Capítulo 1.

2.5K 59 5
                                    

Tiempo y destino.

Primera generación.



La primera generación estaba muy calmada, incluso podría decirse que ignoraban el peligro que atacaba el mundo mágico, pero aún así la intranquilidad estaba en el aire. Remus, uno de los más "responsables" leía un libro recargando su cabeza en las piernas, sobre las rodillas —Precisamente— muy relajado, Sirius no se movía por no molestar a su amigo pero eso no hacía que no dejará de estar en la plática. Peter, un chico que por su manera de sentarse parecía querer ocultarse, platicaba animadamente con James, un brujo de lentes y cabello caótico, una pelirroja de ojos verdes, Lily, la cual era otra de las dos más responsables junto con la más amable.

Pero su paz terminó cuando escucharon un golpe de un bastón cerca de ellos junto con la luz plateada y morada que los rodeaba, solo dejando el libro de Remus en señal de que ahí estuvieron en algún momento.
En diferentes puntos de Hogwarts sucedió lo mismo, dejando a varios asustados.

Segunda generación.

La segunda generación no estaba bien. Estaban tensos, molestos, fastidiados y agotados, ¿Cómo no estarlo? Tenían una mujer molesta, estúpida y sádica detrás de ellos, incluso Voltdemort era mucho más agradable que ella. Así que estaban ahora en la sala común sentados tres personas, una chica castaña terminando un pergamino demasiado largo mientras que decía lo estúpido que era solo obtener teoría de clases de defensa contra las artes oscuras.
Un chico de lentes y cicatriz en forma de rayo suspiraba, dándole la razón a cada palabra y alegando, también él, que el ministerio de magia no debería controlarlos mientras otro chico de cabello pelirrojo estaba comiendo unos dulces que los hermanos de este le escondieron. La luz plateada y morada se los llevó, dejando los dulces y pergamino en su lugar, al igual que con la primera generación varios alumnos desaparecieron solo dejando los objetos que tenían en sus manos.

Tercera generación.

Paz.

Eso era la mayor explicación para el ambiente alrededor de una casa mediana en un barrio muggle con protecciones para que estos no vieran lo raro que sucedía. Varios niños jugaban, por lo bajo, sobre unas escobas lanzándose manzanas y naranjas uno a otros, como si fuera un partido real.
Era una fiesta, la primera donde estaban presentes todos los que habían llegado a hacer amigos o viejas relaciones de familia, dándose una oportunidad.  La luz plateada y morada los envolvió, solo que esta vez fueron rápidos y sacaron sus varitas para defenderse, pero cuando la luz despreció solo quedaron platos, vasos y escobas en el suelo.

En otra parte lejana

Una adolescente, tal vez de dieciséis años, miraba la mesa cerca a ella. El lugar era grande, habían sofás individuales y para varias personas junto con  una mesa muy grande, casi igual que los de Hogwarts, solo que esta era redonda. En medio de esto estaban varios libros el primero era el más notorio de todos, haciendo que la rubia se mordiera el labio nerviosa.

– Moriré de un ataque de nervios.

Se lamentó al mismo tiempo que una luz morada apareció en uno de los sofás, dejando a la vista un hombre canoso, mirada sería, rostro lleno de arrugas y su vestimenta era interesante. Su camiseta vieja, casi amarillenta, estaba arrugada y desgastada, dándole un aspecto lamentable.

– Bueno, Destino, no podemos morir así que máximo tendrás un ataque de pánico o de nervios, cualquiera de los dos.

– ¡Tiempo! ¿Ya está todo listo? ¿Evitarás que se note sus ausencias?

– Si, te estoy ayudando solo por qué pones esos ojos de perro moribundo.

Destino ladeó la cabeza, confundida e hizo aparecer un espejo y se miró en este, noto sus mejillas rosadas y sus ojos, esos que no importa su apariencia no dejan de ser exóticos. Uno es de color verde jade y otro azul eléctrico, su rasgo característico, hizo un puchero y se ofendió, ella no parecía perro moribundo.

– ¡Hey! Me ofendes, yo no parezco uno. Tu pareces vagabundo y no digo nada.

El mencionado se levantó, junto a él apareció un bastón y se sostuvo de este, el bastón era extraño, la parte de arriba de donde se sujetaba era redondo y echo de oro, tenía manecillas del mismo material, eran muchas, demasiadas incluso algunas no se mmovían

– Pareces pero moribundo, no lo niegues. Ahora vámonos, ellos no tardarán en aparecer y no quiero escuchar sus gritos de "¿Dónde estoy?" "¿Quiénes son ustedes?" Y demás estupideces por el estilo. Muévete, Destino, quiero ver a lo lejos esto.

La mencionada, molesta y con ganas de quedarse, acepto pasando su brazo por el contrario, aferrándose con un pequeño puchero en sus labios. Cuando la luz morada desapareció, varias personas aparecieron asustadas, sobre los libros apareció un pergamino enrollado y atado con un listón coñor verde y plateado.







Aviso importante y bien vergas, esto es para reescribir la historia, así que me estoy chingando (leyendo) los libros de Harry Potter para poder realizar esto. Habrá personajes que agregaré (pero no me pertenecen) y otros que sí me pertenecen a mi.  Pero, aún así, me gustaría leer que piensan acerca del rumbo de la historia. Respetaré, durante un gran período de tiempo,  las parejas principales y, hasta el final, las cambiaré a mi gusto.

Tengan un buen día/tarde/noche. Los quiero, cuídense todos. ¡Respeten para que los respeten! :v ok no❣️💖

Día: 23/12/ 2019

Hora: 7:04 am

Día de la publicación: 2/02/2020

Día que fue modificado: 3/03/2022 (Pueden volver a ver cambios más adelante)



Leyendo: Los Potter y la piedra filosofal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora