5. SOSPECHA

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Lia despertó unos días después en la enfermería, algo adolorida.

—Te lo dije —se oyó una voz enfadada—. La despertarás.

—Lo siento —murmuró Harry a su lado, culpable—. ¡Hola! ¿Qué tal estás?

—Horrible —bromeó Lia—. Ni siquiera sé quién soy, y mucho menos quiénes sois vosotros.

—No... No puede ser, la señora Pomfrey solo dijo que... —comenzó Ron, pero Harry se acercó a Lia y le puso una mano en el hombro, interrumpiéndolo.

—¿Qué recuerdas? —preguntó, y Lia fingió reflexionar.

—Mmm... A ver, me llamo Lia, ¿verdad? Tengo diez, casi once años y... acabo de... despertar tras... unos cuantos días de inconsciencia por... un... pequeño accidente con un trol, ¿verdad?

—Dos, concretamente —exclamó aliviado Harry, abrazándola—. Ya veo que estás bien, Lia.

—Sí, algo adolorida, pero bueno, estoy perfectamente.

—Ya habéis estado bastante tiempo, ahora... ¡Fuera, que la desper...! ¡Ah, ya está despierta! En ese caso, dejadla descansar.

—Señora Pomfrey, ¿puede quedarse alguien? Es que... necesito compañía para no aburrirme —dijo Lia, haciendo un puchero.

—Está bien, pero solo una hora y una persona —dijo la enfermera, algo enfurruñada.

Después de que el trío discutiera un poco, decidieron que Harry se quedaría con Lia. Hablaron de algunas cosas que habían pasado. Hermione le dejó a Harry los deberes que tenía que hacer, pero él no dejó que Lia empezara porque le dio los suyos para que copiara

—¿Y la bonita amistad de Hermione con vosotros a qué se debe? —preguntó Lia, curiosa—. ¿No la detestaban? "Ya debe de haberse dado cuenta de que no tiene amigos" —citó las palabras de Ron, intentando imitar su voz. Harry rió y le contagió la risa. Cuando se calmaron, él respondió:

—Después de que tú quedaras inconsciente, llegó la profesora McGonagall. Hermione nos salvó de ser castigados o expulsados y así nos hicimos amigos.

—Oh, qué pena, me gustaría haber estado en ese momento. Sé que dije que no volvería a ser vuestra amiga, pero, la verdad, fue sin pensar, así que si queréis tenerme con vosotros...

—Por supuesto, eres bienvenida.

Hablaron de cosas triviales hasta que la señora Pomfrey echó a Harry. Una hora después, una lechuza entró por la ventana de la enfermería. Lia desató la carta y la escaneó con su teléfono. Esta decía:

"Esta es Hedwig, mi lechuza, no sé si podrás comunicarte así, pero podemos pasar el rato hablando mediante cartas si quieres.

Un saludo,

Harry".

Lia escribió detrás del pergamino, torpemente y doblando varias veces el rollo para hacer líneas ni tan finas ni tan gruesas:

"Lo siento por hacer esto, pero si no lo hago escribiré muy torcido y no quiero gastar pergamino, no más de lo necesario. Tampoco sé si será fácil de descifrar, pero aquí va mi intento de escribir claramente. Así podríamos pasar el tiempo, no creo que a la señora Pomfrey le importe, ¿no?

Lia".

Ató la carta a Hedwig y esperó la respuesta. Media hora más tarde llegó:

"Soy Hermione, y no está mal, hay algunas palabras que han sido algo difíci...

Soy Ron, y lo que ha dicho Hermione es mentira, no entendí nad...

Soy Harry, y no hagas caso de Ron, yo creo que está bien, aunque hay algunas palabras que nos costó entender. Me sería difícil escribir así, la verdad".

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⏰ Última actualización: Jul 28 ⏰

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