Enamorada de mi acosador

21

Se había oscurecido el cielo y estaba lloviendo muy fuerte. Me había resfriado mucho y se me había pegado un resfriado, mi ropa estaba empapa y mi cabello también estaba mojado. No podía seguir caminando. Corrí muy rápido a la casa de Aarón, toqué muchas veces su puerta fuerte para que abriera.

-¡¡Aarón por favor abreme la puerta!! -exclamé mientras tocaba la puerta-. ¡¡Aarón, abre la puta puerta!!

Abrió la puerta y me miro con una sonrisa, al sonreír salían sus hoyuelos.

-No que te ibas a tu casa -dijo con una sonrisa

-Esta... esta lloviendo súper fuerte -dije mientras me temblaba el cuerpo del frio que hacía.

-Mmmm... no se -dijo él pensativo.

-Por favor Aarón -Le supliqué.

-Vale, pasa.

Asentí rápidamente mientras entraba.

-Estas muy empapada -me miraba de arriba abajo.

-Como quieres que esté, imbécil -rodé los ojos.

-Hey no te enfades conmigo, te dije que estaba lloviendo pero no me hiciste caso -agarro una toalla y me lo dio- toma, sécate con esto.

-Gracias -empecé a secarme con la toalla.

Se acercó hacia mi y tocó la frente y mi mejilla para comprobar mi temperatura.

-Estas muy caliente -murmuró él-. Te has resfriado.

-Ya lo sé, si me di cuenta -quité su mano de mi cara.

-Tendrás que quedar aquí -agarro su móvil- No te preocupes, le avisaré a tu hermano de que te quedarás en mi casa.

-No me voy a quedar en tu casa.

-Me da igual, hasta que no te recuperes no saldrás de esta casa -dijo, se fue hacia su habitación y agarro una ropa suya- Ponte esta camisa.

-No quiero -negué.

-No puedes estar con la ropa empapada. Si no te pones esta camiseta te pondrás aún más enferma de lo que estás.

-Okey pesado -quité la ropa de sus manos-. ¿Está usada?

-Tranquila, no lo está. Es una ropa que lleva mucho tiempo sin ponérmelo.

-¿Dónde me cambió?

-Estaría mejor que te cambiarás al frente de mi -mordió sus labios.

-Eres un pervertido -le di un pequeño puñetazo en el brazo.

-Pegas como una niñita -sonrió-. Era una broma chica. Cámbiate en mi habitación.

-¿Y dónde esta? -pregunté cansada.

-Es la que pone en la puerta no entrar -dijo señalando.

Entré dentro de la habitación, no era un cuarto muy grande, era normal. Lo que me llamó mas la atención era que tenia una estantería llenos de libros. No sabía que a Aarón le encantaban los libros. Me quité la ropa y me puse la que Aarón me dio . Era un poco grande para mi cuerpo pero no tenía más remedio que ponermelo. Me acerqué a la estantería, agarre un libro que me llamo la atención y empecé a leerlo. De repente escuché alguien abrir la puerta y me di la vuelta.

-Me has asustado -murmuré-. Toca la puerta antes de entrar.

-Lo siento -su mirada se fue hacia el libro que tenia en la mano-. ¿Qué tienes en la mano?

-Un libro -al escuchar eso, la expresion de cara se le cambio de alegre a serio.

-No agarres este libro -me dijo cono tono borde y me lo quitó de las manos.

-Lo siento por haber agarrado el libro sin tu permiso -dije un poco confundida.

Era la primera vez que veía a Zack reacionar asi conmigo.

-Agarra cualquier libro menos este -alzó un poco la voz, se notaba que esta un poco furioso.

-Lo.. lo... siento -tartamudeé. Estaba un poco confundida.

Cuando él vio mi reaccion, se calmó un poco y la mirada se le suavizó.

-Perdoname por hablarte de esta manera -dijo con la voz ronca-. Este libro es muy importante para mi. No quiero que nadie la toque.

Me sorprendí al verle tan tranquilo, Aarón era un chico muy activo y al verlo tan tranquilo me parecía un poco extraño.
Se notaba que le importaba mucho ese libro. Me quedé un rato mirándole.

-Ay Jessica, sabia que era guapo. Pero no creí que era tanto como para quedarse paralizada -volvió el Aarón de siempre.

Rodé los ojos.-Eres un imbécil -murmuré, agarre mi móvil y vi que no tenía mucha pila-. No me queda nada de pila.

-Espera -se levantó, agarro un cargador suyo y me lo dio -Tema el mío.

-Gracias.

Pasó una hora, estaba acostada en la cama de Aarón esperando hasta que se cargará mi celular. Su cama era super cómoda que me daba ganas de dormir, mis ojos se cerraban poco a poco, no me quería dormir pero el sueño me ganó. Me quedé dormida en la cama de Aarón.