L: Los recuerdos

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Hace 20 meses:

No paraba de mirar a la bella chica de cabellos castaños, si cabello revoloteava por sus hombros conforme el aire entraba por la ventana, se veía mas joven que todos, casi una niña quizás, tierna con apariencia algo rebelde, sentada mirando el pizzaron mientras anota en su libreta, simplemente era hermosa, fue algo así como amor a primera visita, porque ni su nombre conocía y ya estaba loco por ella.

— Jovencito! – me llamo el profesor

Mire de inmediato a el profesor con cierto nerviosismo por la intensidad de su grito.

— Si profe? – lo mire nervioso

— Esta poniendo atención? Ya deje de ver a su compañera

Mierda! Porque ha dicho eso? Que vergüenza, ahora ella se va a espantar de mi y se alejara por completo.

Todos mis compañeros comenzaron con sus gritos de idiotas que sólo provocaron que el calor subiera a mis mejillas de forma notoria, me gusta llamar la atención pero esa no es la manera. Por culpa de aquel suceso estuve el resto de la clase evitando su mirada, no podía sostener una sola mirada sobre mis ojos, siempre me sentía obligado a bajarla, una miradita como esa no la puedo sostener.

Al final de la clase August y yo salimos jugando piedra papel o tijeras de una forma especial, si ganabas podías pegarle a la persona que perdió en el antebrazo, cosa que nos dejaba marcas muy rojas pero divertidas.

— Tijeraaaasss!!!! – exclame

— No por favor Evan ya tengo el brazo rojo – ambos reíamos mientras Caminábamos

— Te chingas Wey pon la mano – reí mientras el obedecía y yo le daba un golpe con dos de mis dedos

Soltó un grito muy divertido y comenzamos a bajar las escaleras hablando ahora.

— El profe te cacho de asalta cunas – August río

— No soy asalta cunas, solo me gusta una chica con cara de bebe — baje el primer escalón 

— Hola Evan – me dijo un escalón arriba la chica de cabellos castaños

— Ah! – me espante por que exactamente estaba hablando de ella, razón por la cual caí en linea curva por los 10 escalones del piso

— Evangelino! – exclamo August mientras bajaba corriendo hasta mi acompañado de la chica

— Estas bien? – me dijo la chica

— Si... Si estoy bien gracias – estaba tan nervioso que apenas podía hablar, ella me regalo una acogedora sonrisa tierna

— Mi nombre es Jesse

(°•*…>_<)

Hace 19 meses:

Faltaban dos horas para volver a clase, teníamos 4 horas libres y estábamos en la casa de Karen bebiendo y jugando aquel famoso juego de verdad o reto, estábamos mas de 18 personas ahí jugando y hablando.

— Te toca Evan – dijo Jesse sonriendo

— Bien, quiero verdad – Sonreí

— Ahhh no seas puto Wey – dijo August

— No soy puto pero es que si me ponen un reto fuerte capaz que si lo hago porque ya van cuatro que me tomo wey – dije mostrando mi botella de cerveza

— Bueno Evan, dime quien te gusta – dijo Jesse moviendo con la mano su cabello

— Me gustas tu Jesse – dije totalmente ebrio

Solo Café, GraciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora