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RAMÉ capítulo diecisiete ;; la gracia de existir.
« le bastó sonreír para salvarme la vida. »
☄️
[ DICIEMBRE 2O18 ]
DOLORES:
es increíble lo rápido que pasa el tiempo, ya hacía cinco meses que vivía con valentín y las cosas seguían igual, bastante bien por suerte. desde ese beso que nos dimos en la terraza no nos besamos nunca más, por mi parte no es porque no haya querido, si no que no tuvimos la oportunidad, por su parte... no sé, valen es muy impredecible, un día puede estar enamorado de vos, y al otro presentarte a su nueva novia.
si lo vi salir con otras minas, lo cuál me revolvía un poco el estómago, pero siempre lo apoyé y estuve ahí por más que fueran simples garches. me daba miedo que en algún momento traiga a una que no sea solo eso.
yo estuve de novia con la facultad, como siempre, y cuando salgo con juli siempre me hace la onda con algún tincho lindo, pero nunca pasa más que eso, por suerte mi año escolar terminó, con súper buenas notas, y en el restaurante me daban unos días de vacaciones para poder descansar al máximo antes de las fiestas.
mauro nos propuso a juli y a mí ir a gesell con todos los chicos y no nos pudimos negar, iban a ser semanas bastante interesantes.
lo único malo, porque siempre hay algo que caga todo, es que también estaba ángela torres, no sé si es la ex o algo de valentín, pero últimamente se los veía muy juntos y cada vez que la abrazaba algo se rompía dentro de mí.
así que ahí estaba yo, como meses atrás, sin tener nada de que hablar con valen.
todos los hicos lo mandaron a manejar a él y a mi de copiloto, eran como tres horas de viaje porque nos tardamos banda cargando nafta, y ni bien apoyaron el culo en los asientos se mosquearon, yo tampoco quería dejarlo solo al wosito, le iba a hacer la segunda.
—si querés podes dormir—murmuró, decidimos salir tipo cuatro de la madrugada así llegábamos a la mañana y podíamos disfrutar todo el día.
—na, te hago la segunda, total una vez que me despierto no me puedo dormir—mentí, yo puedo dormirme en cualquier lugar, momento, día, pero tampoco iba a dejar que se aburra solo.
—¿te acordás ese día en tu cumple que hiciste la pijamada?—valen se empezó a tentar solo—, fuiste la primera en dormirte culiada.
reí con él al recordarlo, bueno chicos tenía mucho sueño, y no me bancaba a ninguna de las chicas que habían ido, y encima ese día juli estaba en la costa, desventajas de cumplir en enero.
—déjame valentín, que vos en tu cumpleaños te comiste toda la torta solo antes de soplarla—volvimos a reír por la anécdota—, egoísta.
—mira si iba a dejar que los gordos de mis tíos se la coman toda, era mi cumple. —se alzó de hombros.
—nada supera cuando estábamos festejando el aniversario de tus viejos y nos escondíamos abajo de la mesa para comer todo—volví a reír ante los buenos momentos que habíamos pasado de pendejos.
—ahí me quisiste encarar un pico, eras un desubicado valentín—era cierto, teníamos como once años y aprovechó el momento de adrenalina pura para encajarme un beso, pero no lo dejé.
—me cortaste el rostro mal, wachina. —fingió estar ofendido haciendo que lo mire, él mantenía la vista fija en la ruta, y manejaba con uno de sus brazos ya que el otro lo tenía apoyado en la ventanilla baja del auto, haciéndose el canchero.
—bueno pero años después te la seguí—hablé recordando nuestro beso de hace un par de meses, provocando que soltara una risa ligera.
—ya era hora, te tardaste mucho.
hice lo mismo que él y bajé toda la ventanilla, dejando que el viento sacudiera todos mis pelos formando un sentimiento de plena libertad y euforia.
—¿qué haces, loca de mierda?—preguntó divertido al ver que me sacaba el cinturón, y le subía a la música, total mateo, dani y mauro tenían el sueño re pesado.
—disfrutar la vista. —saqué la mitad de mi cuerpo por la ventanilla, sintiendo la velocidad a la que íbamos, y como el viento me pegaba directamente bajo los cantos de cerati, son momentos simples que no los cambio por nada, en donde mejor me siento, y todos los problemas se esfuman.
es nuestro momento de libertad
nuestro momento de calma entre tanto caos
—seguís siendo igual que de chica—le di la razón en cuánto me puse el cinturón de nuevo, y adiós comenzaba a resonar por los parlantes.
—nuestra canción—chilló emocionado, haciéndome reír, todo el tiempo que la pasaban en la radio hacíamos como unos conciertos, imaginando ser cantantes famosos en frente de escenarios enormes, con toda la gente animándonos, me alegraba que uno de nosotros pudo lograrlo posta.
y como si tuviéramos diez años menos, cantamos a todo pulmón a la par de cerati, yo daba pena cantando, obviamente, pero es algo que disfruté y un momento irreemplazable.
todo era mejor cuando estaba valentín.
y aunque él no piense lo mismo conmigo me alegra que haya encontrado a una persona que le haga sentir lo mismo que me hace sentir a mí.
cuando lo veo feliz todo sobra, se me llena el alma de alegría, y es inevitable, porque así es el amor. eso era lo que sentía por valen, puro amor.
