Dinero, un carro, un título, ¿eso trae la felicidad? No, claro que no. Bueno, no para mi.
Mi infancia no fue como la de los demás niños, por ejemplo: jugar con la pelota, jugar con amigos, etc.
Toda mi infancia siempre fue estudio.
Todo eso era por que mis padres querían lo "mejor para mi" y que estaban pensando en mi futuro.
Ugh, yo que pensé que eso iba acabar cuando yo tuviera edad suficiente para hacer lo que quisiera o sólo no tener la exigencia de mis padres todo el tiempo. Ja, que ingenuo, mis padres siguieron así hasta que llegué a la Universidad.
Estaba harto, sólo quería ser libre, hacer lo que más amaba sin que nadie me dijera que estaba mal.
Pensé que mi infelicidad duraría por mucho tiempo... Pero conocí a un chico, a un dulce chico, que le dió luz a mi vida, me ayudó a cumplir mis sueños.
Con él, encontré la felicidad...
Pero todo terminó, cuando un mal nacido me lo arrebató de mi lado.
Entré en una depresión horrible, al punto en el que me quise quitar la vida.
Pero no lo hice, quise cumplir una promesa y también lo hice por el fruto de nuestro amor, por nuestro pequeño JeonMin.No fue fácil, pero debes de enfrentar el dolor y convertirlo en algo más.
Les contaré la historia en cómo un ángel, le muestra a este cuerpo de huesos rotos, que esta vida vale la pena.
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Era un día como los anteriores, aburridos, sin una pizca de diversión. Iba directo hacia la Universidad, pero antes iba a pasar por un café. Al llegar a la tienda choqué con un chico, el cual dejó caer su bebida encima de mi uniforme. Iba a reclamarle de que tuviera más cuidado, pero al mirar su rostro... Me quedé embobado. Nunca había visto a una persona tan bella como él.
- L-lo siento mucho, o Dios, perdona -dijo mientras que con un trapo trataba de limpiar la mancha del café.
- Tranquilo no pasa nada -detuve su mano- es más debía de haberla lavado hace días, ya le tocaba darle una limpiada.
Levantó la mirada y sus ojos se toparon con los míos, mirándonos por un rato, toda la gente que pasaba nos miraba extrañados. No era común ver este tipo de escenas en la vida real, sólo en películas o novelas románticas.
- E-en verdad perdóname, debí de ser más cuidadoso -empezó a jugar con sus manos- p-podría invitarte un café, para recompensar este accidente...
Sentía que me iba a dar una sobredosis de perfección y ternura, ese chico era lo que siempre había deseado.
- Me encantaría -sonreí mientras vi que sus hermosas mejillas tornaron a un leve color carmesí.
- P-Park Jimin -estiró su mano tímido.
- Jeon Jungkook -tomé su saludo con una amplia sonrisa, sentía que todo mi mundo iba a cambiar gracias a él.
Me senté en una de las mesas mientras él pedía la orden, miré por la ventana a observar el lindo paisaje.
- A-aquí está tu café -dejé de ver el paisaje para dirijir mi mirada hacia el mientras sonreía con timidez- es de Vainilla Latte.
- Gracias -lo tomé- mi favorito.
- ¿En verdad? -se sentó sin quitarme su vista de mi- también es el mio.
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Don't Forget Me.
أدب الهواة- No me olvides, mantenme en tu memoria. Déjame ser tu ángel favorito, sólo sigue adelante. Recuerda que la vida siempre mejora, llora por mí. Pero prométeme -levantó su meñique- cariño, que seguirás siendo fuerte.