Capítulo 5

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No podía.

Por más que intentará apartar la vista o al menos distraerse viendo el único jodido y maldito color que había en la habitación no podía despegar su vista del enfermero con una extraña marca/cicatriz en la frente.

Le producía curiosidad, por alguna extraña razón le despertó una especie de raro sentimiento, no sabría describirlo, estaba algo confundido.

¿Cómo era posible que unas cuantas horas solamente con él le afectarán tanto?

—Giyuu-san— lo llamo y volteó su vista hacia el —Ya me tengo que retirar, ahora estará con su verdadero enfermero encargado— asintió para desviar su vista pero entonces el chico se fue del otro lado para que pudiera mirarlo —Fue un gusto pasar tiempo con usted— le sonrió cálido, recordando la sonrisa de su bella hermana.

—Esta bien, suerte— esas palabras hicieron a Tanjirou ampliará aún más su sonrisa.

—¡Suerte usted también!— rió, el rubio veía la escena incrédulo sin poder creer lo que sus ojos estaban captando —¡Intentare venir a visitarlo si no tiene ningún problema!— tomo las manos de Giyuu y las apretó suavemente junto a las suyas.

—No tengo ningún problema— se regaño mentalmente ¿Porque no le había rechazado? El era Tomioka Giyuu el paciente molesto, uraño, caprichoso y para nada sociable de la habitación 405.

Entonces ¿Porque caía su fachada ante un maldito niñato?

El rubio casi se desmaya de la impresión al ver un Tomioka Giyuu muy distinto al que estaba acostumbrado a tratar.

Porque si, cualquiera al verlo con esa actitud se desmayaría de la impresión que les provocaría ver tales escenas.

Aunque a decir verdad, su mejor amigo era ese tipo de persona, no importaba quien fueras, la personalidad del chico te atrapaba.

Bajo las manos de Giyuu lento para dejarlos en su regazo, camino hacia donde estaban sus cosas para recogerlas y poder irse.

—Queda a tu cargo Zenitsu— le dió una palmada en el hombro —Suerte y por favor recuerda las reglas— suspiro, el rubio le insultó y eso hizo reír a Tanjirou, el sabía que todo iba a estar bien, que el azabache estaba en buenas manos.

Observo por última vez al azabache de bellos ojos azules que también lo miraba, le sonrió por última vez antes de cerrar la puerta y dirigirse a su área para cuidar al paciente que le habían asignado.

Observo por última vez al azabache de bellos ojos azules que también lo miraba, le sonrió por última vez antes de cerrar la puerta y dirigirse a su área para cuidar al paciente que le habían asignado

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Caminaban en silencio rumbo a la habitación de su mejor amigo, desde que habían salido de la casa no se dirigieron ni una palabra.

De vez en cuando Sabito miraba de reojo a Makomo intentando adivinar que era lo que le pasaba por su cabeza.

Sabía que estaba herida, el recuerdo de Giyuu de cómo fue encontrado los marco de por vida y tal vez más a la chica que era un poco sensible pero también cree firmemente en que se debía al tipo de relación que tiene con el azabache que fue la bomba que la hizo enloquecer ante el asunto.

Cradles [KyoTan/GiyuuTan] - KNYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora