Capítulo 6:

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Cleo y Romina se encontraban guardando sus pertenecías en el casillero cuando se escuchó muchas exclamaciones de parte de varias chicas. Cuando voltearon a ver por el montón de suspiros, Cleo espero ver a León o algún otro chico del equipo de Futbol, normalmente las chicas se volvían locas por esos chicos, pero sorpresivamente se encontró con Asher.

- ¿Desde cuándo Asher es tan popular?-pregunto Cleo un tanto extrañada. Hasta hace poco las chicas le huían a Asher por miedo, creían que el chico pertenecía a una pandilla o algo por el estilo.

- ¿Celosa?-pregunto Romina con una sonrisa, a lo que Cleo puso os ojos en blanco- La verdad no lo sé, creo que está de moda eso de los chicos malos además el que tu estés interesada en él también tiene mucho que ver-

- yo no estoy interesada en el de esa forma-

- si tú lo dices-

...

Cuando tiene hora libre, Cleo aprovecha esto para hacer de forma adelantada todas sus tareas, al igual que muchos de sus compañeros, por eso no era raro ver la biblioteca llena en esas horas. La biblioteca, no era como otras bibliotecas de otras escuelas en donde todo es muy limitado.

Entre la hilera de estantes habían muebles muy cómodos y modernos, se podría hablar y gritar tanto como quisiera uno, parecía más una zona de descanso que una biblioteca. Y esto se permitía porque la biblioteca tenia salas de estudio, que son salas pequeñas aprueba de sonido, con un mesón, sillas cómodas y un pizarrón acrílico blanco.

Había salas que soportaban una cantidad de 10 personas como también había salas más pequeñas que solo eran para dos personas y estas tenían una o dos computadoras equipadas.

Estas salas se usaban para solamente estudiar y que los maestros den tutorías. Para que te presten una de estas salas, había que llenar todo un formulario y había que solicitarlo con un tiempo de antelación de tres días. Pero eso era para un mortal cualquiera, pero si tienes record en la biblioteca y estabas en top de las mejores calificaciones, te daba la llave casi el mismo día.

Y si eras Cleo, te daban la mejor de las salas. Y aunque ella pidiera una simple sala para dos, la bibliotecaria siempre le daba una de las salas especiales. Las salas especiales son casi las mismas que las normales, solo que las sillas son mucho más cómodas, había un pantalla plasma de tamaño mediano y parlantes de sonido con gran capacidad. Se suponía que estas salas solo las podían pedir los profesores, pero a Cleo le daban una sin ningún problema y aunque ella no la pidió.

Podría ser porque el padre de Cleo hacia generosas donaciones a la escuela, o que la bibliotecaria era un amor de persona con ella mientras era un total ogro con los demás.

La sala que esta vez le dieron estaba en el segundo piso, todas las salas sin excepción tienen la pared de frente hecha de vidrio por lo que todos podían ver lo que estás haciendo y tu podías ver todo lo que había afuera y esto más que todo para que los adolescentes hormonales no se le ocurrieran hacer otro tipo de actividades indebidas en las salas.

Ya que le daban una de las salas especiales, Cleo conectaba su teléfono por medio de Bluetooth a los parlantes para poder escuchar bien su música sin problema.

Aun con todos sus materiales regados en la mesa, todavía ni siquiera abarcaba la mitad de esta. Y hace rato se había olvidado de que una señorita debía de estar sentada correctamente, ya no le importaba que le dijeran, estar sentada tanto tiempo en una posición le incomodaba.

Cleo ya había terminado su tarea de Matemáticas y Química, que eran las que más le preocupaba. Ahora se encontraba mordisqueando el borrador de su lápiz para bocetos pensando en que podía hacer para su proyecto de Artes.

No te guies de las AparienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora