Capitulo 15: Experimento

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-¿Aline? ¿Ella? ¿Por qué me querría ver destruido? –Dijo Ignacio con enorme preocupación.

-¿Le hiciste algo? O ¿Hay algo que hayas hecho que le molestó en gran parte? –Decía Memo con preocupación

-La verdad es que a ella no, pero a su hermana sí, y no es que yo le haya hecho algo, sino que ella me lo hizo a mí.

-A ver no entendí, me confundes, ¿Por qué Aline te haría daño?

-Porque su hermana publicó un libro que era de mi autoría y quizá piensa que quiero destruir a su hermana por robarme aquello.

-Ah ya, y por lo mismo se hizo amiga de tu hermana entonces, para ponerla en tu contra ¿no?

-La verdad es que no, no sé, no había pensado en esto con tanta profundidad, no pensé que ella podría estar detrás de todo.

-Creo que ya llevamos mucho rato acá, aunque no lo creas, la ciudad es muy pequeña y hay que evitar estar en contacto, por lo menos de esta forma. Mañana, en clases, igual de enemigos como siempre ¿sí?

-Está bien, prometo no decir nada de lo que viviste aquel año nuevo, aún me quedan muchas dudas pero, supongo que seguiremos en contacto después.

Los chicos se despidieron y se fueron a sus respectivos hogares cada uno. A pesar de que ese encuentro habría sido corto, fue demasiado intenso, quizá el rompecabezas comenzaba a armarse ahora.

Ya en su hogar, Guillermo fue a su pieza y se tiró sobre su cama, tenía miedo, sabía que estaba jugando algo peligroso, estaba en la mitad de todo y lo más probable es que se requiera de él para seguir amenazando a Vitalli, pero había ganado ya la confianza de Aline y no podía retroceder en esa instancia. Todos sus pensamientos fueron interrumpidos por un mensaje de de la menor de las Allard:

-¿Cómo estás para mañana? Recuerda que ahora volvemos con todo.

-Enojado, no quiero entrar, el solo hecho de pensar que tengo que verle la cara al cuico ese me altera, que lata –le respondía.

-Jajaja somos 2, pero no hay nada que hacer para evitar eso, bueno, de hecho sí, pero no ahora.

-¿A qué te refieres? A veces me das miedo amiga jajaja cálmate.

-Nah, si solo bromeaba, nos vemos mañana.

Si había algo que estaba en los planes de Aline, era seguir molestando a Ignacio durante ese semestre, a través de Guillermo, notas o quizá quién más sabe, con lo que no contaba, era que el muchacho ya tenía bastantes aliados, por lo que pronto, caería el culpable de todo.

Amaneció aquel lunes y el colegio volvió a recibir a todos sus alumnos, la sala de 2do medio comenzaba a llenarse de a poco; la primera en llegar era Paz, seguida de Eliette, Annys, Koke, Igna, Memo, Ángel y Bin, casi siempre en ese orden. Cuando Vitalli vio entrar a Salas, se pusó muy contentó y fue a su encuentro para abrazarle y darle el obsequio que le había traído desde Italia.

-Oh Igna, no era necesario, de verdad, gracias –dijo Ángel.

-¿Cómo que no? Has estado conmigo todo este tiempo, es lo mínimo que podía hacer por ti.

El presente era una polera de Italia, junto con un llavero y una Figuera de Yeso de la Torre de Pisa. Eliette observaba esa escena con pena, pues, siempre su amigo le traía recuerdos de algún viaje, pero esa vez había sido la excepción y bien justificada que estaba. Aún las palabras de su hermana le daban vueltas en la cabeza, pero ella no lo graba pensar así, aún tenía en su corazón ese deseo desesperante de corregir su actuar.

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