Me miró a los ojos y me dijo –"Estas en mi puesto, quítate". Pero quién rayos se cree este tipo para hablarme de esa manera pensé.
-"¿De qué habla? La gerente del lugar me dijo que este era mi puesto de trabajo" Expresé con disgusto. –"¿Hablas enserio?, yo llevo trabajando aquí más tiempo, ¿Por qué debería ceder mi puesto ante alguien como tú?" Para ser sincera no estaba dispuesta a discutir con alguien como él, no tenía ni las ganas ni la disposición para hacerlo. –"¿qué tal si le dejamos eso a la encargada del lugar? Me miró con disgusto y luego de un tiempo añadió –"No importa, lo tomaremos por turnos ¿vale? Y cuando llegue la gerente del lugar dejaremos que ella decida los horarios correspondientes" Asentí, dispuesta a tomar mi lugar de trabajo.
El chico se alejó del puesto cuando una empleada le pidió ayuda con algo, me sentí aliviada al ver que se alejaba, no necesito relacionarme con chicos problemáticos, aunque no puedo evitarlo, al fin y al cabo somos compañeros de trabajo, aunque es una molestia. Pasó mi jornada de trabajo sin tanto traqueteo ya que es por la noche, Alex me llamo un par de veces para saber cómo me encontraba, luego salí del lugar para ir a mi "casa", definitivamente eso no iba a pasar, caminé un poco por las calles asoladas, era tarde, de pronto sentí a alguien seguirme por detrás, probablemente mi yo de antes se hubiera alterado, pero ahora ya no me importa que pase conmigo, me detuve para voltear a ver quién era, un chico alto con ojos marrón, cabello lacio y castaño. Lo mire sin tanta importancia y seguí caminando, -"Oye". Me voltee –"¿Qué quieres? Expresé. –"¿qué haces aquí tan tarde? ¿No deberías estar en tu casa?" –"Eso no es algo que deba importarte" dije y seguí caminando. –"¿No tienes miedo de que algo te pase? Tú no eres de por aquí, pero yo sí, así que te recomiendo que seas más cuidadosa, este lugar no es seguro y menos para alguien como tú". Quién se cree este tipo para decirme que debo o no hacer, si tan solo supiera que ya nada más puede pasarme, porque yo ya estoy rota, pero de seguro si sigo con esto, nunca me dejará en paz. –"Tienes razón, será mejor que me vaya a casa" expresé. –"¿Dónde vives?". Me dice que me cuide de los acosadores de la calle y el resulta ser uno de ellos, -"Al otro lado de la ciudad, voy a tomar un bus de regreso" –"¿Por qué trabajas en un lugar tan lejos de tu casa?" –"¿Por qué haces tantas preguntas?" expresé con disgusto. –"Lo siento, ¿quieres que te acompañe a la parada del bus?". Si le digo que no, no me dejará en paz, prefiero ahorrarme eso. -"Bien". En el camino él hablaba sobre un montón de cosas que no me interesaban, y yo solo respondía con pequeñas afirmaciones, agradecí que la parada de bus no estuviera tan lejos de donde estábamos. –"¿Estarás bien?" expresó. –"Claro, ¡oh! el bus ya está aquí, es hora de irme" me subí lo más rápido que pude sin voltearlo a ver, tome asiento en el lugar contrario de donde él estaba, mientras el bus partía.
Cuando baje del bus, seguí caminando sin rumbo alguno, al menos esta vez nadie iba a molestarme, llegué a mi lugar, ese pequeño puente en el río, el lugar en donde me siento libre aunque sea por momentos momentáneos, tome una bocanada de aire para después dejarlo salir, mirando al cielo oscuro que se presentaba frente a mí, mirando a la luna, esa pequeña luz en la oscuridad, sola, de pronto una pequeña lágrima salió de mí, ¿cuándo dejaría de sentirme de esta manera?, me fundí en mis pensamientos por mucho tiempo, y luego decidí que era tiempo de volver a casa.
Tome la manija de la puerta principal de la casa para girarla y así poder entrar, entre a la sala y sentí el gran pesor del silencio, era algo que odiaba mucho, subí al segundo piso y ahí me encontraba yo, enfrente de la puerta de mi habitación, debatiendo si debía entrar o salir corriendo de ahí, tome un poco de fuerza y así pude entrar a ella, todo estaba oscuro, no recuerdo la última vez que hubo luz en ella, nunca enciendo la luz del tomacorrientes, probablemente porque no quiero verlo otra vez, aunque la luz del sol que pega por mi ventana siempre me obliga a hacerlo, me recosté en mi cama, me tomé unas cuantas pastillas para conciliar el sueño, porque por mi propia cuenta no podría hacerlo o mejor no quiero hacerlo, ya que cada noche se repite el mismo sueño. Mis pensamientos se fundieron en nada, esperando poder soñar algo diferente esta vez.
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"Hate Sweetness"[En proceso]
Fiksi RemajaHanna es una chica que ha pasado por muchas situaciones difíciles, odia las cosas dulces, y que las personas traten de darle afecto. Pero ¿Por qué lo hace?... Pronto conocerá a alguien que le haga cambiar de parecer y poder ayudarla con sus traumas...