3. Café Helado

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Al instante en que desperté, supe que no sería un buen día.

La alarma programada por mí, la noche anterior que se suponía debía despertarme a las 6am para mi rutina de ejercicios no sonó y desperté dos horas más tarde.


-Hermano -escuché a Chris tocar al otro lado de la puerta de mi habitación.


-Pasa -ordené aún de mal humor mientras escogía una camisa azul bebé con rayas blancas, apenas me estaba colocando el pantalón de jeans negro rasgado pero Chris y yo ya estábamos acostumbrados a mirarnos en ropa interior, de todas formas era mi hermano de corazón.


-Aquí traigo tu outfit para esta tarde -Habló con normalidad dejando la ropa envuelta en un saco muy elegante en mi cama.


-Que eficacia la de esas personas -comenté ya abotonando mi camisa.


-Son mis favoritos la verdad -sonrió Chris al verme.


-¿De qué te ríes? -pregunté al mayor.


-De qué eres el único hombre en esta casa que usa camisas, aún en verano- volvió a reír.


-No es como si no te hayas dado cuenta antes -reí con él.


-Tienes razón, de lo que no me había percatado antes es que tu closet es como el puto closet de mi tocayo señor Grey, sólo camisas y además ordenadas por color -Dijo mientras entraba y hurgaba mi ropa-Ah, también está una sección de trajes dividida por colores, zapatillas de casa, zapatillas deportivas, las casuales y elegante. Amo tu closet -finalmente me miró sorprendido- ¡Es tanto orden que me satisface!


-Toda la vida juntos y hasta ahora te enteras de todo esto -rodé los ojos


-Hasta ahora tú me dejas pasar -se encogió de hombros. Tenía razón, no me gustaba que vieran mis cosas, sentía que eso era muy personal pero él, ya era como mi otra mitad.


-Da igual, ¿no lo crees?, siempre me ves y aunque eso no sea una vista general de mi closet ya sabes que tengo un estilo muy centrado y formal - Lo mire mientras abotonaba la manga faltante de mi camisa dando fin a esa conversación.


-¿A dónde vas? -El rubio me siguió hasta el perchero de mi habitación donde agarré mi chaqueta de cuero negro para salir.


-Debo mostrarle los planos a una familia que me pidió que creara la casa a su perrito -expliqué mientras ya iba bajando las escaleras junto a él.


-Eso es tan extraño, pero me sorprende las veces en que recibo personas así en mi oficina. En fin, ¿puedo ir? -me miró con ojos de cachorrito a lo que no pude negarme.


Una vez metí los planos de mi diseño a mi auto un Cadillac CT6 me adentre al puesto de chófer, me gustaba hacer las cosas por mi cuenta, como trasladarme sin uso de un chófer.

Mi hermano pronto llegó a mi lado al asiento de copiloto para dar marcha a mi destino.


-Joder, ¿ya te dije lo mucho que amo tu auto? -preguntó Chris

Un Amor de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora