PARANOIA ★ WEI + WOOSHIN

#O4

Navidad. Se respiraba aquella palabra, los fuegos artificiales comenzaban a hacerse notar desde temprano. Sin embargo, Wooseok los odiaba. ¿Acaso no pensaban en los animales? Empatía, por favor.

— ¿Qué tengo que hacer para que me escuches? Te estoy llamando hace cinco minutos. — Su madre lo despertó de su trance y él negó varias veces con su cabeza, muy confundido. — Seokie, parece que estás enamorado. Ve a bañarte.

Kim menor soltó unas risas.

— Sí lo estoy. — Murmuró. Luego se paró del sofá y se dirigió al baño. Hoy era la noche más importante de su vida.

Salió de aquel lugar como nuevo; su cabello estaba un poco mojado, pero contrastaba a la perfección con su smokin negro. Se veía bastante sexy, aunque algo lo tenía que arruinar.
Su vista era muy mala, y por esa razón le era obligatorio utilizar gafas. Él las odiaba, eran redondas e incómodas, aunque.. Jihyuk siempre le recordaba que él era perfecto vistiera como vistiera, solo eso le importaba.

— ¿A qué hora comienza todo esto..? — Preguntó observando su reflejo en un espejo que había apenas entrar en su habitación.

— A las ocho, aún faltan veinte minutos. — avisó su madre, con total tranquilidad.

Kim menor abrió los ojos como platos, ¿Cómo era posible que el tiempo transcurriera tan rápido? Es decir, se había puesto champú unas tres veces, acondicionador unas dos y recuerda haberse enjabonado más de cinco ¡Pero no podía haber tardado tanto!

— ¿Sabes por qué Somi está tan contenta? — Preguntó dirigiendo su mirada a la mencionada, ella daba saltos de alegría.

— Ya lo sabrás, es una sorpresa.

¿Sorpresa? Su cumpleaños ya había pasado, el de su hermana también. Oh, cierto. Era navidad. Cualquier sorpresa o regalo de navidad era bueno, sus padres lo conocían. Wooseok sonrió y se dio un último vistazo en el espejo, respiró hondo y comenzó a prepararse mentalmente para lo que venía.

¡Ding dong!

El corazón de Wooseok dio un vuelco. Sus emociones se encontraron, sus manos comenzaron a sudar en exceso.
No quería salir de su habitación, ¿Y si los padres de Jinhyuk tenían una mala impresión de él? ¿Qué se supone que iba a hacer cuando dijera delante de todos que lo amaba, y que quería una vida entera con él?

Risas y conversaciones animada podían oírse, el invitado de honor lo buscaba con la mirada, pero nada. Solo podía ver a la hermana de él, consumiendo cualquier rastro de paciencia que había en su cuerpo.

Con una falsa sonrisa, se sentó en el sofá donde el señor Kim solía leer el diario. Su familia imitó la acción y siguieron la conversación allí, más cómodos, mientras el pavo terminaba de hacerse.
Cada tanto asentía, aunque no prestaba mucha atención a las palabras que compartían aquellas personas. Las únicas palabras que le interesaban eran las de Seokie.

Su traje gris oscuro lo estaba matando, estaba más que apretado, sentía que iba a dejar de respirar en cualquier momento. Y, esa sensación se intensificó aún más cuando lo vio salir de su recámara, luciendo como un mismísimo Dios Griego. Sus labios se separaron, formando una pequeña "o" que no se gastó en ocultar.

— Buenas noches. — Saludó a todas las personas presentes e hizo una leve reverencia. — Lamento la tardanza.

Todos se pararon de sus asientos. Una de las pocas sirvientas que habían configuró el tocadiscos y una suave música comenzó a sonar. Jinhyuk lo observó con una lujuriosa sonrisa entre sus labios.

— Bien, chicos. Ustedes solo.. Conózcanse. Van a pasar mucho tiempo juntos de ahora en más. — La mamá de Jinhyuk los dejó solos y fue con el resto de adultos, incluida Somi.

Luego de verificar que nadie estuviera cerca, Lee lo atrajo a su cuerpo y se acercó a su oído.

