➵ No importa lo que uno es por nacimiento, sino lo que uno es por sí mismo
Harry Potter y la Cámara Secreta (en proceso)
ATENCIÓN: Este es un fanfic del maravilloso mundo de Harry Potter. Ni la trama o los personajes me pertenecen, a excepción de aq...
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Algo que caracterizaba a Aries Black-Cross es que era meticulosa y perfeccionista a un grado que resultaba irritante para algunas personas. Pero era la razón por la que era excelente en Pociones, una materia que necesitaba paciencia y no permitía errores.
Era su materia favorita a pesar de que el profesor Severus Snape la tuviera casi en la misma estima que a Harry Potter. Al igual que Serpens, quien a pesar de ser Slytherin, el profesor no perdía la oportunidad de hacer sutiles comentarios mordaces que la mayoría no comprendía, pero para los mellizos eran bastante claros.
Los mismos que le lanzaba a su prima, quien desde el primer momento no se dejó intimidar y comenzó a aplicarse en la materia que odiaba para que Snape se tragara sus palabras.
Serpens se autoimpuso la meta de hacerlo rabiar para que todo su odio cayera sobre él y no sobre su hermana o Kali durante su primer año en el colegio, antes de que los tres se acostumbraran y se enfocaran en cosas más importantes que tratar de razonar con un profesor que deja que el rencor domine su vida.
No pueden decir lo mismo de Potter, cuyo odio mutuo parecía incrementar con cada día que pasaba.
—¿Por qué no solo lo ignoras? —preguntó Aries al chico mientras se dirigían a su siguiente clase luego de otra desastrosa clase de pociones.
Podían ser compañeros, su tío y su madre podían ser buenos amigos, pero Aries Black y Harry Potter no tenían un trato más allá de la cordialidad.
—Lo he intentado, créeme —respondió, pasando la mano por su ya despeinado cabello azabache—. Es solo que... no puedo quedarme callado.
—Sí, me he dado cuenta —dijo haciendo que el chico sonriera. Hizo una ligera mueca antes de sacar el tema—. Uh... sé que no me incumbe, pero mi mamá ha mencionado que no le has escrito a tu tío...
Aries notó que las mejillas del chico se sonrojaron un poco y miró detrás de ellos, donde Ron Weasley y Hermione Granger venían discutiendo como era habitual. Luego la miró de reojo mientras caminaban.
—Si soy honesto, lo olvidé —dijo avergonzado, pasando la mano por su cabello ya despeinado—. El año pasado no le escribía a nadie y ahora tiendo a olvidarlo.
—Lo entiendo —dijo Aries y sonrió de lado—. Serpens ha descrito con lujo de detalle las clases con Lockhart...
—Fantástico —masculló el pelinegro con una mueca de disgusto—. Lo siento, pero tu hermano es irritante.
—Algunas veces —estuvo de acuerdo y rió—. Él piensa lo mismo de ti.
—Es el fin del mundo —murmuró haciendo reír más a la chica.
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Unos días antes de Halloween, Aries despertó con la respiración agitada y con temblores en el cuerpo. Se calzó los zapatos y colocó un suéter sobre su pijama antes de tomar su varita y salir corriendo de la Sala Común en dirección a las mazmorras una vez comprobado que no despertó a sus compañeras e ignorando el llamado somnoliento de la Señora Gorda que preguntaba a donde iba.
