O9: ILUSIÓN

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RAMÉcapítulo nueve ;;ilusión

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RAMÉ
capítulo nueve ;;
ilusión.

« y en su risa nace algún milagro que
   mantiene tibia la ilusión. »

DOLORES:

   no pude evitar negar con mi cabeza de forma divertida al escuchar esa pregunta, ni siquiera yo sabía porque fui a sentarme con él sin insultarlo.

si queres lo busco, ¿eh? no tengo ningún problema—soltó una risita ligera—, vamos a vivir juntos por mucho tiempo, supongo. ya me cansé de cerrarte el orto en las peleas.

daaa boluda, si vos te re enojás y te encerras en la pieza.

no aguanto estar con deficientes mentales, mala mía.

un silencio nos envolvió, haciéndome esclava de mis pensamientos otra vez. creo que no me caracterizo por tomar buenas decisiones con frecuencia, pero sentía que hacer las paces con Valentín si iba a serlo.

la vida es un flash, no da odiarnos toda la vida—expliqué devolviéndole el porro.

—si me seguís tirando palos de mis canciones me voy a poder armar una casa—reí ante su comentario, era cierto que me había escuchado toda su música, pero no es mi culpa que transmita algo tan lindo en unas letras y melodía. sentía que sus canciones decían todo lo que siente y pensaba en ese momento de su vida, y no lo hacía para encajar en la industria musical, si no por pleno gusto.

mejor, así te mudas de mi depto.

me empezaba a acostumbrar a esos efímeros silencios que se hacían en nuestras charlas.

igual de mi parte de puedo decir que no te odiaba.

y obvio, nunca te di razones para que lo hagas—dirigí mi mirada hacia el cielo estrellado, de chiquita siempre me gustó mirar las constelaciones e inventarles nombres de mierda.

lo miré de nuevo, otra vez sus ojos profundos me observaban confundido, como si no recordara nada de nuestro pasado, no me sorprendía, siempre tuvo mala memoria.

¿y yo sí?

yo te quería mucho, valentín—creo que admitir eso fue una de las cosas que más me costó decir, y a él de escuchar—, pero humillarme frente de de todo el colegio, y dejarme de hablar por tu noviecita después de todo lo que pasamos fue muy de cuarta.

él parecía analizar y procesar mi momento de sinceridad, el cuál seguramente fue por el porro y el estrés acumulado, pero siempre me costó expresar mis sentimientos.

era muy wachin—después de un tiempo respondió—, igual fue re cualquiera, perdoname.

asentí, no tenía nada más que decir y él tampoco, así que nuevamente estuvimos en ese vaivén de miradas, donde fumábamos y éramos conscientes de que el silencio ya no era incómodo, al contrario.

siempre me pregunté porqué te caía tan mal.

estabas mejor sin hablar—respondí con gracia, pero esa respuesta no le conformó—, cuando entramos a cuarto año te encantaba llamar la atención, valentín. y hacías cada gilada para encajar, vos no eras así.

—vos tampoco eras tan odiosa—atacó.

sí, siempre lo fui—aclaré—, no te dabas cuenta porque eras la única persona con la que no lo era, hasta que te convertiste en un boludo.

lo dejé sin palabras otra vez, ni yo me reconocía, las flores causaban algo en mí, está más que claro.

bueno igual, yo pude haber sido un boludo, pero Mariano ese que te encantaba lo era mucho más que yo—reí al escucharlo, Mariano fue mi amor imposible durante todo mi trayecto escolar, me rechazó de todas las formas posibles, pero yo estaba tan enamorada que ni me daba cuenta.

—no era taaaaan—repliqué en broma, y volví a reír cuando vi su expresión de indignación extrema—, bueno, capaz un poco.

da boluda, el chabón era más malo que el paco, encima me chocó el auto—recordó con nostalgia—, se debe querer matar por no haberle dado bola a tremenda mina.

esta vez, la que se quedó sin palabras fui yo. valentín me sorprendía cada día más.

¿sabes qué es lo que más me molestaba?—alcé las cejas, esperando su respuesta—, que yo estaba atrás tuyo todo el tiempo, tratando de que me des bola, y el gil ese respiraba y te tenía re enamorada.

ok, acabo de fallecer.

valentín oliva admitiendo que en nuestras épocas de guerra me tenía ganas, y yo que pensé que lo había visto todo.

no contesté, no porque no quisiera, si no porque no sabía qué, las palabras no salían de mi boca como hace unos minutos.

ya lo dije una vez, y lo voy a repetir, valentín oliva se guardó muchas cosas y es una caja de sorpresas.

𝐑𝐀𝐌𝐄; wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora