Sophie [Harvey Mills]

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|•|I love you|•|

Ya había pasado noviembre y diciembre nos daba la bienvenida con las luces de navidad ya encendidas y con una fino manto blanco el cual cubría todas las calles dándonos una visión espectacular, parecía mágico y alegre. Era un escenario digno de película.

Me paseaba por las calles del centro de brekshire, nervioso, debía de ir al encuentro de Sophie con la cual había quedado para ver las bonitas luces navideñas por la noche. Estaba feliz por ello, sin embargo hacia tiempo que sabía que algo andaba mal, no sabía lo que era, pero había algo que me olía a gato encerrado.

Apoyé mi espalda en una pared esperando a que Sophie viniese, mientras revisé mi teléfono, estaba tan ensismismado viendo publicaciones en instagram que la llegada de mi compañera me tomó por sorpresa aunque sabía que debía de llegar en cualquier momento. Le miré y fue entonces cuando sentí derretirme ¿Sabéis de aquella sensación cuando veis algo tan espectacular que os da miedo mirar mucho por si llegas a dañarlo? Así me sentía al verla. Sentí que podría quedarme todo así, examinandola como la obra de arte que era. 
Me abrazó y yo le devolví el abrazo como si fuese el último, un abrazo fuerte y cariñoso, sentí como se ponía de puntillas para abrazarme mejor, aquel gesto me conmovió.

— Y bien ¿te gusta?— giró sobre sí misma un vez que terminamos aquel abrazo. Asentí regalándole mi mejor sonrisa como ella hacía todos los días. Se veía espectacular con el pelo corto.— no sé, me apetecía un cambió y con un poco del dinero que tenía ahorrado me lo corte— sonrió mientras se agarraba un mechón de pelo liso y lo examinaba.

— te ves preciosa— vi como se sonrojaba y me brindo un "gracias".

—¡vayamos a ver las luces!— me cogió la mano y entrelazados nuestros dedos, era una bonita sensación, aunque el contacto fuese a través de los guantes.
Fuimos a ver las luces, ella se veía tan bonita observando con esplendor las luces que tan solo viéndola yo igual me maravillaba por la misma decoración de todos los años. Estábamos por irnos a tomarnos unos chocolates calientes cuando ella me cogió del brazo y con entusiasmo me guío hasta unos metros delante de gran árbol navideño. Sacó su móvil.

—¡Hagamonos una foto! ¡Quiero recordar siempre este día!— reí ante su entusiamos de niña de 5 años y asentí, me puse a su lado y sonreí hacia la cámara, ella hizo lo mismo y nos hicimos aquel selfie.— ¡Me encanta! Muchas gracias Harvs

— No, Muchas gracias a tí.

—🦋—

Me senté en una silla, despojándose de mi abrigo, bufanda y guantes, ella hizo lo mismo, miró la cartelera y asintió decidía, seguramente ya sabría lo que pedir. Yo miré igual lo que quería. Una vez pedimos nos despedimos a charlar. Charlamos y charlamos durante todo el lapsus de tiempo mientras nos tomábamos los chocolates y demás.
Una vez terminó con todo se echó hacia atrás en la silla y puso una mano en su barriga.

—Estoy que exploto— nos reímos, habíamos comido bien.

Tras pagar e irnos del local nos dirigimos a ver tiendas y a dar un gran paseo por el centro, compramos algunos regalos navideños y cuando la hora de la cena estaban apunto de dar, decidimos irnos, andamos hasta llegar a la calle de Sophie ahí empecé una conversación con ella. Hoy era el día.

—Sophie, muchas gracias por todo, hoy a sido un espléndido día.— apreté su mano, dándole todo el amor que pude con ese aprentón, río Feliz y con ojos achinados y sonrisa amplía me dió igual las gracias.

—Harvs, te has convertido en alguien muy especial para mí, muchas gracias por estar conmigo siempre.— me abrazó, ya estábamos en la puerta de su casa.

—No hay que dármelas, lo hago porque te quiero, Sophie— le ví sonrojarse yo igual me sonroje y me reí, parecíamos lo que éramos; adolescentes inespertos de la vida.

—Yo igual te quiero, Harvey— me abrazó como nunca lo había hecho y yo sin dudarlo, le abracé. Me ponía tan feliz que aquellas palabras hubiesen salido de su boca que mi sonrisa no cesaba.

Una vez nos despedimos y vi que entraba en su casa, me dirigí a la mía. Sophie se había convertido en alguien muy especial para mí y podría jurar que si algún día me faltaba me podría morir. Ella era tan especial, tan única, tan preciosa. Era una obra de arte creada con pinceladas suaves y precipitadas. Era un sol que podía iluminarte los días.
Realmente me gustaba, aquella chica de la librería.
Realmente le quería.

—🦋—

Le amo y siempre le amaré.
Sophie, eres la chica la cual se robó mi sueño alguna que otra noche, la chica causante de mis lagrimas.
Mi amor tiene tu nombre.

—🦋—

Quiero un Hervey en mi vida.
¿Os a gustado?
Quería poner algo bonito antes del desastre.
Quizás le queden cosa de 6 capítulos o menos. No sé cómo me las apañaré.

Os ama: Mariposa.

PD: ¿Después de que termine esta novela os gustaría que hiciese otra pero "teamMax"?