CAPITULO 3

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Teresa preguntó a María si Alex le seguía gustando, ella dijo que no pero Teresa sabía que le seguía gustando, pensaba que podían estar liados y le sentaba fatal por eso. Ella quería muchísimo a Alex y no soportaba la idea de poder perderlo algún día.

Teresa le dijo a María que sabía que le gustaba, o sentía algo por él y le preguntó si estaban liados.

- Por favor dime la verdad, si estáis liados dímelo que no me voy a enfadar. Dijo Teresa

- Te prometo que no estamos liados, a mi hace un tiempo que me dejó de gustar tu novio, después de que me dijeras que estabais saliendo se me quito toda la ilusión de salir con él. Respondió María.

- Lo siento. Dijo lamentándose

- Teresa ya es tarde para decir nada ¿vale? , me molesto porque tu lo sabías desde el primer momento, y me fallaste.

En ese momento María salió corriendo por algo que guardaba en su interior, muchos sentimientos.

Después de que María se fuese corriendo Tere se sintió como si le hubieran dado una patada en el culo.

A ella le dolía que María hubiera dicho eso, no se le olvidaba el tema y cada vez que María hablaba del tema ella no podía soportarlo, en parte María tenía razón pero en parte no. Cuando María le dijo a Tere que le gustaba Alex, Teresa se sintió fatal porque ella estaba enamorada de él desde hace mucho tiempo pero lo había guardado en silencio, y nunca se lo dijo a María, unas semanas después empezó a tontear con Alex y al final acabaron saliendo.

En realidad la que tenía razón era Teresa, aunque ella sabía que María iba a seguir estando enfadada. Ellas ya hace un tiempo se pelearon por Alex y lo van a hacer otra vez porque Teresa no quiere perder a Alex, se ha enamorado de él por las cosas que le contó María, pero María lo unico que quiere es conseguirlo aunque lo que tiene es obsesión por Alex, a María cuando se le mete algo en la cabeza es muy dificil que lo deje así porque sí.

Teresa fue en busca de María corriendo, le dijo que no tenía porque enfadarse, y le explicó de nuevo que ella se enamoró antes pero lo guardó en silencio sin decirselo a nadie y que no se había enamorado porque ella lo dijo antes.Tere tenía la intención de arreglarlo todo de una vez por todas pero lo unico que consiguió es que María se enfadara más con ella, cuando se estaba alejando dijo en voz alta: ¡Cabezota, no sabes sacarte algo de la cabeza! . María le miró y dijo que la cabezota era ella, que solo era una niña que le quita la ilusión a otras. María se volvió de nuevo hacia la dirección de su casa y sin decir nada más se fue corriendo a su casa.

[...]

Cuando María llegó a su casa el día anterior, había mucho silencio en su casa y sus padres estaban en el salón.Había entrado en su casa con una sonrisa de oreja a oreja pero en cuanto entró en el salón se le quito de golpe.Se encontró a su padre tirado en el sofá y a su madre llorando en el extremo.

¿Qué a pasado? Preguntó María con una cara de desesperación.Su madre la miró con una cara de haberse llevado horas llorando y sin casi poder hablar le dijo que a su tío le había atropellado un coche, que se encontraba en el hospital ingresado. Su madre empezó a llorar y no podía hablar su padre con tristeza dijo que en el accidente había perdido las piernas.

En ese instante María empezó a ponerse blanca estaba llorando, y a los pocos segundos se desmayó, sus padres le acostaron en la cama y la dejaron allí descansando hasta que se despertara.

En cuanto María se despertó sus padres le dijeron que iban a ir a ver a su tío. María dijo que ella también quería ir al hospital a verlo, quería saber como se encontraba su tío. Se montaron en el coche y la primera palabra que se escuchó en el coche fue a María que preguntó si iba a sobrevivir, sus padres se mantenieron en silencio unos segundos, estaban mirándose el uno al otro con cara de pena, su madre estaba a punto de llorar de nuevo.

Por fin contestaron a María, su padre le dijo que sí, aunque en realidad María sabía por la cara que tenía su madre que no estaba tan claro. Se puso nerviosa, empezó a temblar, estaba llorando, se imaginaba como pudo pasar el accidente y lloraba cada vez más. Su madre le dijo que se tranquilizara, que todo iba a salir bien. Cuando llegaron al hospital María salió corriendo hacia la habitación de su tío, necesitaba verle, no podía soportarlo más, necesitaba ver como estaba, si estaba mejor, si iba a vivir.

Entró en la habitación de su tío y vio algo pero se le empañaron las gafas y no pudo verlo porque alguien no le dejó entrar en la habitación del hospital.

No vió quien era pero sin duda eso le había molestado.

[...]

A Pablo le llegó un mensaje en su telefono movil, era un mensaje de... Sandra. Había llegado el día esperado, Pablo y su clase se iban de excursion, estaban en el autobús cantando canciones toda la clase, estaban de camino al centro de Sevilla. Empezarón a cantar un monton de canciones y el camino se les hizo muy corto. Llegaron a una parte del río Guadalquivir, allí pararon y se bajaron del autobús. Fueron a un edificio donde había un pequeño jardín, unos vestuarios y un almacén de piraguas. Pablo, su clase y el profesor entraron en el edificio pero justo antes de entrar vino el encargado y empezó a explicar. El encargado dijo que solo nos podíamos ir hasta donde nos indicaran y un par de cosas más aunque para decir eso tardó media hora.

Después de explicar todo fuimos hacia el almacén de piraguas y vimos que había dos tipos de piraguas unas individuales y otras de grupos de 5, Pablo se montó en una individual porque pensó que era mas cómodo, en cuanto las cogieron se fueron a un extremo del río, metieron las piraguas y se montaron de uno en uno, al principio el encargado explico un pequeño tutorial sobre como manejar una piragua y cuando supimos manejarlas más o menos fuimos detrás del profesor dando una vuelta a una parte del río Guadalquivir, hubó 6 o 7 niños que se cayeron al río porque le dieron la vuelta a la piragua pero Pablo no fue uno de ellos.

Terminaron de dar la vuelta y volvieron justo donde habían empezado, cuando llegaron recogieron las piraguas y las metieron de nuevo en el almacén de piraguas. Después de esto fueron al encargado que les estaba llamando y les dijo que ahora tenían que ir a los vestuarios y ducharse porque podían haberse ensuciado con las piraguas, y que cuando se ducharan, desayunaran también. Salieron de las duchas y Pablo, Sandra, Irene, Alicia, Sara y Alejandra, una antigua amiga del colegio, se pusieron a desayunar en el pequeño jardín que había. Pablo estaba al lado de Sandra, estaba hablando con ella como a todas horas, pero esta vez es diferente, Pablo siente algo que nunca había sentido, es como si le picara. Pablo se dió cuenta aunque no lo quería admitir porque en ese momento estaba saliendo con Laura y no quería fallarle.

Pablo se dió cuenta de que sentía cosas por Sandra ese día pero él creia que era algo pasajero así que no se lo contó a Laura para que no se enfadara, tampoco se lo contó a Alicia, no se lo contó a nadie, ni se lo pensaba contar, porque sabía que si se lo contaba a alguien su amistad con Sandra podría acabar y su relación con Laura también, así que pensó que era mejor guardaselo.

Historias De Un AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora