Las Reliquias de la Muerte - Severus Snape.

Sangre caída

Habían pasado dos días desde que lord Voldemort había celebrado la reunión donde discutiría su ascenso y había asesinado a Charity Burbage, quien era la profesora de Estudios Muggles del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Snape fue el encargado de filtrar a El Profeta de que la profesora había dimitido, pero él no fue el de la noticia, estrictamente hablando, sino un miembro del consejo escolar de reciente ingreso. El profesor de Pociones estaba sentado en la sala de su casa, en la calle donde solía vivir su altanera madre y su despreciable padre. Al igual que el Señor Tenebroso y Harry Potter, Severus había crecido con el estatuto de sangre mestiza, el cual le permitía, de cierto modo, entender más a los muggles, a pesar de que el profesor siempre fue adulador de las artes oscuras en su juventud.

Tal vez eso fue lo que lo llevó a Snape a redimirse como lo hizo. Dejar de ser un fiel partidario de lord Voldemort cuando entendió que preferiría morir primero antes que ella. Snape palideció un instante cuando recordó que hubo un tiempo en que creía que Lily Evans parecía haber trascendido el umbral de la muerte y la evidencia y recuerdo más vívido eran los ojos verdes que poseía su hijo.

Un montón de pensamientos inconexos viajaban por la mente de Snape cuando dio un leve respingo al darse cuenta de que era de noche. El hombre de pelo negro se levantó y sacudió levemente su varita, de la cual dio a descubrir el pequeño cuarto donde solía vivir Colagusano, quien ahora residía donde los Malfoy en su mansión. Subió las escaleras pequeñas y observó el lugar. Si no fuera porque vivía ahí, Snape habría aseverado que en la casa habitaba un secuestrador: era un lugar bastante claustrofóbico y habían varios libros sobre un escritorio de madera. Había excremento de rata y varios agujeros, a lo cual el profesor dedujo que Colagusano se escapó varias veces del lugar para oír conversaciones o simplemente salir. Una colcha deshilachada y con un resorte sobresaliendo de la parte posterior indicaba poco uso o que simplemente Pettigrew dormitaba en el tumulto de mantas que había a la derecha del escritorio con su forma animaga. Snape sacudió la varita lentamente y la estancia pareció sacudirse y comenzó a limpiarse sola: el resorte entró y se acopló a los demás dentro de la colcha, la cual se cosió automáticamente y recuperó su volumen; el piso se limpió por sí solo, desapareciendo todos los excrementos de rata y comida rancia que habían; el escritorio se limpió y reparó y los libros que estaban sobre este se acomodaron en su lugar. Pasados unos minutos, la guarida donde Colagusano solía dormir parecía una habitación semi-decente. Severus bajó la cabeza y, con una perezosa sacudida de su varita, apagó la lámpara de aceite que estaba ahí.

Cuando bajó, la puerta de trampa que cubría la habitación se cerró y Snape se dirigió a su habitación, donde, tras pensar una vez más en todo el peso que llevaba desde hace dieciséis años cuando aceptó su destino, se quedó dormido casi de inmediato. Sintiendo que no durmió nada, el profesor despertó azotado por una lechuza que ululaba en la cocina. ¿Qué estaba pasando?

Snape entró primero al cuarto de baño y, tras cepillarse y lavarse la cara, entró a la cocina. Había una lechuza parda sobrevolando alrededor de su sofá, con un sobre amarillento enrollado en su pata. Snape extendió un brazo y la lechuza se posó sobre este. Desamarró la carta de la pata de la lechuza y lo desenrolló. Fue una de las cartas más extrañas que había recibido en toda su vida:

Profesor Severus Snape:

Sin duda encontrara esta carta inusual, pero nada que una pluma a vuelapluma no cambie, ¿no cree? Deseo entrevistarlo divinamente mañana para tratar temas sobre el recién fallecido Albus Dumbledore, donde su muerte no deja más que un vendaval absoluto de misterios truculentos y, puesto que represento a la comunidad donde la verdad merece ser oída, estoy ansiosa de oír la suya y saber a qué se deben las acusaciones de Potter.

Responda con la misma lechuza, puesto que el libro Vida y mentiras sobre Albus Dumbledore está casi terminado y falta lo que sin duda sería la bomba más importante del libro.