ALGO MÁS DE AYUDA

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-¿Su ex-novio?- Izuku no esperaba esa respuesta.

- Sí... - Respondió con pena. - Digamos que hace un mes cortamos, pero él se rehúsa a aceptarlo - Admitió asombrando a su alumno.

- ¿Acaso la ha estado acosando?- El tono serio del chico llamó su atención.

Ochako sólo asintió, sin preguntarse por qué le confesaba eso a su alumno, los golpes en la puerta no ayudaban a amenizar la situación.

- Ya veo... - Un escalofrío recorrió su espina dorsal al escuchar al chico, mientras lo veía dirigirse hacia la puerta sin que su cuerpo reaccionara.

- ¡Ochako!- Al otro lado de aquel rectángulo de madera la persona no sonaba alegre.

Izuku se dio cuenta de que probablemente había cometido una de las mayores estupideces que había hecho en la vida, pero ahora no podía retractarse, estaba frente a la puerta del departamento.

- Gracias por la pizza - Comentó al aire mientras abría la puerta con un falso aire de confianza.

- ¿Pizza?-

- Si... ¿Cuánto es?- Cuestionó con falsa intriga.

- Niño, yo no tengo ninguna pizza - Respondió el hombre frente a él riendo.

- Lo siento - Se disculpó el pecoso mirando al ahora ex-novio de su profesora, tenía el cabello castaño oscuro y desordenado, era delgado y por alguna razón desprendía una aura intimidante.

- ¿Ochako es tu niñera pequeñín?- Preguntó sarcástico mirando al pecoso.

- ¿Quién es Ochako?- Respondió con duda.

- No te hagas el imbécil ¿Dónde está Ochako?- El hombre se acercó a él con esa misma aura intimidante, era alrededor de 15 centímetros más alto que él. - Lo repetiré una vez más... ¿Dónde está Ochako Uraraka?- Cuestionó mirándolo a los ojos.

- Está algo ocupada - Respondió tímidamente, cosa que hizo sonreír al mayor por lo dócil que había sido aquel pequeño al responder... humillarlo un poco sería divertido, para que se fuera corriendo de ahí, además era sólo un niño.

- Ya veo... - Inició sin mucha expresión- ¿De qué guardería saliste?- Preguntó sarcástico, sabía que alguien sumiso simplemente agacharía la mirada.

- La que estaba junto al geriátrico del que escapaste - Pero no fue así ¿Este era Izuku?

- Mira niño... - El pecoso hizo un ademán de buscar con la mano en la frente.

- No veo a ningún niño - El semblante del chico pasó a uno serio. - Pero si a un anciano...- Ochako, quién estaba escuchando todo, entendió algo... Izuku era alguien más intrigante de lo que pensaba, por su actitud tímida pensó que él sugeriría esperar a que su ex-novio se fuera o que no  se inmiscuiría en esa situación, pero no, él estaba en la puerta afrontando su pasado por ella, ayudándola, dejando de lado su usual actitud pasiva... ¿y por qué negarlo? se escuchaba increíblemente varonil haciéndolo.

- Niño vete de aquí... los adultos tenemos cosas de que hablar -

- Viejo, sólo quiero comer pizza y mirar películas tranquilamente con mi chica. - Ochako, la cual escuchaba todo desde el otro lado de la puerta descubrió otra faceta del pecoso... actuaba bastante bien.

- Te doy 20 000 yenes para que vayas con tu chica - Ofreció con una sonrisa falsa.

- Gracias por el dinero, pero mi chica está dentro... - Aquella falsa sonrisa desapareció al momento.

- ¿Qué?-

- Dije que mi chica está dentro - Repitió sin más.

- Mira niño... - El tono grave del hombre asustó a Uraraka, mientras que tomaba a Izuku del cuello de la camisa de la escuela. - No tengo tiempo para tus estupideces -

- ¡Chisaki ya basta!- Exigió Uraraka saliendo de su escondite.

- Pero miren quién apareció - El ahora conocido como Chisaki desvió su atención del "niño" mientras lo soltaba.

