Parte I

5.2K 401 14
                                    

🎄

Sentado a un lado de la ventana adornada de luces navideñas estoy. Muerdo la galleta de jengibre y bebo de ese vaso de leche fresca.

La nieve hace de las suyas en aquella noche antes de Navidad, cubriendo el solitario vecindario. El aire es helado y la hoguera se encuentra apagada, justo como la de la vivienda de enfrente.

Odio el frío de Diciembre, pero la inhumanidad aún más. Solía vender drogas y robar autos, por lo que terminé en prisión. Aprendí la lección. Y él igualmente lo hará.

Me eduqué sobre su forma de allanar. Cada vez que se topaba con una casa suburbana que no despidiera humo, se adentraba por medio de la chimenea y luego escapaba por alguna ventana con objetos de valor, los que depositaba dentro de una gran bolsa.

Ahora le prendo fuego a la leña. La sala de estar se siente cálida otra vez. Él se atrevió a irrumpir en mi hogar y fácilmente cayó en la trampa. Ahora está inconsciente en el suelo.

Cínico y despreciable. Vestía un disfraz de Santa Claus al estilo maleante, con su barba perfilada y complexión perfecta. Evacuó aquel conducto vertical y se desplomó al momento de intentar dar un paso con sus sucias botas en el piso de madera.

Al intentar pasearse por el salón, movió un hilo con el pie que activó el lanzamiento de una flecha tranquilizante. Excelente.

Tuve el tiempo suficiente para esposarlo y amarrarlo por los tobillos, devolver los artículos de los vecinos y verter sedante en un comedero para mascotas lleno de leche.

Despertó. Confundido y aterrado se apoyó sobre sus rodillas mirándome y suplicando libertad. Enmudeció cuando mencioné que llamaría a la policía.

"Tendrás que obedecerme o irás tras las rejas"

Él asintió. Posé mi descalzo pie en su ruborizada cara y le exigí que lo lamiera. Que chupara cada dedo y que no protestara cuando lo restregara alrededor de toda su guapa caradura.

Ahora me deshago de mis pantalones pijama y el grueso y peludo miembro choca contra sus impresionados labios entreabiertos, los que succionaron la longitud.

Su boca era acogedora y sumisa. Él intentó excusarse de porqué hurtaba, pero no se lo permití.

"Serás mi esclavo esta noche, pequeño ladronzuelo; acatarás mis órdenes, y una de esas es que sólo abras tu boquilla para mamarme la verga"

Lo tomé de su suave cabello oscuro y le obligué a engullirse con el falo. Su enrojecido rostro se hallaba cubierto de mis escupitajos y pronto lo atraparía con mi pierna cruzada detrás de su cabeza para atragantarlo más.

Todo mi esperma fue consumido por él.

"Tengo más para ti" lo liberé de mi aprisionamiento. Él tosía y me miraba atento "bebe de tu leche, perro"

Se inclinó para ingerir el frío líquido usando su larga lengua, y posteriormente cayó rendido.

Se inclinó para ingerir el frío líquido usando su larga lengua, y posteriormente cayó rendido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eran más de las doce, oficialmente era Navidad. Lo despojé de aquella chaqueta roja y blanca de terciopelo.

Abrió sus ojos y se quejó probablemente del minúsculo ardor que le provocaron las luces navideñas que usé para atarlo a un sillón en medio del salón.

Podía escuchar perfectamente el viento soplar afuera, al igual que su respiración agitada. Recorrí su velludo torso con la lengua y sentí su cuerpo temblar. Ahora procedo a relamer y mordisquearle suavemente los pezones. Pellizcarlos.

Levanto sus piernas y las ato a la silla para que se mantengan en el aire. Hago añicos sus pantalones y ropa interior. Retiro sus botas y calcetines; uno de estos lo llevo a su boca por si decide hablar nuevamente.

Atontado, sigue cada uno de mis movimientos, hasta sentir mis bruscos dedos abriéndose paso en su no tan estrecho ano y cierra los ojos, inclina su cabeza hacia atrás.

"Al parecer, le pertenecías a otro amo antes, o a varios más..." estimulo la zona sutilmente por varios minutos y lo lubrico antes de continuar.

Sus jadeos son reconfortantes. Logro distinguir cuán carnosas son sus peludas posaderas en tan tentadora posición. Las aprieto, besuqueo y muerdo con fogosidad. Dios, huele tan bien.

Le invado con tres de mis dedos a la vez. Él gimotea. Cuatro y ahora la mano completa y lo lleno, ¡lo sabía! Abro mi mano en su interior y él enloquece. Es todo un puto insaciable.

Luego la radio se escucha de fondo, es él en las noticias. "Ladrones de casas disfrazados de Santa en vísperas de Navidad". Yo he atrapado a uno y mi puño se encarga de castigarlo.

Sus quejidos junto a "Rockin' Around The Christmas Tree" conformaban una fantasiosa melodía. Mi brazo ahora se une a la celebración y él pierde la cabeza.

Uso mi extremidad como batidora y su interior de recipiente. Mi mano cerrada se mueve circularmente y el brazo se adentra un poco más. Sus ojos en blanco y su pálido rostro son lo último que concedió antes de desvanecerse en un repentino desmayo.

 Sus ojos en blanco y su pálido rostro son lo último que concedió antes de desvanecerse en un repentino desmayo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Apago el fuego y lo arrastro escaleras arriba. Es pesado.

Son las tres de la mañana, él reacciona y ahora se encuentra con los ojos vendados, los pies y manos atadas con cintas de tela roja, en mi habitación.

La luz de la luna se cuela en la tenue recamara y la lampara está encendida. Lo tomo por los hombros para hacer que se arrodille sobre la cama. Estoy detrás de él susurrándole al oído que lo follaré hasta el amanecer.

Cuenta con una mordaza que le impide articular palabra alguna. Lo tomo por el cuello y me deshago de mis pantalones mientras se lo chupeteo.

E inicia la acción: introduzco mi ansiosa verga en su agujero y lo embisto fuerte, como si no hubiese un mañana. Enseñándole lo que es el verdadero sexo guarro, y para que aprenda la lección.

"¿Te encanta que te coja por este desgastado culo, eh..?" Lamo su oreja y aprieto una de sus grandes nalgas "apuesto a que en la cárcel se turnaban para darte duro, con este culo que te cargas, ohh.."

Ambas manos aprietan su cuello. Él arquea la espalda a la vez que me hundo eufóricamente en su cavidad anal. Le proporciono intensas estocadas y lo hago perder el aliento.

Ahora lo tomo del cabello e intensifico el vaivén. Sus mejillas traseras rebotan y su frente transpira. Llevo dos dedos a su entrada con mi polla aún complaciéndole.

Él se retuerce y sus paredes aprietan mi pene. Manchó mis sabanas con el viscoso líquido y ahora era mi turno.

Vacié toda mi semilla en su interior mientras continuaba embistiéndole. Ese había sido el mejor obsequio de Navidad. Me tumbo sobre el colchón junto a él tomando aire, y al momento de hacer a un lado aquella mordaza para devorar sus labios, percibo un extraño ruido en la sala de estar...

¿Qué tal les está pareciendo este especial navideño? 🎄🎁

Trampa para ladrones de gran trasero en trajes de Santa; stherek [os] 🎄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora