Como jugar correctamente a la ouija

Casos exitosos

Y para terminar con estas menciones, les contare la historia de Dennis y David, dos chicos que cometieron un terrible asesinato el 22 de diciembre de 1995 ¿quien dice que solo en octubre se comenten los asesinatos mas terribles? 

Bueno ¿por donde comenzar? admito que contar esto me llena de emoción y alegría, ¡ya se!

Ninguno de los dos tenia padres amorosos y ambos eran considerados como un par de vándalos y como siempre todo adolescente rebelde que le gusta desviarse del camino se les hizo bastante fácil jugar con cosas que no entendían, un buen día invitaron a dos amigos menores que ellos a la casa de David con la excusa barata de un total pedófilo, supuestamente iban a ver vídeos pero nunca contaron con que en el cuarto en realidad se encontraba un altar y una tabla parlante junto con una decoración bastante "tétrica" de adoración a lo oculto

Y como es de esperarse, en los mocosos se activo algo de sentido común y natural de un cachorro de cualquier especie, sintieron miedo e incomodidad pero al verse presionados por los otros dos chicos mayores se quedaron a jugar, fue entonces cuando el "amo" como Dennis y David le decía, les ordeno asesinar a uno de los ilusos y sin mas ni menos, apuñalaron once veces ¿Michael? ¿Stephen? en realidad no me interesa quien de los dos murió

¡David estaba en completo frenesís! ni siquiera se dio cuenta de cuando el chico murió hasta que su compañero le dijo que se detuviera, fue una escena grandiosa, la cara de horror del sobreviviente (que logro escapar y dar fin a la diversión acusando a los otros dos) y la sangre regada por toda la habitación, simplemente satisfactoria 

Ambos fueron detenidos y juzgados como un par de locos por que decían escuchar la voz de su amo dentro de su cabeza ordenandoles a actuar de esa manera y si aun no los han liberado de la institución mental a la que fueron recluidos seguramente se siguen pudriendo, algunos creen que este asesinado se origino en Arkansas y otros en Inglaterra, pero la verdad es que nunca lo sabrán, al menos yo no les diré