- Cariño Por favor regresa a dentro...  - Pidió el peliverde, por alguna razón a su profesora le gustó escuchar aquella palabra salir de los labios del pecoso.

- Está bien Izuku - Asintió sonriendo.

- Ochako... amor - Llamó el ahora identificado como Chisaki.

- ¿Qué haces aquí?- Preguntó la castaña mirando al hombre.

- Vine porque tenemos mucho de lo  que hablar -

- No tenemos nada de que hablar - Su tono cortante maravilló a Izuku. - Pero ... Sabes, interrumpiste en un mal momento - Explicó con enojo, antes de tomar la mano de Izuku, El cual como si entendiera sus emociones le dio un cálido y reconfortante apretón, ella lo agradeció.

- Eso no es cierto - Replicó para si mismo el castaño. - No puedes tener algo con un niño. -

- Pero tú si podías acostarte con tu jefa - Reprochó la castaña haciendo que el peliverde y el castaño abrieran los ojos como platos, pero el segundo logró disimular.

- Eso es una mentira... - Se defendió.- Aún así, Me niego a creerlo - Exclamó viéndolos a ambos.

- Espero que te quede claro con esto - Ochako se dejó llevar por el momento - Perdóname Izuku - Pensó antes de tomarlo por las mejillas y darle un pequeño beso... el primer beso de su alumno había sido con su profesora, por extraño que pareciera, ambos lo disfrutaron, toda la confianza que el pecoso había aparentado, se rompió con aquel pequeño roce que lo tomó por sorpresa.

El castaño los miraba con los ojos como platos, se fue de ahí sin decir nada... no podía armar un escándalo en un complejo departamental, pero eso no sería el final de la historia... Ochako regresaría rogando a sus pies.

El beso entre profesora y alumno duró un par de segundos más, inconscientemente Uraraka exploró aquella boca Virgen con la lengua, había sido la primera mujer en profanar los labios de un Izuku que en esos momentos tenía las mejillas sonrojadas mientras  que las suyas tenían un leve tono carmín.

- Izuku... yo - Intentó excusarse una vez el beso había acabado.

- No se preocupe... - El peliverde evitó el contacto visual en todo momento, y con ese mismo comportamiento regresó dentro del departamento de la castaña, tomó sus cosas y salió de ahí sin más, dejando extrañada a Uraraka... sólo había sido un beso, abrió los ojos como platos dándose cuenta de lo que acababa de hacer... debía hablar con él, evitar que le dijera a sus padres o a sus amigos, intentó ir tras él, pero era bastante rápido... ese mismo día había aprendido muchas cosas de Izuku.

Esa noche ninguno de los dos pudo conciliar el sueño. El pecoso no podía olvidar aquella cálida sensación que los labios de una mujer mayor habían brindado, había tenido su primer beso con la profesora más hermosa que había tenido, sin duda el sueño de todo adolescente... pero por alguna razón ese beso le supo a poco, aunque algo dentro de su cabeza le decía que eso era indebido, un alumno no podría estar con su profesora.
Por su parte la castaña se atormentaba mentalmente... tenía tantas cosas en las que pensar: Chisaki, la escuela, Izuku... inconscientemente se tocó los labios al recordar el beso, pero eso era todo... sólo un beso ¿verdad?

Lunes por la mañana; Kazumi frunció el ceño... algo le pasaba a su amigo de la infancia y enamoramiento secreto, se veía distraído, estaba ausente... no le dirigía la palabra a Todoroki e incluso ya no pasaba tiempo con los demás chicos, a pesar de eso había algo bueno, ya no miraba directamente a aquella vieja.

Necesitaba averiguar qué era lo que sucedía... todo era sumamente extraño: ellos dos saliendo juntos de la escuela, la repentina distancia y aislamiento del chico de ojos esmeralda y sobre todo que no estuviera como un imbécil viendo a su profesora.

A la hora del descanso, todos habían salido del aula, Izuku fue el último, pero no esperaba ser tomado de los hombros y estampado contra la pared a sus espaldas, su primer pensamiento, por alguna razón fue en aquella profesora castaña, pero estaba muy equivocado.

- ¿Sucedió algo entre la vieja y tú?

AMOR DOCENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora