Capitulo 2

57 4 2
                                    

Mis padres estaban dormidos, me desperte muy temprano. La emocion debio despertarme, a esta hora era la unica explicacion. El sol estaba tan dormido como mis padres, y mi despertador no sonaria pronto.

Mi escuela abre sus puertas a las 8, tengo 2 horas para dormir; pero yo no quiero hacerlo. Si lo hago despertare en otro lugar y tendre que esperar para volver.

Abri la puerta principal de mi casa y eso dejo entrar la brisa. Sali con velocidad, antes que el frio perturbara el sueño de mis padres. Tome la escalera escondida entre la arena y subi escalon a escalon.
Desde ahi podia ver a mi amada y mejor amiga. Aun se podia distinguir, a punto de ser ahogada por el sol. Despidiendose de mi; agraeciendo mi visita.
El sol llego justo a tiempo para saludarme con hipocresia, con la sonrisa mas mentirosa y descarada que puede tener. Sabiendo que no es a él a quien quiero ver; El amanecer no es lo suficiente hermoso.

Faltaba una hora para la escuela. Baje a la habitacion de mis padres y los desperte como ellos lo hacian conmigo cuando pequeño; los destape de un jalon y abri las ventanas para que el frio hiciera el trabajo por mí.
 Mi madre era la unica que me interesaba despierta. Asi que la jale de la cama, aporreando su trasero con el piso. Y, aunque fue algo doloroso para ella, eso la desperto.
Espere a que estuviera lista, cosa que no tomo demasiado tiempo. Media hora despues ya me encontraba en el auto a mitad de camino. Con mi madre provocando accidentes de autos y cantando rock con el corazon; Yo, por mientras, pedia disculpas a los demas conductores por los problemas que mi madre ocasionaba en el trayecto.
Una vez llegamos a la escuela se despidio de mi y se fue, armando el mismo escandalo antes de irse. Pero esta vez sin un copiloto que se disculpara por todo.

Tenía clases de Quimica y llegaba tarde para el examen; Para el cual no estudie.
Entre a la clase para descubrir que el maestro no habia llegado. Mas bien, nadie habia llegado; el salon se encontraba vacío.
Baje las escaleras y toque a la puerta de la unica habitacion donde podrian estar. El maestro se asomo y demostro decepcion y lastima sobre de mi. -Llega tarde, no puede pasar.-
Empuje un poco la puerta y vi a mis compañeros teniendo el examen, al cual aun le estaban poniendo nombre y fecha. -Solo han pasado 5 minutos.- Dije, pensando que habia perdido la nocion del poco tiempo que habia transcurrido desde que inicio el examen.
-Llego tarde.- Repitió firme. -No lo puedo dejar entrar.-
Di retorcijones en mi estomago al escucharlo. Ya estaba asesinándolo en mi cabeza, pero me contuve. Sonreí y me retire.
En el piso de abajo toque una puerta mas, pero esta vez con la espera de hacer justicia sobre el maestro más que por presentar mi examen.
Abri la puerta y el Director me recibió invitándome a pasar. Tome asiento y pronuncio -¿Qué ha pasado esta vez?-
-Es Rivero otra vez.- Empece. Y le conte el como habia ido al laboratorio y el me habia negado el paso por llegar 5 minutos tarde. Eso, aumentándole los otros incidentes ocurridos en esta semana.
Y me repitió aquello que todos ya hemos escuchado -No puedo despedir a mi propio hijo.- 《Mi esposa me mataría, la tensión seria abominable en mi casa y mi hijo no me perdonaría》termine la frase en mi cabeza.
El Director no podia hacerme entrar al examen, pero podia ponerme un 8 en el aunque yo no lo hubiera presentado. Accedí.
Esto era buenas noticias, tenía una hora libre y un 8 en un examen que probablemente hubiera reprobado.
Era Martes así que no tenia más que 2 módulos de Quimica y uno de Ética; El maestro de Ética aviso que no llegaría y Quimica solo aplicaría examen. Asi que, el resto del día en la escuela fue algo irrelevante; Quitando los gritos de mi madre al llevarme a mi entrenamiento de futbol.

Tuvimos un partido contra el equipo que entrena en el mismo parque que nosotros. La rivalidad era inevitable al entrenar tan cerca. Pero ganamos. 3-0
Por mi culpa recibimos una falta, pero valió la pena. Nadie estuvo en desacuerdo con ello. Si no lo hubiera hecho, no hubiéramos anotado.
Hablar del partido es algo tan emocionante. Al menos lo es para mí, pues puedo recordar el rostro de indiferencia de mi padre al decir -Felicidades hijo.- Sumado con la manera en la que mi mama no aprueba el futbol.
Aun así, ellos lo pagan.

Ese día quería dormir, pero no pude. Pues una interrupción llego a mi cuarto.
Dayana fue a visitarme esa noche, cuando mis padres dormían. Ella es 2 años menor y vive a un lado.
Me platico sobre su partido de Tenis y la manera en la que habia hecho pedazos a su contrincante. Y yo le hable de mi partido de futbol.
Dayana va a visitarme casi todos los días cuando mis padres no lo notan. Ellos no la aprueban por ser hija de un pescador.
Es estúpido verlo así ya que, con el trabajo que tienen, su casa es mejor que la nuestra. Su madre hace peceras hermosas y su padre le lleva todo tipo de seres marinos. Asi que su casa es más un acuario.
Ella me enseño ese día su collar de concha de mar. Dijo que su padre la habia sacado de la costa y se habia quedado con la perla. Siento que hacer eso es muy cruel, pero la concha era hermosa.
Entonces ella tomo algo de mi cuello y sentí como jalo de mi para verlo más de cerca. Sentí el frio de la cadena en mi nuca y pensé que debía estar imaginándolo, pero la Luna que ella tenía entre sus manos era completamente real.
Mantuve la calma lo mas que pude y afirme. -Está hermoso.- Pronuncio.
E intente recordar desde cuando lo traía puesto. No estaba en mi entrenamiento, lo hubiera visto al ducharme. El director no dijo nada de ello y yo no recuerdo haber despertado con él.

No pude dormir pensando en esa interrupción nocturna, provocada por mi collar. Dormí pensando en ello y, si pudiera, hubiera soñado con ello.

Las Dimensiones de CalebDonde viven las historias. Descúbrelo ahora