Maldito Idiota ♡19 Days♡

Capítulo 4

Los rumores circularon por toda la escuela, en todos los pasillos solo se podía escuchar la noticia de que el chico más papular de la escuela se había visto en "secreto" con Mo, la chica delincuente.

Pero claro que todo esto no era verdad, el que se habían visto en secreto y el hecho de que Mo Guan Shan era la más peligrosa dentro de la escuela sólo eran perjuicios y falsos rumores para arruinar su vida más de lo que ya estaba. Querían que se alejara de He Tian, sus admiradoras eran el verdadero peligro.

Ambos ignoraron estos rumores siguiendo con su vida. He Tian fué a la enfermería y le pidió a Mo, como recompensa por sus heridas, que le cocinara algo para él. Por supuesto que intentó negarse pero el gran idiota la manipuló.

Una cosa llegó a la otra y ahora se encontraban en al cocina acompañados por sus, ahora, amigos de la escuela, Jian Yi y Zhan Xixi, se habían colado como si nada y ahora Mo tenía que cocinar también para ellos.

Aún así Mo se las arregló para llevarlos a la cocina y ponerlos a cortar algunas verduras.

-¡Malditos holgazanes, no saben hacer nada!-la verdad es que ellos eran un asco para cocinar, en especial un pelinegro bueno en todo pero a la vez en nada.-¿No sabes si quiera cortar las cebollas?

-¿Como voy a saber si nunca me enseñas?-He Tian la miraba divertido, le gustaba el hecho de poder molestarla y agotar su paciencia.

-Diablos, sí que eres un bueno para nada. Tienes dinero, ¿Por qué no te inscribes en una clase de cocina o le pagas a alguien para que te cocine?

-Prefiero tus servicios.-dice mientras esbozaba una sonrisa burlona.

-Yo prefiero irme de aquí.-lo miró de mala manera y se dió la vuelta para seguir con su trabajo.

Después de que estuviera la comida los chicos se dirigieron hacía el living para aprovecharse de la enorme televisión del pelinegro. Mientras tanto, la pelimarrón se encontraba limpiando todo el desastre que sus compañeros habían dejado.

Luego de la torturaza limpieza Mo ya tenía que irse, en este caso se encontraba a solas con He Tian ya que los chicos se habían ido.

-¿Quieres que te acompañe?-preguntó sonriendo mientras se encontraba a unos pasos adelante de ella.

-Paso, me iré sola.-acarició su propio brazo intentando calentarse, era de noche y los grados bajaron. He Tian notó esto y le ofreció su abrigo.-¿Ahora eres un caballero?-habló sarcasticamente levantando una ceja. El pelinegro ignoró esto y se acercó a ella poniendo su abrigo por detrás de una Mo sorprendida.-¡¿Que haces idiota?!-intentó quitársela rápidamente pero el pelinegro fué más rápido y no le permitió continuar.

-Quedátelo.

Mo no hizo más esfuerzo y obedeció, no estaba de ánimos para discutir con él, más cuando daba a conocer aquella voz tan grave y esa mirada profunda.

-En el futuro no intentes cargar con todo tú sola, a partir de ahora también me tienes a mí.-puso su mano sobre la cabeza de la pelimarron, acariciandola suavemente antes de irse.

Sus ojos compenzaron a humedeserse, era una persona muy sensible en un mundo duro. Que alguien hablara de sus problemas era algo nuevo y extraño para ella, mucho más si se trataba de alguien que tuvo que cambiar para ayudar a su madre.

Todo lo hacía por ella.

. . .

Ya era fin de semana, por suerte para Mo no tenía que ver a ese idiota. Se encontraba recostada en su cama escuchando música mientras esperada a que su madre terminara de hacer la cena.

De repente el timbre sinó llamando la atención de la pelimarrón, no era usual que las visitaran. Se sacó los audífonos y pudo escuchar a su madre muy animada saludando a lo que parecía ser la voz de un muchacho. Se levantó rápidamente con la sospecha de saber quién era.

Abrió la puerta y se encontró con la risa de su madre mirando a la persona que menos deseaba ver.

-Buenos días.-sonrió mirandola de arriba a abajo.

-Mo no te quedes ahí, saluda a la visita.

-¿Que hace aquí?-respondió mirando al pelinegro con mala gana.

-Lo ví en la reunión de padres así que decidí invitarlo a cenar, se llama He Tian, presentate no seas descortez.

-Si mamá, ya sé quién es.-rodó sus ojos e ignoró la mirada del pelinegro aún sonriendo.

-¿Por qué no le enseñas tu habitación mientras termino de cocinar?-le sonrió su madre amablemente.

-Eso me encontraría.-el pelinegro la miró con burla sonriendo de forma acosadora.

-Me arrepentiré de esto, como sea, vamos.-se dirigió hacía su habitación seguida por un pelinegro que seguramente se aprovecharía de esto. Entraron y rápidamente He Tian cerró la puerta sin dejar que Mo reaccione.

-Oye, date la vuelta.

-No lo haré, enfermo.-su sonrisa sádica la asustada, sabía que el chico era capaz de todo. Pero aún ante eso se mantuvo firme.

Se acercó a ella y la tomó del cuello con una mano para luego tumbarla en la cama y dejarla sin escapatoria. Acercó su mano libre a la oreja de la chica y puso unos pequeños pendientes negros. Se levantó rápidamente antes de que la chica le pateara-Bien.-sonrió de forma tierna mientras se alejaba.-Un pendiente para tí.

Tocó su pendiente suavemente mientras intentaba quitárselo-No me gusta.

-Escucha, mañana es sábado, debes ponerte esos aretes y luego ven a buscarme.

Antes de darle tiempo para responder la madre de Mo entró en la habitación.-Vamos a comer.

. . .

-Ya invadiste mi casa y cenaste, ya vete.-caminó hacía el pasillo para luego abrir la puerta.

-Muy bien, muy bien, te veré mañana.-sonrió mientras se dirigía hacía la salida.

-No cuentes no eso, no iré.

-Será mejor que me hagas caso, haré tu día imposible si no vienes.-la miró sádicamente mientras se acercaba peligrosamente a ella.

-C-como sea, es sábado, seguro que me levantaré tarde.-intentó escapar de la mirada del pelinegro, pero eso era imposible, su mirada era muy penetrante logrando ponerla aún más nerviosa.-¡Ya lárgate!-Lo empujó rápidamente y cerró la puerta ante un pelinegro riendo sonoramente.

-¡Nos vemos, Little Bitch!

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He decidido publicar el capítulo unos días antes de lo previsto ya que haré un viaje largo, aún así seguiré publicando.

También aviso que subiré los capítulos cada diez días, me parece mucho mas conveniente.

¡Muchas gracias por leer! Nos leemos el viernes veine.