Me levanté en dirección a la cocina y te invité, con sutileza, a seguirme. Lo cogiste al vuelo y me seguiste. Te hice un "tour" por la casa mientras nos tomábamos esa cerveza.
Estábamos cerca de mi habitación y ver tus labios posándose en el botellín fue de lo más erótico.
Estaba loca por ti. Si en ese momento me hubieses pedido cualquier idiotez la hubiera hecho sin rechistar, sin cuestionarlo. Me tenías hechizada...
Aun así, algo no estaba bien... veía el deseo en tus ojos, en tus gestos, pero algo no marchaba. No es que yo tuviera una gran experiencia sobre todo en lo que a compañeras de cama se refiere, pero quizás la vida me había enseñado a leer estas cosas.
—Oye... —te dije con suavidad, dejando mi botellín sobre la cómoda—. ¿Qué sucede? Sea lo que sea, me lo puedes contar...
Nerviosa le diste un sorbo rápido a la cerveza y bajaste la mirada al suelo.
—Verás, es que... ¡Ufff, qué corte! —resoplaste.
—Si no estás preparada o no te apetece, no hace falta que hagamos nada más —intentaba darte de nuevo, la oportunidad de huir y sacarte de tu apuro.
—No, no es eso... —dijiste, hundiendo los hombros.
—¡Hey! —te dije con alegría, intentando animarte, una vez descartada la posibilidad de marcharte—. Sea lo que sea me lo puedes contar, no me escandalizo con facilidad. No te preocupes.
—Es que... A ver, me gustas un montón...
—Sí, algo he notado —me reí para quitarle hierro al asunto y te reíste conmigo.
Dejaste tu botellín al lado de dónde yo había posado el mío y lo soltaste a bocajarro, sin demorarlo más:
—Soy virgen.
Entré unos segundos en shock, porque no me lo esperaba. Eras una belleza. Pero me repuse con rapidez.
—¿Con una chica? —Supuse que te acababas de atrever a experimentar.
—No, en general. Soy lesbiana, lo tengo claro, pero es que nunca he tenido la oportunidad... Eres la primera que...
No te dejé terminar. Me acerqué a ti y te besé largamente, tu boca se volvió a abrir y me apresaste. Mandabas tú y yo me dejaba hacer... cuando rompiste el contacto y nos separamos, te hablé:
—Bueno, todas hemos tenido una primera vez. Vamos a ir poco a po...
Me cortaste con otro beso, aunque éste fue muy corto.
—Gracias por no reírte de mí.
Suspiraste, aliviada. Te abracé con ternura y tú te aferraste a mi cintura. Soy más alta que tú pero nuestros cuerpos encajaron a la perfección. Te retuve entre mis brazos unos segundos mientras te preguntaba:
—¿Por qué iba a reírme de ti?
—No sé... no es muy normal ser virgen a los veinticinco...
Te liberé del abrazo para hablarte y que no te sintieras incómoda otra vez.
—¡Mujer! En el sexo -y en la vida- eso de "normal" es muy relativo. Aunque debo decirte que me resulta un tanto extraño, pero solo porque estás como un queso.
—¿De verdad lo crees? —te ruborizaste.
—Claro que sí. Eres preciosa y sobretodo muy inteligente y divertida. Sino no estaría aquí contigo —fui sincera, aunque me asaltó una duda que me alteró— Pero... ¿Y tú?
—¿Yo... qué? —me interrogaste sin comprender.
—¿Piensas que soy la adecuada para tu primera vez? —aclaré.
Me sentía halagada por el simple hecho de que te lo estuvieras planteando y si ahora te lo repensabas y te arrepentías, me hubiese sentido muy decepcionada aunque lo hubiese entendido a la perfección y por eso quise darte esa libertad. Por fortuna, no tardaste en contestarme:
—Claro. Eres... perfecta. Es como si fuéramos amigas desde hace mil años. Me gustas un montón, eres tan dulce... No te pareces a nadie que yo haya conocido hasta ahora. Sí, me apetece.
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✅ Cuatro Estaciones
RomansCréditos de la maravillosa portada a @Silenceharmoni ❤️❤️❤️🤗 ¡Eres increíble! ======== [COMPLETA] 🏳️🌈 Cuatro Estaciones es una obra corta, una reinterpretación de una carta de amor, dónde la protagonista recuerda cómo conoció a su chica y nos c...