6. Min Chaerin

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Nada más llegar a MY, Min se encerró en la sala de juntas con todos los accionistas, no sin antes dejarme acomodando su oficina.

Llevaba por lo menos media hora limpiando y acomodando los libros de los dos estantes que se encontraban dentro.

Ahora, que me tocaba terminar de limpiar la parte superior del último estante, agradecía a HoSeok, el asistente de YoonGi por traerme un banquito de madera después de que me encontrara tratando de acomodar todos los libros.

Agarre el último libro para sacudir el polvo de él y ponerlo nuevamente en su lugar correspondiente, pero cuando estaba subiendo al banco el libro resbaló, solté una exclamación de sorpresa y trate de agarrarlo antes de que impactara contra el piso de madera.

Fruncí el ceño y me baje del banco para tomarlo y volver a limpiarlo, sin embargo un pedazo de papel debajo del escritorio de Min llamo mi atención.

Puse el libro de nuevo sobre el escritorio y me agache para tomar el pedazo de papel. Sabía que estaba mal leerlo pero la curiosidad termino ganadome. Lo desdoble y vi la hora en mi teléfono, todavía no pasaba ni una hora desde que Min se había ido a su junta, así que con más confianza volví mi vista a la pulcra letra.

Mis ojos se movieron rápidamente, leyendo, solamente para enterarme que era el nombre de Taehyung, junto a su nombre y una nota en la que explicaba que era su nuevo número.

Rodé los ojos y volví a poner la hoja en su lugar dentro del libro, lo limpié y lo puse en su lugar, esta vez con mas cuidado.

Ya que termine, baje del banquito y solte un suspiro de satisfacción.

Moví mi mano por sobre la superficie del librero para confirmar que no quedaba ni un rastro de polvo y camine cargando el banquito con la otra. Apenas salí de la oficina de Min, me encontré con una mujer, hermosa de pies a cabeza, su cabello perfectamente acomodado, sus zapatillas de tacón rosa y el saco del mismo color que llegaba por sus rodillas sin una sola arruga; sus labios se estiraron en una sonrisa y sus ojos se escondieron entre largas pestañas.

—¿Se encuentra YoonGi?.

Su voz salió dulce, su acento delataba que no era de Seúl.

—En este momento se encuentra en una junta.

Le di una media sonrisa mientras dejaba el banco a un lado mío y tomaba mi lugar detrás del escritorio. Su mirada me siguió de arriba abajo en mi camino.

—Uh...

—¿Gustas esperar?, la junta terminan en treinta minutos.

La chica asintió. Tomo asiento en uno de los pequeños sillones que se encontraban frente a mi, suspirando.

Mi vista dejo su rostro con bellas facciones para tratar de arreglar mi desordenado cabello a un lado y acomodar las mangas de la camisa rosa.

—Siento que te he visto en alguna parte...— Mi atención regreso a ella en segundos. —Pero no sé en donde.

Fruncí el ceño y por un momento pensé en todas las chicas que conocía o había llegado a conocer, pero negué. —No lo creo.

La sonrisa que ella me dió mando escalofríos a todo mi cuerpo. Los próximos minutos me pase acomodando la agenda de Min para después regresarla a HoSeok, bajo la mirada de la risueña chica.

Cuando voltee a ver el reloj ya había pasado mas de media hora y YoonGi caminaba por el pasillo hacia mi escritorio, la mirada sobre la libreta de notas.

—¿Estas seguro que enviaste el archivo a Kim?.

HoSeok asintio mientras caminaba a un lado de Min, viendo la carpeta entre sus manos.

—Se la envie este fin de semana.

Mis ojos se despegaron de ambos chicos cuando la pelinegra salto sobre YoonGi en un abrazo, a la vez que HoSeok se movía en un salto por el susto. Mi ceño se frunció cuando en el serio rostro de Min apareció una sonrisa.

—¡MinMin!— los labios rojos de la chica aterrizaron en una de sus mejillas, dejando una leve marca.

Escribí en el computador de forma violenta hasta que el brazo de HoSeok se paso por mis hombros de forma amigable.

—¿Todo bien, dulzura?.

Asentí, viendo como Min le susurraba unas cuantas cosas a la pelinegra justo cuando atravesaban la puerta a su oficina.

—Oye, estaba pensando que después de la junta con los accionistas todos podíamos salir a beber un poco— Dijo mientras me guiñaba un ojo haciéndome sonrojar —Ya sabes, después de cerrar el mejor trato de nuestras vidas es inaceptable no festejar, y ya que Min esta de buenas con la visita de su hermana— me codeo, señalandome la oficina.

Sentí burbujas subiendome desde mi estómago hasta mi garganta. ¡Claro!, ¡por supuesto que era Chaerin!.

Trate de tragarme mi sorpresa, a la vez que respondía un: —Claro, sería perfecto— casi sin voz.

HoSeok se alejo un poco de mi dándose cuenta que invadía mi espacio personal y sonrió aún más.

—Genial, ¿podrías avisarle a los chicos?, ahora mismo se encuentran ensayando. — al parecer la duda se reflejo en mis ojos, cuando su mirada viajo de mi a un Min demasiado ocupado. —No se preocupéis, hermoso caballero— el raro acento me hizo reir al tiempo que me tomaba por los hombros ayudándome a bajar de la silla alta. —Yo te cuido el puesto, mi amor.

Sonreí —seguramente así le dices a todos, pero esta bien para mi— su sonrisa se ensanchó al ver que le seguía la jugada, de todo modos, ¿qué perdía?.

—Ve, ve rápido, estoy cansadísimo y hacerlo de recepcionista ahora me viene genial.

Negué divertido y entre al elevador para llegar al quinto piso.

Mientras bajaba pensé en el encuentro con Chaerin, tal vez se había operado. Negué. Solo maduro, demasiado, aunque su vibra seguia siendo la de una chica sonriente y amable, desprendía cierto toque de madurez que solo puede tener una mujer adulta, ya casi entrando a los cuarenta, la mujer sigue siendo igual de bella que siempre.

Suspire, ella había sido una gran influencia en mi vida y ahora ni siquiera podía reconocerla.

Salí de mis pensamientos al escuchar el pitido que anunciaba mi llegada al quinto piso.

Nada más al salir me encontré con el dúo de chicos y un grupo más alejado, todos concentrados en las indicaciones del instructor.

Tropecé con una botella de agua ganándome la atención de todos. Mis mejillas se sonrojaron cuando todas las miradas se posaron en mi.

—¿Qué se le ofece, jóven?.

Trague saliva viendo los ojos marrones del instructor.





Secretario Park || PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora