Rick Richards

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-Muchas gracias por sintonizarnos este día, queridos televidentes -comenzó el presentador, un hombre carismático de alrededor de cuarenta años-. Soy Rick Richards, y en esta emisión de Clínica paranormal traemos ante ustedes un caso directo desde la Sierra Tarahumara.
Después de la presentación, en la pantalla se observó un cambio de escena del estudio hacia la zona serrana mientras el presentador continuó narrando en off. Billy terminó de servir leche en su cereal mientras veía el programa que estaba a esa hora justo antes de prepararse para la escuela.
-Nuestro equipo incursionó en un pequeño poblado cerca de Creel, donde los habitantes aparentemente han encontrado huellas extrañas en los caminos.
Andy entró rápido a la cocina y abrió el refrigerador para dar un trago al cartón de leche. Sacó de la alacena un paquete de galletas "En diez minutos nos vamos" dijo después de mordisquear dos galletas. Después chorreó un poco de leche sobre su blusa. Renegó un poco y trató de secarla con su mano libre, pero al parecer le apuraba más estar lista para salir. "En diez en el auto" repitió antes de salir de la cocina.
Después de la apresurada escena de su hermana, Billy continuó viendo el programa. Jacomé es un ejidatario que nunca dejaba de tocar con la mano derecha su sombrero mientras contestaba las preguntas del entrevistador.
-Ansina la vide la otra noche cuando andábanos Odiseo y yo terminando de limpiar el establo. Y es lo que le dije, "ira, esas marcas no andaban en la mañana" y él que me dijo "Ora que sí, mi Jaco, ¿y no son de perro, verdá?" Y que le dije que no, que astaban más grandes y se movían como una culebra gigante.
-¿Usted ya había tenido referencias sobre algo similar? -preguntó la voz de una entrevistadora.
-Pos a fíjese que no, ¿verdá? Pero dicen que en otros lados allá por las casas de allá también vieron las marcas. Y que también se comen a los venados.
-¿Cómo es que se los comen?
-Pos mire usté. Ya van como siete animalitos que desaparecen ansí, y con las marcas del culebrón llenas de sangre oiga.
-¿Alguien ha visto al ser misterioso llevarse a los venados?
-Pos hastaurita el único que los ha visto es Don Beto. El tiene su casa parallá.
-Muchas gracias por su testimonio -continuó la entrevistadora, de alrededor de cuarenta años también, que ahora entró en la toma-. Acabamos de escuchar a Jacomé, vecino que ha compartido para Clínica paranormal su experiencia. Ahora nos dirigimos hacia donde se encuentran las marcas de la extraña criatura.
Billy terminó su cereal y lavó su plato. Fue al baño por su cepillo dental y le colocó rápidamente la pasta. Regresó para continuar viendo el reportaje mientras limpiaba sus dientes.
Las imágenes mostraban una marca gruesa sobre la tierra, la cual onduleaba camino arriba y se internaba hacia el bosque
-Como pueden observar -continuó la narradora frente a la cámara-, estas marcas continúan avanzando desde las afueras del ejido hacia la zona serrana. Al parecer, varios metros adelante la marca desaparece y podemos encontrar restos de sangre en el pasto y árboles, pero no hay rastro alguno de los animales. Vamos a visitar a la persona que se dice, le tocó presenciar el caso inusual. Soy Addy Rogers, y regresamos al estudio contigo, Rick.
Dos pitidos del claxon indicaron a Billy que Andy esperaba en el auto. Rápidamente apagó la pantalla, escupió y se enjuagó en el lavabo, tomó su mochila y subió al auto.

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