C: Cruel realidad

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Cuando llegue al lugar, no estaba seguro si era indicado, sin embargo revise dos veces la dirección, y al no haber otro tipo de espectáculo en las ultimas 3 manzanas, entre al lugar en el cual ya no se admiten animales desde el año 2015. Entre al circo.

No era un circo cualquiera, era uno localizado en el interior de una bella mansión, habían miles de personas en el interior y la entrada no fue tan barata que digamos, la función estaba en el centro de una pista de baile algo sospechosa.

La función iba  a comenzar pronto y yo necesitaba asegurarme de que estuviera en el lugar indicado.

Mi número
Estas jugando conmigo?

Numero desconocido 1
No, porque?

Mi número
Estoy en un maldito circo  a caso?

Numero desconocido 1
Es el lugar en el que te cite

Mi número
Trabajas en un circo?

Número desconocido 1
Así es, sube las escaleras del lado izquierdo de la puerta de entrada y llega al balcón del primer piso, tu me veras, y si eres tan listo como creo que eres, sabrás quien soy.

Sin saber el maldito propósito de esto, simplemente camine a la entrada para buscar las escaleras, cuando así fue subí una por una mientras escuchaba algunos pasos arriba, la función había comenzado hace ya unos minutos, pero me perdí al hombre que escupe flamas por encontrar esas escaleras, por suerte no me había tardado demasiado, así que cuando subí, apenas había terminado niña de las varias funciones, lo que más me impresiono fue que  únicamente habían 2 personas, ambas mujeres, ¿Sera una de ellas la chica? No lo creo, pues en cuanto subí, me miraron raro, como si yo no encajara ahí.

Me puse en el barandal, y un hombre se acerco a donde yo estaba.

— Desea beber algo? – dijo sonriendome

— Solo café, gracias – me gire nuevamente a la pista

— Ya para las bellas damas? – se acerco a ellas, las voltee a ver, el mesero acariciaba el mentón de una de ellas, la otra estaba cruzada de piernas mientras miraba la escena

Solo Café, GraciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora