Capítulo 1. ¿Nos conocemos?
"Todos los finales son también comienzos. Simplemente no lo sabemos en el momento." (Las cinco personas que conocerás en el cielo, Mitch Albom)
Alexandra Collins:
Esto ya es una puta rutina, viajar cada 5 años por el trabajo de papá.
No es que se lo reproché, solo que cuando estoy empezando a tomarle el hilo a las cosas tengo que mudarme y eso me cabrea.
En este momento estamos desempacando en nuestro nuevo "hogar", yo solo lo veo como una casa más.
Mis padres escogieron una linda casano hay que negarlo, pero no es mi estilo.
Mucho rosa y colores pasteles, yo prefiero el negro, azúl o rojo, esos si son colores.
En fin, mañana comienzo otra vez el instituto pero en está nueva ciudad, creo que debería hacer un mapa marcando todos los países que visitó, si, no sería mala idea...
[...]
Eran las 5 de la mañana.
¿Saben lo que es estar despierta a está jodida hora?
Bueno, con los gritos de mis hermanos nadie estaría durmiendo.
Asthon y Allison son insoportables por la mañana, bueno, son insoportables siempre.
Cuando estoy lista bajo al comedor donde mi madre nos espera con el desayuno.
Pero decidi que estaria mejor comer algo en la cafetería del insti.
Espero media hora hasta que mis hermanos terminan de jugar con la comida para poder irnos.
Allison maneja el auto, ya que Asthon y yo no tenemos aún las licencias, a parte de que, con mi condición es mucho más difícil conseguirla, como si fuera a estrellar el coche por ser bipolar, es una estupidez.
Allison va escuchando su basura de música de rap, no tengo nada en contra del rap pero el que ella escucha es un asco.
Asthon está quedándose dormido en el asiento de copiloto.
Y yo estoy viendo por la ventanilla del auto, está ciudad si que tiene vegetación.
Paramos frente a un edificio con grandes letras "Forks Academy".
Que nombre para estúpido - pense
Allison aparca en una plaza libre y prácticamente bajo tirando la puerta, no me gusta la mirada de la gente sobre mí, es algo que me molesta mucho y en este instante hay mucha gente mirándome, bueno, mirándonos.
Me las arreglo para llegar a mi clase, dejando al supuesto guía, un estúpido niñato que quería coquetear, por suerte encuentre el aula 17 sin su ayuda.
No había muchas personas, solo dos chicas y un profesor.
—Buenos días, señorita Collins ¿No? - Preguntó el profesor.
—Ajá. - Conteste y caminé hasta el final de el aula.
—Chisss. - Me llamó la rubia.
No le hice caso.
—Collins. - Llamó la castaña-pelirroja, su cabello era una combinación.
—¿Qué cojones quieren? - Pregunté borde.
Deberías dejar de ser borde, Alexandra. - comentó mi conciencia.
Déjate de mierdas, niñata. - respondí en mi mente.
—Ey. - Pasaron frente a mi una mano.
—¿Ah? - respondí algo perdida.
—Somos Freya y Maddie. - dijo la de combinación en cabello, señalándose.
—¿Y? - Pregunté alzando una ceja.
—Tu nombre. - Indagaron.
—Alaxandra, ¿Ya se pueden largar? - Pregunté.
—Solo queríamos hablar contigo, queríamos ser tus amigas Alexa. - Dijo la rubia, Maddie.
—Bueno, chicas solo estoy algo estresada, podrían volver luego. - Dije, no quiero ser mala con ellas, se ven..... ¿agradables?
—Vale, nos vemos en el receso. - Dijeron al unisono y luego rompieron a carcajadas.
Casi sonrió al verlas reír como estúpidas.
[...]
La clase llevaba más o menos media hora desde que comenzó, gracias a Dios no tuve que presentarme frente a todos.Estaba haciendo un pequeño retrato de la rubia en mi libro de dibujo, sí, me gusta dibujar.
Bueno, estaba haciendo el pequeño retrato cuando algo interfirio la llegada de la luz, instantáneamente subí mi mirada y vi a un chico frente a mí.
—¿Te quitas o te quitó, mijo? - Pregunté cabreada, he aquí mis cambios de humor por la bipolaridad.
—Ese es mi asiento. - Dijo apretando la mandíbula y irguiendose sobre mí, en un acto de ¿intimidación?
La verdad es que no logró nada.
—Que bueno, pues buscate otro porque ahora es mío. - Dije volviendo mi vista al libro.
—¡Levantate de mi asiento, niña! - Gritó jalandome del antebrazo.
Listo, ya me cabreó.
—Vete a la mierda. - Dije aprentado mis dientes hasta hacerlos crujir un poco y liberandome de su agarré.
Y ahí fue cuando tiro mi libro al suelo, y se desató la bestia.
Le di un puñetazo en la nariz con todo el gusto...
ESTÁS LEYENDO
Bipolar🎭
RandomSiempre fui distinta a las demás chicas. Solía enojarme, deprimirme y alegrarme en cuestión de minutos, esto fue un gran problema desde que tengo conocimiento. Ni mi vida ni la suya fue un cuento de hadas.