Debajo de tu piel.

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Y ahí estaba yo, en un avion rumbo a Los Angeles, con un DNI falso, un aspecto diferente totalmente, y una maleta. Miré por la ventana ya casi aviamos llegado, iba con mi padre, que de vez en cuando me miraba raro, no parecía su hija. Habían puesto plasticos por todo mi cuerpo, mi cara, mi cuello, lentillas marrones, habian cortado mi pelo, y la ropa que llevaba puesta no pegaba nada con mi estilo. Llevaba una camiseta marron y unos simples pantalones negros. 

–Cariño, no tengas miedo. - Dice mirandome - Tu solo recuerda que no eres más Brianna, ahora eres Megan, ¿Entendido? - Yo solo asentí y me acomodé en mi asiento para dormir. Mi padre iba a ir a un hotel y a trabajar en el sitio donde le asignaron, ya que ahí me "vigilarian" por así decirlo.

***

Mi padre me dejó en ese internado, bajé en el coche, oh que extraño se me hacía ver a tanta gente, como en el instituto. Tenía miedo, la gente me miraba raro, yo solo intenté llegar a recepción para preguntarle a la chica donde estaba mi habitación. 

–Hola. - Dije seria, tenía que empezar a actuar. -

–Hola. - Me miró ella, era mayor, pero parecía agradable. - ¿Necesitas ayuda en algo? - Yo asentí. -

–¿Donde está la habitación 215? - Dije yo. -

–Piso tercero, a la izquierda. - Subí al ascensor, habian un grupo de chicos. Uno me miró era rubio de ojos azules. -

–Oh, cuidado, no vaya a ser que el ascensor se hunda. - Dijo inutilmente mientras reía, ¿Se suponía que tenía que parecer timida? Me callé, pero si no fuese un trabajo le hubiese mandado a callar hace un buen rato. Salí de ahí, y me acerqué a la habitación que me habían asignado. Abrí con una llave y entré, me encontré con una chica pelirroja y otra castaña. -

–Oh si, eso... - Me miraron. Me miraron de arriba a abajo. - Oh, hola. - Dijo algo extrañada. Yo solo asentí. -

–Hola.  - Me acerqué y deje las cosas en una cama que habia vacia. - 

–¿Como te llamas? - Dijo la morena. -

–Soy bri... - Oh, mierda. Lo olvidé. - Soy Megan, Megan Smith. - Dije mientras desempacaba, era extraño para mi. Obviamente tenía una bolsa con ropa de mi talla para cuando tuviese reunión o algo por el estilo. - ¿Y ustedes? -

–Yo soy Chloe. - Dice la pelirroja. - Y ella Hope. - Dice señalando a la morena. Yo asentí, y seguí a lo mio. -  Oye, Megan. - Se miraron con una pequeña sonrisa en la cara, y luego a mi. - ¿Tienes novio? - Dijeron aguantandose la risa, no podía creer que la gente fuese tan cruel. Yo solo me giré, intenté actuar. -

–Oh, no. - Les miré. - ¿Quien se fijaria en una gorda como yo? - Dije haciendome la triste, creo que estaba saliendo bien. -

–Oh, Megan. - Se miraron con ojos de pena. - Debajo de tu piel se oculta una chica linda. - Dijo, oh, que ironía. En el fondo eran buenas chicas. -

Bajamos a clase, primera clase, Matematicas. 

–Bien, como pueden observar tenemos una nueva alumna. - Dice la profesora mirandome, yo solo asentí. - ¿Como te llamas? 

–Megan Smith. -

–¿Oh y de que sitio vienes? - Dijo, no sabíá que contestar, luego recordé las instrucciones que ese tal John me dió. 

Flashback* 

–Recuerda, tienes 16 años, vienes de Canada, de un instituto llamado Green Lake High School,  eres timida, te gustan los grupos de musica alternativos, si te insultan, hazte la timida. - Yo solo asentía. - Y cuando llegue la hora de ducharse tu metete en tu ducha, quitate la cremayera del traje de debajo de tu ropa y duchate normalmente, solo intenta que nadie te descubra. Al final de cada día tendras que llamarnos y contarnos, todos los insultos, quien, y todo ese tipo de cosas. -

Fin Flashback* 

–Green Lake High School. - 

–¡La escuela de los gordos! - Soltó un chico al fondo de la clase, la profesora le mando a callar, toda la clase se reía. - 

Las clases pasaron lentas, y ahora tocaba educación fisica. Algunos chicos soltaban insultos, pero me daba igual, sinceramente no entendía por que la gente trataba mal a las personas con sobrepeso, son personas también. Ya era la hora de ducharse, entré en el vestuario. Todo estaba lleno de chicas, me miraban fatal. Yo me metí en una de las duchas cuando todas se fueron me meti a ducharme yo, había sudado más de lo normal al llevar tanta cosa encima, me lo quite todo y lo meti en una bolsa  y me comencé a duchar, todo iba bien hasta que comencé a escuchar unas voces masculinas en el baño. 

–¿Que onda Megan?¿Te da vergüenza que las niñas te vean ducharte de lo gorda que estas, que te duchas la ultima? - Eran dos chicos, riendose. Yo solo calle. - ¿Se te trabó la lengua el gato? - Rieron y se acercaron, tenía miedo. No quería que viesen nada. Me alejé lo que mas pude de la puerta.

– ¿No piensas hablar? - Dijo el otro tambien riendo - Queremos verte gordita. - Dijo riendo mas fuerte moviendo la puerta. No, no, no. Hasta que, eh ahí mi salvación. 

–¿Qué coño hacen aqui?- Dijo una voz masculina - Dejen a la chica ducharse tranquila, anden a sus clases. - Dice al parecer un profesor, estos se fueron rapidamente. 

Me terminé de duchar, y mierda, no, no, no. No podía pasarme esto a mi. Estaba todo el traje, MOJADO. 

–Oh, mierda, mierda, mierda. - Susurré, intenté secarlo pero nada, alguien habia entrado, lo notaba.

–¿Ocurre algo Smith? - Dijo él, no tenía idea de quien era, pero tenía una linda voz. 

–Oh, no, no. - Dije obviamente mintiendo. -

–Vamos, dime, te puedo ayudar. - Dice acercandose. - 

Yo cogí mi toalla, y me tape por si acaso, él alcanzó y abrió la puerta. Mierda, santa mierda, mi primer día y ya me habían pillado. 

PROYECTO GORDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora