Estamos en el reino de Vairan, por ahora pacífico, empieza a oscurecer…
- ¡Te dije que no sueltes tu espada! – se oye una voz enérgica desde el campo de entrenamiento del reino.
- Pero…- dice una chica que yace en el piso, se ve cansada y desanimada
- Aunque estés en el suelo aún puedes luchar y tu espada puede ser tu única forma de salvarte.
- Estoy cansada de esto, mejor me voy a descansar – se levanta y se dispone a irse cuando la otra mujer se para frente a ella, hasta ese momento la chica repara en su gran tamaño
- Son deseos del rey que aprendas a pelear Dirla y yo apoyo su decisión – dice seriamente
Dirla: No sé por qué tiene esa tonta idea, ¿cree que podría morir si hay una guerra?, no soy tan tonta
- ¡Cállate!, no tienes idea de lo que dices…- suspira - él se preocupa por ti, eres su hija y debes entender que estos tiempos no son fáciles para una mujer
Dirla: Al menos podrías tratarme mejor, recuerda que soy la princesa – agrega en tono altivo
- No deberías ser tan soberbia, además, ese puede ser un motivo más para matarte…- dice con mirada amenazante, Dirla se asusta por un segundo y se voltea
Dirla: Prefiero ver al ejército entrenar que hacerlo yo, es muy pesado
- ¿Por qué todos los días tendremos esta discusión tu y yo? – pone las manos en su cintura
Dirla: Porque no entiendes que no necesito aprender a pelear, si el ejército nos cuida no correremos peligro, además Jest está para protegerme, con él es suficiente pues nadie puede ganarle – dice muy confiada
- Puede que Jest sea de los mejores soldados que tenemos pero debes aprender a no depender de los demás Dirla, ¿cuántas veces tengo que decírtelo?
Dirla: Él siempre va a estar conmigo Wilsart, te guste o no y no importa lo que diga nadie más
Wilsart: ¿Y qué harás cuando no esté?
Dirla: Eso no puede pasar… - emprende el camino hacia el castillo cuando repentinamente un cuchillo pasa muy cerca de su rostro clavándose en un árbol que tiene al lado.
Wilsart: ¿Hubieras podido salvarte sin él? – Dirla queda petrificada mirando el cuchillo. En eso, se escucha una risa acercándose a ellas.
Rey Nersem: Muy bien Wilsart, siempre muestras tus grandes habilidades – las dos voltean a mirar al hombre que se aproxima.
Wilsart: Su majestad – hace una reverencia
Rey Nersem: Espero que así entienda esta niña tan desobediente – mira a su hija sonriente
Dirla: ¡Papá!, sabes que no me interesa aprender a pelear
Rey Nersem: ¿Por qué Dirla?
Dirla: Porque…soy una princesa, esto no es para mí – dice mirando al cielo
Rey Nersem: Eres una princesa y yo tu padre, quisiera poder protegerte siempre pero quizá no pueda
Dirla: Pero esta Jest…
Rey Nersem: Y si él no está ahí para cuidarte, no puedes estar atada a las demás personas Dirla, si no estoy yo, Wilsart o Jest…si estás sola… ¿qué harás?
Dirla: ¡Hablas igual que Wilsart!
Rey Nersem: Pues ella tiene mucha razón – suspira – espero que te esfuerces más Dirla, Wilsart está haciendo un gran esfuerzo al tratar de enseñarte y no es justo que lo desaproveches así, ¿entiendes? – ella ve a ambos
Dirla: Esta bien papá, como quieras…- se agacha
Rey Nersem: Así me gusta…por cierto Wilsart, ¿Cómo va el entrenamiento del ejército?
Wilsart: Muy bien su majestad, tendremos nuevos reclutas del General Omorden
Rey Nersem: Muy bien, estaremos al pendiente de su avance… pero deben estar cansadas, será mejor que vayan a comer algo, además ya está oscureciendo
Wilsart: Si su majestad, ¡Dirla!, ve corriendo hasta el castillo, te servirá por todo lo que no hiciste – Dirla voltea de no muy buena gana
Dirla: ¿Corriendo? – su padre la ve con actitud seria – está bien…- comienza a correr, Wilsart va a salir detrás de ella cuando el rey la llama
Rey Nersem: Wilsart…por favor sé paciente con ella, aún no se le quita la idea de lo que según ella es una princesa
Wilsart: No se preocupe su majestad, me haré cargo – el rey asiente con la cabeza y Wilsart se aleja siguiendo a Dirla, el rey se queda pensativo mirándolas
Rey Nersem: Sólo espero que aprenda a defenderse sola…Al día siguiente Dirla se despierta temprano, sale de su cuarto apresurada cuando una voz la descubre
Wilsart: Me alegra que hayas madrugado Dirla, tus clases están a punto de comenzar – dice sonriente ante la mirada decepcionada de Dirla. Rato después se encuentra en uno de los salones del castillo
Dirla: Clase de filosofía, ¿a quién le interesa eso? – piensa mientras observa a su maestro, uno de los sabios del reino. Rato después es hora de su segunda clase – Modales, mmmhh puede que no sea tan malo, podré comprar muchos vestidos y ser el centro de atención en los bailes...- ríe para si
- ¿De qué se ríe princesa? – pregunta su profesor
Dirla: De nada señor – contiene la risa. Así continúan sus clases hasta la tarde – Clase de idiomas, modales, arte, historia, eso es lo que hace una princesa: reinar...- camina por el jardín hacia el campo de entrenamiento donde está el ejército, comandado por Wilsart, los observa - ...no pelear, todo lo que aprendo en clases se olvida aquí, es un desperdicio de tiempo.
