muchas cosas- Dijo finalmente luego de un largo rato, mientras Nero se reía.

-Tenía el presentimiento de que eras lento para estas cosas, pero es peor de lo que imaginé... Supongo que mamá tuvo que usar medidas extremas para hacerte entender, pero no hace falta que me cuentes eso ahora, no te preocupes.

Como pudo trató de no reírse más, viendo que el pobre Vergil seguía avergonzado, y esperó pacientemente a que se recuperara. Era divertido (y reconfortante) ver que en el fondo era más humano de lo que quería demostrar.

-Estás mejor?

-Sí, eso creo... Nero, no creo que sea necesario advertirte, pero si le dices algo de esto a Dante...

-Sería maravilloso... Tendríamos motivos de risa para muchos años... Pero descuida, prefiero que sea nuestra pequeña broma privada- Respondió con maldad viendo cómo su padre esta vez estaba pálido del susto.

- Ugh... Esa actitud es tan típica de Dante... Preferiría que no imitaras sus malos hábitos, pero supongo que ya es muy tarde para eso.

- Descuida, no tengo planes de vivir de pizza por ahora. En fin, volvamos al tema anterior, en qué estábamos? Ah cierto, mamá te trajo hasta aquí. Cómo era este sitio en esos días?

Vergil agradeció el cambio de tema.

-No ha cambiado demasiado, en realidad, excepto el exceso de hierba. No muy lejos de aquí había lugares de entrenamiento para la Orden, según ella me comentó, pero este lugar en específico está bastante oculto, por lo que tu madre podía venir sin problemas. Eso me sirvió para estudiar sus métodos de pelea, por ejemplo. Ella usaba este sitio para cultivar flores, trabajar con diversas plantas y otras cosas, como algunos hechizos simples, que siempre le salían mal, pero más que nada para relajarse. Y leer, claro. Si no fuera por su trabajo de bibliotecaria estoy seguro que se hubiera dedicado a la brujería.

-Ehhhh, probablemente fue mejor que no lo consiguiera, verdad?

-Estoy de acuerdo, por suerte o por desgracia, no tenía el talento para eso...

Nero se rió un poco al imaginarla como una científica loca frente a un experimento fallido.

El ruido de unas gaviotas volando le llamó la atención y al verlas notó que el sol estaba por ocultarse.

-Espera, es tan tarde ya? Deberíamos volver, seguro que Kyrie está preocupada. Podemos venir mañana y seguir, cierto?

-Por supuesto.

Mientras se dirigían de vuelta a casa por los túneles, Nero se detuvo. Vergil lo miró extrañado. El chico parecía pensativo.

-Ocurre algo?

DMC - Family BusinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora