Parte 1

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Había una vez, en un reino colorido y dulce, un dulce príncipe justamente. Muy agradable, inteligente y noble, dispuesto a ayudar a todos lo que lo necesitaran, pero este joven tenía un problema: estaba solo. A pesar de todas esas personas a las cuales quería y que lo rodeaban no había una persona a la cual entregarle su corazón, ninguna otra princesa o chica le llamaba la atención. Cierto día, caminando por los bosques, se perdió en la densidad de los árboles rosados. Pasaron las horas. Se hizo de noche. El frío lo hacía temblar y la oscuridad cada vez era más tenebrosa. Cuando estuvo demasiado cansado como para continuar se dejó caer recargado contra un árbol, con la respiración agitada cerró sus ojos y se durmió profundamente. Gran error. No estaba consciente de los peligros a su alrededor ni de la vil criatura sedienta de sangre que le vigilaba de cerca. Esta criatura se acercó más, acechándolo...a punto de despedazarlo...y cuando tuvo oportnidad, tomó sus mejillas frías y rojas buscando sus labios que temblaban entreabiertos, besándolos suavemente con dulzura y delicadeza sin querer lastimarlo. El príncipe abrió de a poco los ojos encontrándose con las rojizas orbes, brillantes como rubíes, de un vampiro. Posó las manos en los hombros del contrario con miedo, intentado inútilmente de alejaro, el vampiro lo recostó y continuó el beso de manera más pasional, acomodándose entre sus piernas. Los leves gemidos se agolparon en la garganta del sangre-real quien sólo temblaba asustado y sonrojado a más no poder, siendo explorado por la lengua de la criatura a la cual no podía ver claramente. Al fin se separó y tomó aire como pudo, jadeando levemente, el vampiro rió con sorna y sólo desapareció entre las sombras. El dulce príncipe corrió hasta lograr salir del bosque mientras sollozaba por la horrible experiencia pero en cierto modo le había gustado, se fue directamente a dormir evitando a todo quien pudiera hablarle y se encerró entre las sábanas y mantas, preguntándose si alguna vez volvería a ver a esa atrevida criatura en situaciones más "íntimas".

Hora de una aventura amorosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora