2. El mismo chico caprichoso

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El mismo chico caprichoso.

El Lunes por la mañana llego el dinero que necesitaba para pagarle a Chanyeol. Justo como Min lo había prometido, la publicidad sobre Park'S volvió a la televisión, abarcando varios puntos clave, que comenzó a despertar el interés de las personas.

Por otro lado mi padre seguía sin querer salir del hoyo negro en el que él mismo se había tirado y yo me creo incapaz de poder sacarlo.

De camino a la casa de YoonGi, pienso en lo mucho que mi vida a cambiado, y aunque hay cosas malas no puedo estar más contento por ver todo lo que he recorrido y lo que he tenido que madurar. Sin duda mi madre estaría orgullosa.

Cuándo estoy a tres casas de llegar veo a tres señoras, las tres tienen su cabello casi en su totalidad canoso. Sus voces aunque bajas se oyen llenas de entusiasmo y por como veo que se mueven de un lado a otro sobre la banca puedo averiguar qué hablan de alguien. Cuándo entró en su campo de vista, sin perder los modales las saludo cordialmente sin dejar de caminar, recibo una respuesta animada de las tres señoras y puedo notar su curiosidad.

Pero sin duda la curiosidad es mía al ver a las señoras tan temprano, pero como mi madre siempre me decía: Para el chisme siempre hay tiempo. No puedo contener las ganas de perderme en mis recuerdo y sin querer me río. Tan solo en la calle como estoy, seguramente las señoras lo tomarán como un acto de locura.

Sin embargo cuando levantó la vista y me encuentro con el rostro de YoonGi lleno de confusión y una sonrisa divertida me hace volver a mí característica seriedad.

-Pense que no vendrías.

No pude evitar dar un pequeño recorrido con mi vista a su cuerpo cubierto por una bata blanca.

-Fui estúpido al firmar sin leer, sí, pero sostengo mi palabra.

Min eleva una ceja, por su expresión puedo deducir que no me cree en lo más mínimo y levanta una mano saludando a las señoras, que le devuelven el saludo con sonrisitas coquetas. Ruedo los ojos pero no puedo evitar soltar una risa divertida.

-Es emocionante tener todavía chicas detrás de mí.

Negué con la cabeza y le di un pequeño empujón para poder entrar -Son demasiado mayores.

YoonGi se encoge de hombros -Es broma, JiMin, una de ellas es mi abuela- Trago saliva cuando pasa un brazo por mi cintura y me acerca más a él. -¿Acaso estás celoso?.

-¿Cómo podría estar celoso de alguien como tú?, eso no pasará ni en tus sueños.

Veo como la cinta de su bata está a punto de abrirse y corro mi vista a la ventana cubierta por cortinas negras, que en realidad, combinan demasiado bien con la decoración animalista del lugar. -Con eso te refieres a que estoy feo, ó, ¿es porque antes era un chico pobre, que sufría bullying por entrar a aquella universidad de ricos con beca?.

Me acerco más a él, una de sus manos hacen círculos en mi cintura, cuando baja un poco más su mano, mi cerebro vuelve a funcionar y le doy un empujón que lo hace soltarme.

-No me vuelvas a tocar.

Su rostro parecía contraído por un dolor que aún no podía comprender del todo. Asintió y comenzó a subir las escaleras. -Como digas, querido.

-¿A dónde vas?.

-A cambiarme, mientras tanto has el desayuno. Tengo hambre.

Y me dejó completamente solo. Me dirigí a la cocina en donde encontré un paquete de pan blanco, queso y jamón para hacer unos sándwiches.

La casa se escuchaba en total silencio mientras preparaba dos sandwich de jamón, así que cuando sentí una mano sobre mi hombro y una sobre mi boca lo único que hice fue contener mi miedo y tomar con fuerza el cuchillo, con poco filo, en mi mano.

La risa de YoonGi corto el silencio y cuando pude darme la vuelta lo primero que hice fue tratar de darle una cachetada.

-Verte en mi cocina me da una idea de cómo te verías después de que nos casemos y tengamos hijos.- Su mano bajo a mi nalga. Cuándo me aleje y le puse frente a él el plato, río. -No te enojes dulzura.

Le di un codazo antes de salir. Mi corazón seguía latiendo como loco, sin duda por el susto que me hizo pasar.

La puerta principal se abrió y por ella entró un de las señoras que estaban en la banca. Esta sin en cambio tenía razgos parecidos a los de YoonGi que no había podido ver en la distancia. La mujer me sonrió y se acercó a mí tomando asiento en el sillón, mientras yo todavía me encontraba de pie.

-Tú debes de ser JiMin.

Asentí un poco avergonzado.

-Soy Park JiMin, mucho gusto.

La señora tomo mi mano antes de que pudiera inclinarme en un saludo.

-Así está bien JiMin. YoonGi me ha platicado muy bien de ti, sobretodo me dijo que eres un chico muy lindo y eso no se puede negar, enserio eres precioso.

Me sonroje cuando YoonGi entro a la sala con el ceño fruncido y tomo mi otra mano, alejándome de la señora.

-Esta bien que quieras platicar con él, abuela, pero tenemos que trabajar.

La señora se levantó del sillón y le dió un beso en la mejilla a su nieto.

-Que te vaya muy bien, mi amor.

La señora me sonrió antes de alejarse y desaparecer en el interior de la cocina.

Min no me volteo a ver en ningún momento mientras salíamos de la casa. -Me gusta caminar por la mañana, así que tendrás que soportar esos zapatos en lo que llegamos a la empresa.

Mi mirada por instinto bajo a los zapatos con plataforma que me había puesto por la mañana, con la intención de ser un centímetro más alto que YoonGi.

-¿No podemos ir en tu carro?, estos zapatos se vuelven incómodos cuando camino mucho.

YoonGi volteo a verme y sonrió, era una sonrisa que parecía demostrarme que por alguna razón estaba decepcionado. -No tengo carro, Secretario Park, puedes tomar un bus. Te veré en la empresa de todos modos.

No sabía el porque de su repentino cambio de comportamiento y me hice creer que tampoco me importaba, así que di media vuelta y camine hasta la parada de autobuses más cercana.

Los capítulos serán dedicados (por ahora) conforme vayan votando ❤️

Secretario Park || PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora