Correr era siempre la acción que tomaba Antonia cuando terminaban las clases, era su pequeña táctica para que los abusones de su curso no le alcancen, aunque ahora mismo corría más de lo usual ¿Cuál era el motivo de esto?, Muy simple, su colegio había cambiado drásticamente el horario de las clases, haciendo que todos los cursos salieran a la misma hora. Todos por igual y su curso en horario normal salían un poquito más temprano que el resto de la escuela.
Por esto mismo Antonia corría como su edad y físico le dejaban, pero como cualquier otro niño se cansó y paro en seco en una plaza, no recordaba el nombre de esta, pero lo que ella sabía cien por ciento era que la plaza era muy pequeña y tenía muy poca vegetación en comparación a las demás plazas que conocía en su ciudad.
Se estaba sujetando de un árbol y estaba respirando entre cortadamente para recuperar todas sus fuerzas que había perdido. Ella no podía detenerse ahora mismo, tenía que volver a correr, la razón era que los tres monos estúpidos (Como le decía Antonia a los niños que la molestaban todos los días) le estaban persiguiendo desde que salió de su escuela, iniciando así una pequeña persecución
Ya había descanso lo suficiente y cuando iba a correr nuevamente un golpe como el de una piedra, grande o mediana, o algo similar había impactado en su nuca, haciendo que ella pierda el equilibrio momentáneamente.
Antonia en ese momento volteo la cabeza para atrás y pudo ver a tres niños que ya conocía de ante mano, los tres tenían una piedra, excepto claro el que estaba en el centro del Mini grupo, su piedra ya había sido lanzada contra la nuca de Antonia, intento correr pero otra piedra la golpeo, pero en este caso fue en la cabeza. Se cayó, pero en ningún momento se desmayó.
-¿Viste eso Benito? Aun estando ella en movimiento le di - .Dijo el niño que estaba a la izquierda, era el mismo quien le había dado en la cabeza en ese mismo instante -. Creo que eso se merece veinte Puntos
-Mark, cualquiera le puede dar en la cabeza a un niño, pero muy pocos le dan en la nuca como lo hizo Benito -. Dijo un niño, un simio sub desarrollado, con gafas que estaba a la derecha, él era Felipe, su primer amigo y el primero que la utilizo.
Al final el niño que estaba en medio era Benito Riquelme, era un niño obeso, pero que el mismo se auto proclamaba como "Fuerte" en lugar de gordo, nadie le decía lo contrario, todos los niños de la escuela le tenían miedo y el usaba este mismo miedo para atemorizarlos y controlarlos, todos excepto a Antonia.
Ella era la única quien desobedecía las ordenes "Absolutas" del niño gordo (O mejor dicho lo le decía ella, Simio gordo estúpido), esto hacia enfadar claramente a Benito y por consecuencia también hacia enfadar a su pequeños grupo, es por este motivo que Benito y su grupo golpeaban y molestaban a Antonia, por este mismo motivo ninguna niño quería estar junto a ella, ninguno de ellos quería estar en medio de 7una batalla donde se veía claramente quien era el vencedor, y la única persona que decía ser su amigo en realidad simplemente seguía la ordenes de Benito para hacerla sufrir más de lo que está.
-Es cierto que ella estaba en movimiento cuando le diste, pero... Le diste en su delicada cabecita -. Dijo Benito con un tono de burla en su última frase.- Así que, son diez puntos para ti mi amigo Mark.
Benito se acercó lentamente a donde había caído Antonia, cuando estuvo al lado de ella, se agacho y miro fijamente los ojos de Antonia, no expresaban nada en absoluto, era como si hubiera aceptado lo que va a pasar.
-No me mires con esa fría mirada tuya -. Benito dijo acercando su mano a la larga, sedosa y negra cabellera de Antonia.- Mejor muéstrame tu mirada de puta que tienes cuando yo te haga sufrir.
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Incluso en la luz hay oscuridad.
Non-FictionAntonia es una joven que ha sufrido durante toda su vida. pero al cumplir sus dieciséis años toda su vida que iba mal ahora va a ir a peor