Sentí su pecho en mi espalda, su respiración rozando mi cuello, cerré los ojos disfrutando del placer que se extendío por mi cuerpo con ese exquisito roce, cosa que jamás admitiría delante de él ni de nadie, porque ese hombre por más tentador que se...
Nota: Como ya saben NO soy escritora, simplemente soy una muggle con imaginación algo inquieta, por eso seguramente se encontraran con muchísimos errores, les agradezco que me lo hagan saber en los comentarios para así al terminar la historia poder corregirlos, gracias a todos los que siguen está loca historia.
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* *SKYLER**
Decido dejarme guiar por lo que quiero y no por lo que debo, así que me acerco a ella antes de arrepentirme de esto.
-¿Qué haces despierta a esta hora?- Pregunto y ella no se sorprende.
-No logro dormir ¿ y tú?- Dice sin girarse.
-¿La verdad o la mentira?-
-La verdad supongo- Se ríe, ahora si gira y puedo ver como le brillan esos ojos que tanto me encantan.
-Pensaba decirte que solo he salido a fumar, pero la verdad es que no logro dormir porque cada vez que cierro los ojos solo pienso en ti.
Abre los ojos como platos y se sonroja.
Vaya pensé que jamás la vería sonrojarse de esa manera.
Trata de mirar hacia otra parte y la tomo de la barbilla.
-¿Puedo?- Pregunto tomando de su muñeca la goma negra que siempre carga allí.
-¿Que haces?- Rie cuando me acerco a ella y comienzo a amarrarle una coleta alta en todo su cabello.
-Me encanta así, te ves hermosa, y puedo admirar mejor cuando te sonrojas.
-Yo no me sonrojo- Alza una ceja y yo me acerco mas a ella tomandola de la cintura.
-Si lo haces- Siento como su respiración se vuelve un poco más errática como la mía.- Justo ahora.
Beso sus mejillas sonrojadas y luego la punta de su nariz para observarla luego fijamente a los ojos.
Nos miramos un largo rato en el que parece que somos los únicos dueños del universo.
Esta mujer me tiene loco, ella no es un ángel totalmente ni una diabla por completo, es perfecta porque es el equilibrio entre el bien y el mal.
Me encanta porque ella tiene ese equilibrio que yo no poseo y esa libertad por la cual yo mataría.
La tomo lentamente de la barbilla y uno nuestros labios en un beso que me corresponde, lo hace sin esperar nisiquiera un segundo, eso es lo que me da el camino libre para la lo que estoy a punto de hacer.
Devoro su boca en un beso apasionado, con necesidad, y siento sus manos jugando con mis cabellos, eso me enciende. Si ella supiera lo que me excita cuando hace eso.
La tomo con mis fuertes brazos bajo sus glúteos y la alzo colocando ambas piernas abrazando mis caderas.
Siento como comienza a latir mi entrepierna con cada lamida y cada mordisco que le dá a mis labios, la subo a la encimera de la cocina abro sus piernas que van casi al descubierto con ese diminuto short de seda.
