El Ladrón © [Cristiana]

8

¿Por qué no llama a una patrulla?

Digo, no es que yo lo anhele pero es lo más lógico y algo empieza a pasar por mi mente.

— ¿De verdad cree que pueda cambiar?— digo con ironía. — ¿Si notó que soy un delincuente?

—Mira, si estás aquí es porque algo dentro de ti quiere una salida, un cambio.

—No sé— pienso, puede que tenga razón. — Y según usted, ¿qué debería hacer ahora?

—Puedes empezar por una oración de fe y hacerte responsable de tus actos.

O-ra-ción.

¿Cómo se hace eso?, ¿Hacerme qué?

—Quiere que me entregue ¿verdad?

El pastor se levanta de su asiento y veo que va por un libro grande, es una Biblia, es lo mas seguro. La ojea y sonríe. Con un gesto me pide que me acerque y eso hago, ¿ahora qué me dirá? y, además, ¿por qué me interesa?

—Lee lo subrayado, por favor. — Me dice.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:9)

—El de abajo, ¿también?— pregunto y él asiente. ¡Vaya!, es más largo.

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. (1 Juan 2: 1-2)

Pero, no entiendo bien, solo pido perdón y ¿ya? Creo que el pastor notó mi expresión confusa.

—Samuel, deja que te explique, por favor siéntate. — Y eso hago.

Fíjate, dice que Dios perdona tus pecados y te limpia de toda maldad, cuando tú te arrepientes de verdad, Dios empieza a hacer un cambio en tu corazón, te transforma, es un proceso que él hace para quitar el pecado de ti y hacerte una persona diferente.

Cuando menciona que Jesús es nuestro abogado, se refiere a que a través de él somos perdonados, no quiere decir que Dios es un ser malvado, sino que Jesús pagó el precio de nuestros pecados cuando fue crucificado, él llevó nuestra carga.

También dice que él es justo porque, Dios es amor, pero también nos corrige cuando lo necesitamos, esto lo hace para que no nos desviemos. Aun así hay cosas que nos pasan y no necesariamente son correcciones de Dios, en ocasiones nosotros nos las buscamos, es como si una persona cruce la calle sin cuidado y lo atropellen, no es corrección de Dios, es por el descuido.

—Entiendo, entonces ¿Qué oro? — Le pregunto al pastor.

—Orar es hablar con Dios, ¿Qué te gustaría decirle?

Empiezo a llorar, nunca me imaginé en esta situación, yo ignoraba todo esto y ahora veo que estoy necesitado de una salida, quiero cambiar la vida que llevo. Se lo digo, empiezo a decírselo todo, todas mi acciones y pensamientos se los digo.

Se lo digo a Dios.

▪ ▪ ▪

Si no mal recuerdo, aquí fue donde dejé está historia cuando la pasé a borrador.

Gracias por leer ✨