Wilsart: Hasta que llegas princesa apresúrate quiero verte en primera fila – Dirla camina y se coloca en las filas del ejército
Dirla: Esto no es nada femenino – piensa al iniciar los ejercicios físicos, en eso llega un soldado con un mensaje para Wilsart, después ella se dirige a los demás.
Wilsart: ¡Muy bien soldados!, los principiantes están listos para integrarse a nosotros, así que démosles una fuerte bienvenida! – por supuesto el ejército sabe a lo que se refiere y sonríen. El grupo de novatos comienza a acercarse, ambos grupos están frente a frente. – Bienvenidos novatos, para integrarse al ejército deberán mostrarnos sus habilidades – los ve a todos detenidamente – a ver tú, el grandote – un muchacho de gran tamaño da un paso al frente - ¡Jest, demuéstrales! – de las filas del ejército sale Jest, un joven de cuerpo bien formado aunque de tamaño menor que el novato.
Dirla: ¡Tu puedes Jest! – grita emocionada, Wilsart la mira y Dirla guarda silencio bajando la cabeza
Wilsart: ¡Ahora! – los dos se ven fijamente en posición de pelea, los nuevos soldados empiezan a alborotarse y gritar - ¡Dale Setén, tu eres más grande, golpéalo! – animado por sus compañeros el muchacho decide atacar a Jest, Wilsart sonríe levemente, Jest lo esquiva y a cambio le coloca un buen golpe en el pecho, Seten se molesta y se voltea para darle un puñetazo a Jest, éste lo esquiva nuevamente y lo golpea en la cara, Seten dolido se tira con las manos en el rostro.
Wilsart: Suficiente Jest, muy bien hecho – Jest le estira la mano a Seten
Jest: No estuvo tan mal – Seten lo mira por encima de sus manos
Wilsart: ¡Ambos a su lugares! – los dos regresan a sus posiciones - ¡Si quieren estar en el ejército deben ser fuertes y con esto no me refiero a la fuerza bruta, si no el saber la razón de su pelea y su deseo de defenderlo! Espero que lo entiendan novatos – los nuevos reclutas la miran, Seten permanece con la vista en el suelo.
- ¿Y usted podría darnos una demostración comandante? – dice una voz proveniente del nuevo grupo, todos lo ven, Wilsart permanece de espaldas a él
Wilsart: ¿Quieres que te de una demostración? – el chico se encoge de hombros muy confiado, Wilsart se da la vuelta y lo mira – Acércate muchacho, ¿cómo te llamas? – él avanza hacia ella, todos murmuran
- Riduk, comandante
Wilsart: Muy bien Riduk...veamos que tan bueno crees ser...
- ¿Va a pelear el comandante?
- ¿Con ese novato? ¡Lo hará polvo!
Dirla: ¡Wilsart va a pelear!, esto será interesante – piensa desde las filas, Wilsart y el muchacho están uno frente al otro, Wilsart ataca y con una serie de golpes lo deja fuera de combate, él yace en el suelo con algo de sangre en la nariz y desconcertado
Wilsart: No deberías confiarte sin conocer la fuerza de tu oponente...Riduk – él la mira sumiso - ¡Muy bien, ahora comencemos con el entrenamiento de verdad! – con esto, una vez más Wilsart se gana el respeto de los reclutas, algunos se acercan al muchacho para ayudarlo a levantarse – Lo que dijo el general era cierto – dice un novato
- La comandante Wilsart es muy fuerte – todos asienten, Jest se les acerca junto con otro compañero
- No mencionen “la” comandante o lo lamentaran – los chicos los miran interrogantes
Jest: Para Wilsart el sexo es indistinto en el ejército
Dirla: Wilsart realmente es muy buena – piensa. Más tarde el ejército, junto con los novatos, comienza con el calentamiento, se acerca el momento de la práctica de esgrima.
Wilsart: ¡Tomen sus espadas, enfrentamiento uno a uno! – un soldado del ejército se enfrentará con un novato - ¡Dirla!, tu seguirás practicando conmigo...¡Dirla! – la chica no aparece - ¿dónde se habrá metido esa niña de nuevo?
Jest: Iré a buscarla Wilsart
Wilsart: Esta bien Jest, pero no te retrases – Riduk se acerca a Wilsart
Riduk: No tengo compañero, ¿puedo practicar contigo Wilsart? – ella lo mira de reojo y se da vuelta
Wilsart: ¡Para ustedes soy el comandante Wilsart, novato! – toma su espada y se dispone a pelear - ¡en guardia!
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Vairan
PertualanganLa historia de una princesa que debe aprender que ser responsable de un reino va más allá de fiestas y vestidos