Cocina con el Alma y el Corazón (Kellic One-Shot)

Cocina con el Alma y el Corazón

N/A: Hola a todos! Esta es una historia que escribí para mi clase de inglés, debía escribir una historia y pensé que sería divertido crear un fanfic de estos dos. Me gustó tanto el resultado que decidí traducirla, hacerle unos arreglos y compartirla con ustedes.

Espero que les guste, puesto que la escribí con mi alma y corazón <3

(Pueden leer la versión original en inglés en mi perfil)

-Cata

*****

- ¡Todo el mundo largo de aquí!

En ese momento, cada persona en la cocina comenzó a desplazarse rápidamente.

Nadie podía decir no a esa orden. Ya estaban acostumbrados a que todas las noches, el chef principal gritara esas palabras, y el resto de los empleados debían obedecer.

La estancia quedó desolada en unos pocos minutos, a excepción del hombre alto que permanecía de pie frente a una gran olla y un montón de los mejores ingredientes a su alrededor. Se aseguró que estaba solo antes de comenzar...

Para comenzar, tomó una cabeza de ajo en sus manos y la olió, tomó un cuchillo y comenzó a cortar en pequeños trozos muy hábilmente. Cuando el ajo estuvo completamente picado lo puso dentro de la gran olla e hizo lo mismo con las cebollas, las papas, las zanahorias, los pimentones y otros ingredientes. Luego, encendió el fuego en su máxima capacidad. Finalmente tomó la pequeña bolsa que siempre llevaba en su bolsillo. Esta contenía un polvo blanco y brillante parecido a la brillantina y no tenía ningún olor o sabor.

Ante ojos humanos lucia puro y precioso, pero para este chef en particular, ese polvo era más valioso que su propia vida.

Vertió un poco de ese polvo en la salsa que estaba cocinando, la salsa más famosa y deliciosa del mundo. Aunque el chef trataba de utilizar sólo la cantidad necesaria de aquel polvo, la bolsa estaba casi vacía. Le echó un vistazo a lo poco que quedaba y maldijo en voz baja.

De repente, alguien se atrevió a abrir una de las puertas y entró a la cocina.

El chef reaccionó rápidamente y ocultó la bolsa en su bolsillo. Afortunadamente ya había terminado de preparar la salsa. Miró a al hombre parado en el arco de la puerta y este parecía alterado, como si acabara de ver un fantasma o algo así. Ese factor preocupó un poco al chef, ya que conocía a aquel hombre, y sabía que no es de los que se alteran fácilmente, de hecho, siempre lucía aburrido, o como si todo le importara una mierda.

-¿Qué demonios estás haciendo aquí, Oliver? Sabes que está prohibido interrumpirme mientras trabajo- dijo el chef mirando al intruso agresivamente. Puede que se haya sorprendido por la expresión del idiota encargado de lavar los platos, pero eso no omitía el hecho de que había irrumpido mientras cocinaba su receta secreta.

-El jefe me envió...- Dijo Oliver. Aún no había recobrado su cara neutral y aburrida de todos los días. Se veía preocupado y hasta un poco asustado. –Quiere verte, dijo que tardaste demasiado con la salsa.

Oliver dejó de hablar y fijó su mirada en la olla llena de salsa que se estaba cocinando frente a él y en la despreciable persona que la cocinó. Frunció el seño y pensó que la vida no era justa. Ese idiota podía tener todo lo que quisiera solo por mezclar unos estúpidos vegetales, sonreír, mostrar sus hermosos ojos azul verdoso y su brillante cabello negro mientras trataba a todos como basura, y siempre luciendo tan elegante, arrogante y malditamente perfecto.

No podía tolerarlo más. Cada noche, el imbécil le ordenaba a todos dejar la cocina solo porque cree que su salsa es muy especial y que alguien podría tratar de robar su receta. Oliver pensaba que todo el asunto de "el mejor chef del mundo con la receta mágica que todos aman pero nadie sabe cómo preparar" era una ridiculez y un intento desesperado de llamar la atención de todos los periódicos del país.