Narra Tessa, actualidad
Y cuando las cosas piensan que no podrían estar mejor, viene alguien y te las estropea. Si, aquel hombre que no veíamos en años, aparece así por que sí. Sin más. Estaba ahí sentado, en mi casa. En el sofá de mi madre, que seguramente ella estaría pasandolo mal viendonos de esa manera, no se como él pudo tener la cara de haber venido despues de tanto tiempo.
–Así que... ¿Quieres que volvamos a California por un tiempo? - Dice mi hermano, serio, ya había crecido, tenía 17 años. -
–Sí. - Dice mi padre mirandonos, mis ojos se llenaron de lagrimas. No podía creer que después de 9 años apareciese.
–Estas loco. - Dije mirandole mal. -
–Mira, cariño, se que me equivoqué, pero debes perdonarme, he cambiado. - Dice el acercandose para abrazarme, le separé. -
–No me toques. - Dije asqueada, y me subí a mi habitación, necesitaba pensar. -
Me tumbé en la cama, intente desconectar por un momento, pero mi madre tocó la puerta.
–No quiero hablar. - Dije tapandome la cara con la almohada. Dije como una niña. -
–Vamos cariño. - Dice sentandose, quitandome la almohada de la cara. - Dale una oportunidad. - Dice mi madre, la amaba mucho, siempre tan buena. -
–Deberías ser la primera en negar todo esto. ¿Y que pasa si me tratan mal en la escuela?- Dije mirando al suelo. -
–Cariño, las personas cambian, quizás el ahora esté con una linda mujer y una gran casa, y quizás ahora sea un hombre honrado. - Dice no del todo segura, se notaba que había olvidado a papá. - Además, solo será por unos meses, nada que haga daño. No te trataran mal en la escuela, eres una chica muy linda. - Dice tocandome la mejilla. - De todos modos, todos necesitamos segundas oportunidades.
–¿Me prometes que si pasa algo cogeras el primer vuelo y vendras por mi? - Dije mirandole. -
–Claro que si cariño, no lo dudes. - Dice sonriendo dandome un beso en la frente. - ¡Ahora empaca las maletas! - Dice, yo reí. -
Me dediqué la tarde ha hacer las maletas y despedirme de todo el mundo por mensaje de texto, no tenía amigos muy intimos por lo que no me importaba mucho. Algún que otro chico me habia echado el ojo, pero ellos no me interesaban. Solo tuve un novio serio una vez... pero no quiero hablar de eso.
***
Que haya aceptado el viaje no quiere decir que vaya hacer como si nada. Bueno, ahí estabamos, Jack, mi padre, y yo, ya en un taxi a lo que sería mi nueva casa por unos meses. Paró el taxi, Jack me tenía tomada de la mano ya que sabía que tenía miedo.
–Llegamos. - Dijo con entusiasmo mi padre, abriendonos las puertas, la casa no había cambiado nada. Se veía mas limpia, nada más. Miré la casa de enfrente, y senti algo extraño, no se por qué.
Al entrar, la casa cambió totalmente, antes era todo de madera con las paredes verdes, ahora era todo con muebles modernos y las paredes eran blancas y azules.
–Chicos, dejenme acompañarles a sus habitaciónes. - Comenzamos a subir las escaleras, recuerdo que mi habitación cuando era niña era la que ponia "trastero" pero sinceramente no me importó que hubiese cambiado eso. Las puertas antes eran de un color oscuro, ahora eran blancas, que extraño verlo todo, pero nunca olvidaria esta casa. Abrió una de las puertas, las paredes eran azules, había una cama de matrimonio en medio con las mantas negras y una mesa preciosa con un portatil y una television de plasma. Supuse que era de mi hermano. ¿De donde había sacado el dinero para esto? Mi hermano boquiabierto entró en la habitación. - ¿Qué?¿Te gusta? - Dice mi padre feliz, quizas si habia cambiado. -