Mi Debilidad / Historia BL/Yaoi

Capítulo 14: Nuestro padre

No sé cómo resolver este problema, debo hablarles a mis hijos sobre Shiro y no sé qué debería decirles para que no malinterpreten las cosas, no quiero que lo odien, es su padre, por mucho que él y yo ya no nos entendamos no quiere decir que debo poner en contra a sus hijos. Shiro quiere conocerlos y yo no le puedo quitar ese derecho que tiene como padre, por lo menos no ahora que sabe de ellos.

Es por eso que no sé cómo hablarles para que lo comprendan, tienen 3 años, no sé si es buena idea hablarles sobre esto a tan temprana edad, sin embargo, no tengo otra opción más que pensar en esto mientras vamos de camino a la sala de reuniones donde planeamos hablar con ellos.

Hablé con Hika e incluso con Kaito sobre esto, no les resulta una buena idea, ellos están en contra de mi decisión, pero no puedo hacerle esto a Shiro, los alejé 3 años, ahora que ya se ha enterado sobre esto no puedo alejarlos y fingir que esto nunca pasó, supongo que mentí al decir que no siento nada por él, aunque ¿Qué más puedo hacer? He intentado de todo para olvidarlo, pero tenemos a dos niños en común que me lo recuerdan siempre.

Por otro lado, el traje le queda bien, tiene un cabello negro junto a unos hermosos ojos de color celestes, ojos que heredó Mai, cada vez que la miro me recuerda a Shiro y sí, lo extrañaba, pero no debería extrañarlo, ni mucho menos pensar que aquel traje le quedaba excitantemente bien.

–Papi quiero un helado– me dijo Mai cuando la ayudaba a sentarse en las sillas, Shiro estaba allí, los observaba con ternura mientras que ellos se centraban en mí.

–Luego te conseguiré uno ¿ok? –le dije acariciando su cabello que poco a poco comienza a crecer, por ahora tienen casi el mismo largo de cabello, pero el de Mai crece más rápido y pronto podré peinarla de mejor forma, porque ahora es imposible.

–¿Qué hacemos aquí, papi? –preguntó Yuki.

–Tengo algo que decirles– les dije sentándome cerca de ellos viendo a Shiro quien tomaba asiento frente a ellos.

No sabía cómo comenzar, pero la mejor forma que encontré para que me entendieran fue utilizando a Hikaru, de esta forma podría hacerles entender que faltaba alguien, alguien importante que debían de conocer. Mai escuchaba con atención y se acomodaba el cabello debido a que le cubría los ojos, busqué en mi bolsillo algo para recoger su cabello, pero cada vez que se lo acomodaba debido a lo suave que es se le soltaba, era una pérdida de tiempo.

–Bueno niños, saben que Hikaru tiene dos papás ¿verdad? –asintieron con la cabeza al mismo tiempo– y saben que ustedes también ¿no? –miraron a Shiro durante un segundo antes de mirarme.

–Sí– respondieron.

–Yo no se los he dicho, pero...

–Lo sabemos– respondió Yuki– todos los niños tienen a dos personas cuidándolos, ya sea hombre o mujer– añadió sorprendiéndome un poco por la forma tan segura en la que hablaba–pero nosotros sólo te necesitamos a ti.

Miré a Shiro, este me miró a mí, debía arreglar esto, pero fue Mai quien me interrumpió ahora.

–Papi– comenzó diciendo en aquel tono dulce que me derrite debido a su ternura– tú siempre has dicho que somos especiales, mi hermano, sobre todo, sin embargo, a pesar de yo ser la más normal y linda– Yuki la miró un poco molesto por lo que reí–ya sabemos quién es nuestro padre.

–Mai y yo lo sentimos– añadió Yuki viendo a Shiro, yo estaba con la boca abierta, mis hijos hablaban como adultos.

–¿Lo sienten? –habló por fin Shiro.

–Sí, no sé cómo explicarlo, pero se siente algo raro que nos une a usted– le aclaró Yuki– no sabemos por qué no están juntos como los demás padres, creo que no nos incumbe, aunque –se bajó de su asiento al mismo tiempo que Mai– era su deber saber sobre nosotros– finalizó la conversación antes de marcharse junto a Mai.