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25 de Diciembre de 1989
Derry, Maine

Era la mañana de Navidad y los perdedores se reunirían por la mañana en su club subterráneo para poder convivir el lindo día todos juntos.

Cada uno llevaba lo que podía, algunos llevaban sobras de las cenas del 24, postres, dulces y bebidas.

Los chicos no sabían cómo rayos Beverly se las había arreglado para llevar una botella de sidra de manzana.

La verdad es que todos se las ingeniaron muy bien para tener una mañana agradable. Habían juntado unas cajas de madera para simular una gran mesa y poder estar todos sentados.

Con la ayuda de Bill, Stan dejó la mesa acomodada de una manera muy linda con todos los alimentos y cubiertos.

–T-te quedó mu-muy bien Stan –Alagó Bill a su amigo.

–Nos quedo muy bien Bill –Sonrió satisfecho.

En ese momento Mike y Ben iban llegando, ambos cargando un pino.

–¿De dónde diablos sacaron eso? –Pregunta Bev con una gran sonrisa.

–Mike lo encontró y lo cortó, me pidió ayuda para traerlo –Responde Ben.

–¿Les gusta? –Pregunta Mike.

–Está genial muchachos –Dice Bev.

Entre todos lo acomodaron en una esquina del lugar, lo decoraron como pudieron, con juguetes y otras cosas que se iban encontrando.

–¡Ha llegado el perdedor más guapo de todos! –Gritó Richie entrando al lugar, atrás de el venía Eddie–. ¿Qué hay vírgenes?

–Hola chicos –Saludó Eddie.

–Oye Stan –Le habló Richie–. ¿Qué dirían nuestros padres de vernos celebrar la Navidad?

–N-no serías tan idio-idiota como para decirle.

–Créeme Bill, si lo es.

–Igual no lo haré, estoy seguro de que Bill tiene muchas ganas de que casualmente el y tu queden parados debajo del muérdago antes de irnos.

–Ni siquiera tenemos muérdago idiota –Le dijo Eddie.

–Igual estos dos no necesitarían eso para besarse –Le siguió Beverly.

Stan y Bill estaban todos rojos de la cara, y no por el frío de la temporada.

–¿Qué estamos esperando? ¡Vamos a comer! –Grita Richie.

–¿Me ayudan a abrir la sidra?

–¿Trajiste sidra? ¡Beverly, somos menores de edad! –Reprendió Eddie.

–Cálmate Eds, no es para tanto, te va a gustar.

–No me digas Eds, imbecil. Además no puedo tomar eso con la cantidad de medicinas que...

–¿Ya tomaste alguna hoy? –Le pregunta Ben.

–No, pero...

Christmas Night | Reddie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora