Capítulo Único

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Ahí en el reino humano se encontraba vagando una pequeña flama roja casi al punto de extinguise oculta entré las hermosas flores creadas por la misma vida, Toriel, huyendo el mundo de la esfera divina se percató de la presencia de la flama qué con miedo se alejaba de ella.

Dándole la confianza sin nada de que temer la flama dejó que Toriel lo tomaba entré sus manos sintiendo la pobre alma llena de dolores y fracasos ¿Cómo llego está alma incompleta sin desaparecer? No se sabe exactamente aún pero a Toriel menos le importaba solo le que está alma no estuviera mal así qué con un poco de polvo de estrella, dándole un cuerpo y voz nació una pequeña creatura con aparentemente cuerpo humano femenino.

Podríamos pensar qué es semi dios pero la verdad es qué no era un mortal y un inmortal solo una creatura sin especie sin capacidad de poseer magia pero a Toriel no le importaba que era si no que tenía vida, un ser lleno de vida, su lado maternal salió adoptado a la niña dándole protección y cuidados como su propia hija.

Tenía que mantener a la niña escondida de los demás dioses qué a pesar de ser todos poderoso tienen también sus límites Toriel se podría meter en más problemas y meter a la niña en peligro así que la mantuvo oculta con ella aislandola en el reino humano.

La niña empezaba a florecer al igual qué su indescriptible belleza siempre estando a lado de su madre Toriel viendo su maravilloso trabajo como diosa de la vida pero lo qué más le encantaba desde pequeña eran las flores que creada grandes y otras pequeñas pero siempre bellas, siempre quiso crear sus propias flores pero como al no poseer magia propia era imposible.

Un día Tori se percató de que la joven estaba detrás de unos girasoles de rodillas y sus manos casi separadas en la hierba.

-Mi niña.- la joven al oír la voz de su madre se sobresalto levantándose de inmediato. -¿Que andas haciendo?.- preguntó.

-B-Bueno.- su cara estába un poco roja. -Q-Queria intentar hacer flores como tú.- jugo con la tela de su chiton nerviosa desviando la mirada a un lado.

Todo quedó en un segundo de silencio hasta qué las risas de Tori salieron, ¿Se estaba burlando?. -Ay mi niña.- ésto causó más el sonrojo de la joven hasta qué sintió la mano suave de Tori en su mejilla. -Eres tan adorable ¿Que haría sin ti?.-

La joven dejo a un lado la vergüenza para sonreír junto a Tori ella nunca se burlaran de sus intentos de sacar magia siempre la felicitada por ello.

A un lado las sonrisas Toriel aparto la mano de su mejilla para mirar a una dirección específica, la joven pasó la mirada a su dirección pero no encontró nada fuera de lo normal.

-Mi niña mejor vete a jugar a otro lado tengo cosas que hacer.- casi le exigió a la joven mientras se apartaba de ella.

"Toriel se comporta extraño está vez" pensaba la joven mientras la mirada irse hace un tiempo un día encontró a Toriel angustiada y agotada como si hubiera peleado con alguien pero luego se veía más animada contando chistes muy malos pero a la joven le daban gracia por qué era bueno el chiste o por tener un pésimo humor.

Pero no puede meterse en asuntos de su madre, así qué como siempre la joven se dirigía a su santuario secreto un pequeño y casi cerrado lugar con grandes árboles, flores, mucha hierba con un lindo color verde y claro un pequeño estanque.

Un lugar fantasioso para pasar todo el rato relajado y tranquilo también para esconderse de los castigos y enojos de Toriel, la joven estaba a las orillas del lago creado una nueva pulsera de las nuevas flores que hizo Tori, tenía más de una en su brazo, en su pie derecho y una corona con cada tipo de especie flor.

-Son tan bellas.- se dijo así misma colocándose la nueva pulsera en su mano.

Contempló cada flor de su pulsera hasta que un escalofrío recorrió todo su cuerpo el ambiente del lugar se puso frío y pesado con una oscuridad total la joven se puso de pie al escuchar los crujidos de los arbustos.

"Florecilla" || ReapertaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora