Tardes de estudio

Una llamada

¡Alola! Ale reportándose con un fic. El plan original era postear esto el viernes pero alguien me sonsacó (sí Dan, fuiste tú) para ver los capítulos de XY y de SM, y luego decidí esperar hasta ver el capítulo 4, luego el trabajo y bla bla bla, a lo importante.

Amo a estos niños y sus aventuras, así que seguiré escribiendo de ellos. Ésta ocasión será una colección de oneshots sobre el mismo universo (AU) planteado en este capítulo. Advierto que estoy tomando un par de licencias creativas en lo que el anime se decide a profundizar en la historia de Gou.

Pokémon y sus personajes no me pertenecen y hago esto con el mero propósito de entretener.

Espero disfruten la lectura.

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El clima en Ciudad Carmín no era muy diferente al clima de Pueblo Paleta, la única diferencia que Satoshi consideraba importante era el olor de la brisa marina que de vez en cuando se le pegaba en la nariz. Le gustaba ese aroma, porque le recordaba a la isla Melemele en la región de Alola. Tal vez podría contactar a sus amigos con mayor frecuencia ahora que tenía un lugar fijo en el cual dormir. Sonrió para sí mismo al pensar en que el Profesor Kukui aprobaría eso, tener un descanso y comida apropiadas. Además, seguramente estaría feliz de saber que estaba aprendiendo muchísimo de los pokémon en compañía de sus nuevos amigos.

La noche anterior el Profesor Sakuragi les dijo que estaría fuera de la ciudad porque pensaba visitar a un amigo, así que, en su camino hacia la cocina para darse un buen desayuno, Satoshi pensaba en cómo pedirle ayuda a Gou o tal vez a Renji y a Kikuna para conseguir el número telefónico del Profesor Kukui y así poder hacer unas cuantas llamadas con su smartphone.

Tenía ya un par de semanas compartiendo habitación con Gou en las instalaciones del Instituto Sakuragi. Y en ocasiones alcanzaba a Koharu, la hija del Profesor, para desayunar. Aunque eso normalmente implicaba levantarse muy temprano. Sin embargo, estaban los días en los que ella no iba a la escuela, y era cuando aprovechaba para intentar conocerla un poco mejor, porque hasta ese momento, la consideraba una persona bastante reservada, pero sabía que debía haber algo bastante interesante en ella como para ser amiga de Gou desde que eran pequeños.

Estaba llegando a la cocina cuando más adelante en el pasillo escuchó gritos, un golpe y los ladridos de Yamper. Pikachu saltó de su hombro para comenzar a correr a su lado, todo para encontrarse a Koharu, Yamper y a Scorbunny sentados sobre la espalda de Gou.

—¡Koharu ya, por favor!  —escuchó pedir a su amigo, que no hacía el menor esfuerzo por quitarse a todos de encima.

—Ya te dije que no, Gou; y no me importa que hagas un drama de esto  —le dijo Koharu frunciendo el entrecejo.

Satoshi saludó a sus amigos y Gou comenzó a patalear un poco con la intención de dar señales de vida.

—Satoshi, diles que se quiten  —pidió con un tono de voz que claramente se entendía como una rabieta infantil. Después de todo, Gou era más alto que Koharu y lo suficientemente fuerte como para quitársela de encima si es que en verdad se lo proponía. Por lo que no entendía el por qué de semejante escena. Igual, si su amigo se lo estaba pidiendo, consideró en al menos darle el gusto de intentarlo.

—Koharu, Yamper, Scorbunny, ¿pueden dejar a Gou en paz?

Al escucharlo, Koharu lo vio lanzándole una clara advertencia: ese no era su asunto.

Satoshi dio un paso atrás y levantó las manos en son de paz. Gou se volvió a quejar.

—Koharu, no tengo intenciones de decirte que estás gorda, pero tenerlos a los tres en la espalda ¡pesa mucho!  —volvió a intentar, ésta vez Scorbunny se bajó de su espalda, y Yamper dió un ladrido antes de dejarlo en paz y acercarse a saludar a Pikachu—. ¡Ya Koharu, por favor!  —se volvió a quejar y Satoshi estaba que se moría de curiosidad por saber el por qué de semejante drama.