"Eres un estúpido, no sirves para nada, deberías hacer el favor de suicidarte, porque no mejor desapareces de este mundo"
Esas palabras siempre me lo repetían, acompañado de patadas en el estómago, jalones en el pelo, pellizcos en los brazos. Sabía que no podía hacer nada, ellos tenían control sobre mi y no había nadie quien me defendiera.
-¡Tan tarde llegas!
-E-es que
-¡Y mira como estás!, para eso lavo y plancho tu ropa, ¿no? Para que vengas como un indigente-me sujeta de mi brazo y clava sus uñas en mi piel y va donde la puerta que llevaba al patio tracero -ya te dije que te defendieras, como un macho, ¿acaso eres una niña? - niego rápidamente- aprende a defenderte -me tira al piso con fuerza- no entraras a la casa ni tendrás comida hasta que empieces a ser un hombre de verdad
Me cierra en la cara la puerta, me levanto del piso y sacudo mi ropa, miro mis manos y estas estaban con heridas y sin darme cuenta empeze a llorar, no aguantaba más lo que pasaba, como le podía decir a su mamá que el trataba siempre de defenderse pero eso empeoraba más las cosas, el ya no aguantaba más ese trato.
Mire al cielo y sentí como empezaron a caer gotas de lluvia y el viento comenzó a soplar más fuerte, me abrase a mi mismo tratando de buscar calor, esos chicos me habían arrancado casi toda mi ropa y me habían ensuciado con huevos y harina. Me puse de rodillas y trate de buscar mis lente o lo que quedaba, a ellos también les gustaba romper mis anteojos y que me vieran tratando de leer lo que decía en la pizarra o cuando camina por las calles, sabían muy bien que mi madre se rehusaba a comprarme unos nuevos.
Me senté debajo de un árbol y dejé que mi espalda se apoyará en el tronco, cerré mis ojos y pensé como sería las cosas si nunca hubiera existido, a nadie le preocuparía si desaparezco de este mundo nadie se daría cuenta. Levante mi mirada hacia mí casa y se podía ver la silueta de mi madre con alguien más, ella desde que se entero que estaba embarazada me odio, para ella era una desgracia mi nacimiento ya que supuestamente le había quitado al hombre que querían y siempre que podía me repetía esas palabras.
-"Tu me quitaste lo que yo amaba"
Suspire recordando aquello, levante mi mirada y deje que las gotas de lluvia chocarán contra mi cara, cuando se me vino una idea para acabar con todo el sufrimiento y odio que yo causaba.
Sonreí de lado por mi idea y deje que me la lluvia me empapar a.
A la mañana siguiente decidí ir rumbo a un puente que que se encontraba lejos de la ciudad y muy adentro del bosque , ya que ahí nadie se daría cuenta de lo que iba a hacer. Me senté al borde del puente y dejé que mis pensamientos vagar mientras veía como la corriente del río era muy fuerte.
Siento como alguien me jala de mi capucha con fuerza y mi cuerpo se va hacia atrás, mi cabeza choca contra el suelo y mi vista se nubla por unos minutos. Respire hondo y traté de controlar mi enojo, quien sea que sea se iba a merecer un golpe por haberme interrumpido.
-Que crees que haces...
Mis palabras quedaron el el aire cuando abrí mis ojos de golpe y me encontré con una cara a centímetros de la mía, sus labios carnosos y rojos, su piel parecía de porcelana me tentaba a tocarla para saber que tan suave es y sus bellos ojos oscuros como la noche me hipnotizaron.
-¡Que crees que haces! - se alejo de mí y me invadió una tristeza - si no hubiera estado ahí, tú... Tú...
-Hubiera muerto - termine su frase-
-¡Que acaso no piensas en las personas que te aman!, tus amigos, tu familia...
-Y-yo
-¡No digas nada!-respira hondo y me mira - si vuelves y tratas de suicidar te yo seré quien derrame tu sangre en mis manos.
No me di cuenta de que llevaba con sigo una picota hasta que la agarra y la carga en su espalda.
-Vamos, vete
Me levanto y sacudo mi ropa, le dedico una última mirada y me voy de ese lugar a mi casa.
No pensaba que iba a cumplir su palabra cuando a la mañana siguiente volví al mismo lugar y la encontré apoyada en un árbol
-¿Volviste para suicidarte?
-Pensaba que no ibas en serio
-Bueno ahora ves que voy enserio - se acerca a mi y me abrasa -
-Oyee... - trato de apartarla pero se aferra mas a mi cuerpo-
-Por favor no te suicides... Tal vez no nos conozcamos pero se que eres una muy buena persona y yo te necesito
Esas palabras me tomaron por sorpresa, nunca nadie me había dicho esas cosas, mi corazón empezó a palpitar y sentí como mis mejillas se ponían rojas.
-Vamos por un café, para conocernos mejor
-S-Si
Me tomo de la mano y juntos caminamos por medio del bosque, su mano se sentía caliente a comparación de la mía y mi corazón empezó a surgir algo nuevo. Entonces me di cuenta de que era la elegida, ella me salvaría del infierno que estaba viviendo, ella era mi ángel.
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FELIZ NAVIDAD A TOD@S!!!
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Obsesión
Horror"Todo demonio siempre saldrá del infierno en busca de un ángel" (HISTORIA SIN CORREGIR)