— ¿Por qué me haces esto? — Susurró contra él. — No sé si voy a resistirme a besarte. — Kim se alejó rápidamente, sonrojado.

— Luego del pavo.. ¿Verdad?

Los dos muchachos tomaron distancia al escuchar pasos cerca de ellos, luego la mujer de limpieza se fue por otro pasillo.

— Sí, cielito. — Pasó una mano por el cuello del menor y sonrió. — Te quiero mucho, Seokie.

Sus ojos se encontraron por un largo minuto. No podían despegarse, eran como goma de mascar. Jinhyuk lo observaba y, sus ojos se cristalizaban.

— Podrían oírnos. — Susurró Kim después de aquel contacto, pero al mismo tiempo estando alterado.
Se sentó en el sofá anteriormente habitado y golpeó despacio el asiento libre a su lado. — Tengo al novio más amable y apuesto del universo, juro que no puedo creerlo. — devolvió apenas el mayor se sentó junto a él. Lee sonrió mordiendo sus labios para no llorar.

¿Acaso él era real? ¿Existía mejor persona que Wooseok? Era como un ángel caído del cielo.
Luego rieron y esperaron a ser llamados. Entre ellos las cosas eran cómodas, no les gustaba exhibirse con sus familias. Pero, ambos sabían que el momento llegaría; esa noche, llegaría.

El pavo quedó destrozado; faltaban muchos trozos de su rostizado cuerpo. El estómago de Wooseok era un mar en medio de una tormenta. Respiraba hondo para calmarse pero, nada le funcionaba.

La señora Kim se levantó de su silla y alzó una copa, llena de champaña. Elevó su dedo meñique y sonrió a la mesa.

— Quiero hacer un brindis especial esta noche. Quiero celebrar, con esta copa, el motivo por el cuál estamos aquí. — El menor de la mesa sintió un gran alivio, quizás ya lo sabían.

— ¡Y-yo también quiero celebrar esta noche! — La señora Kim elevó su mirada y se encontró a un muy nervioso Jinhyuk, alzando otra copa.

— Adelante, tu primero. — Wooseok sintió como su mundo frenaba. Jinhyuk tomó una bocanada de aire y se llenó de seguridad.

— Antes que nada.. No quiero decepcionar a nadie diciendo lo que voy a decir a continuación. No importa que lo acepten o no, yo creo que es un buen momento para celebrarlo. — Wooseok lo miraba atentamente, Jinhyuk no despegaba sus ojos de él. — El amor es.. Amor. Y, todos estos últimos meses, ¡Casi el último año! Estuve perdidamente enamorado de una persona, y, — Tomó aire y volvió a hablar — Lo siento Somi, pero esa no eres tú.

Los padres de los jóvenes abrieron sus bocas, expresando su sorpresa. Wooseok no sabía cómo reaccionar ante eso, no entendía por qué había nombrado a su hermana.

— Wooseok, él.. Él es la razón de por qué sonrío en las mañanas. Gracias a el aún no me he rendido, gracias a él todavía estoy en pie. No puedo explicar con palabras todo lo que me hace sentir esa persona hermosa, simplemente.. Hace que pierda la cabeza. Estoy más que enamorado de Seokie, y me gustaría que él sea mi espo.. — Una bofetada rompió contra su rostro.

— ¿¡Qué es lo que te sucede!? — El señor Kim, luego de abofetearlo, lo tomó por la corbata de su traje e intentó golpearlo.

Todo se fue para abajo en menos de cinco minutos. Wooseok derramaba lágrimas a más no poder, esa palabras realmente lo habían conmovido. Mientras intentaba separar a su pareja de su padre, recibió varios puñetazos del señor Lee, todos certeros hasta hacerlo caer al piso.
Podía oír el llanto de su hermana de fondo, ambas madres estaban consolándola mientras los hombres golpeaban a los muchachos sin descanso.

No le dolía, más bien, no sentía nada. Apenas podía ver, sus gafas estaban en el suelo, por algún lado, destrozadas.
Jinhyuk intentaba tomar su mano, pero él simplemente.. No alcanzaba a tomarla. Estaba muy lejos, no podía medir las distancias, solo sabía que sus piernas no reaccionaban. No se podía mover.