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Su cuerpo dolía cada vez más por los golpes que recibía al fallar con sus ordenes --Algún día me lo agradecerás.-- los brazos del Yakuza albino volvieron a rodearla mientras era llevada a una parte de aquella organización que jamas había visto. Día a día era sometida a cosas que tal vez nunca debería haber experimentado pero no, la sensación que le provocaba serle de utilidad al mayor era indescriptible -la enloquecía- y por eso aceptaba los castigos 

No fue una sorpresa que ella no se rehusara a subir a la camioneta con el grupo de villanos y se apegara todo lo posible a Chronostasis una vez el nombrado subió -después de todo, y aunque no le hubiera gustado hacer eso, él la había quebrado-  

Cuando la camioneta comenzó a transitar por las calles la joven quedó maravillada ante las luces que hace meses no veía, se le permitió bajar la ventanilla y no pudo contener su alegría de sentir las suaves gotas de lluvia golpear contra su rostro. La mirada del Yakuza se posó en ella, inevitablemente recordó aquella vez que la vio por primera vez -ella ya no era la misma- 

--¿Recuerdas lo que debes hacer?-- su grave voz logró captar la atención completa de la menor, ella asintió varias veces mientras se acomodaba la grande gabardina blanca, él solo suspiro antes de que la camioneta frenara a varias cuadras de la academia de héroes 

El mayor le colocó la capucha de aquella gabardina y antes de que ella bajara le entregó un nuevo móvil --Escóndelo, ya sabes que debes hacer-- fueron sus palabras antes de que se fueran y dejaran a la joven sola bajo la lluvia 

--¿Como podremos asegurarnos de que no fallará?--

--Su corazón y cuerpo ya están desequilibrados. El corazón es como el cerebro, si lo sacudes un poco la gente se quiebra, y eso es lo que sucederá--






Disfrutaba de la agradable sensación que le generaba el agua bajo sus pies descalzos, poco a poco se acercaba a la academia mientras la idea de ser felicitada por el albino lograba que una suave sonrisa apareciera en su rostro. Ingresó a la escuela gracias a la credencial que aun poseía y caminó tranquilamente por los vacíos pasillos en busca de su salón de clases

La academia se encontraba mucho más silenciosa de lo que la recordaba y eso le provocó que recordara las palabras de Kurono -ella estaba muerta- y una leve inquietud borrara su sonrisa. En varias ocasiones se perdió, logrando que se abrazara a si misma en busca del calor y refugio que le generaba aquella gabardina ante las miradas de los estudiantes que se topaba. 

No pudo evitar emocionarse al imaginar como sus compañeros, la simple idea de sentirse bienvenida nuevamente sería increíble. Corrió con dificultad el pequeño tramo que la separaba de la gigantesca puerta de su clase y con algo de esfuerzo la corrió hacía un costado, abriéndola, mientas la sonrisa permanecía en su rostro  

Si hubieran tomado una fotografía del momento preciso en el que ella ingresó podría observarse como el corazón de la peliceleste se quebraba, sobre su escritorio podía verse aquella característica flor que se le coloca a los estudiantes fallecidos, una linda flor completamente marchitada   

--Tu estabas muerta--















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Perdón si el capítulo quedo algo mal, realmente no logro concentrarme últimamente y la presión de publicar me mata  

     

Black and White//Chronostasis fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora