Día 2; El baile.

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Bien, estaba nervioso

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Bien, estaba nervioso. No, no estaba nervioso, estaba muriendo de miedo.
Hoy era el día por el que tanto le había rogado al Señor Stark, su novio, el día en el que iban a sacar a la luz la relación que llevaban desde hace casi un año y seis meses; después de cumplir la mayoría de edad le rogó al mayor poder revelar aquello, pues a pesar de que lo amaba y confiaba plenamente en él, no podía evitar los tontos celos que sentía cuando el hombre iba a fiestas de la empresaria, alguna fundación o cualquier cosa y todos se le lanzaran como si fuera un trozo de carne, aquel hombre de rizadas y tupidas pestañas era suyo, suyo y de nadie más.
Fue cuando terminó su fiesta de cumpleaños número dieciocho que lo interceptó y le dijo por milésima vez aquello, pero por primera vez el mayor no se negó, más tampoco le dijo cuando lo harían, no hasta un mes más tarde, cuando le dijo que sería su invitado especial a la fiesta anual de navidad de Stark Industries y que sería ahí cuando anunciaran su relación a los medios y por ende a medio mundo. Aquello lo hizo inmensamente feliz, no solo porque quería que supieran los demás, si no porque la seguridad con la que Tony le había dicho que estaba listo para decirle al mundo que ambos se amaban, a pesar de que sabía que el hombre tenía miedos, no al qué dirán sobre el que ya estaba acostumbrado a la "mierda", si no a qué le dirían a él mismo, porque era un joven saliendo con un hombre que le doblaba la edad y un poco más.

Sin embargo ahora mismo el que estaba aterrado era el, acaba de entrar en cuenta ahí, en la entrada del gran hotel donde ya estaba llevándose acabo la fiesta, que estaba por ser presentado como el novio de Anthony Stark y peor aún, que era una fiesta, una fiesta donde la gente baila, donde estaba seguro que Tony le pediría bailar porque le dijo que darían el anuncio después del baile. El no sabía bailar. Él era un pésimo bailarín, él seguramente haría algo totalmente tonto en la pista de baile.
Tenía dos opciones; 1. Escapar de ahí antes de que alguien más lo viera, pues aún nadie sabía quién era.
2. Dejar de ser un tonto cobarde y entrar para poder buscar a su novio.
Sabía que tenía que elegir la segunda opción, pero moría de miedo.

"De; señor novio stark. "
¿Está todo bien, niño? Estoy esperando por ti.

Bien, Tony lo estaba esperando, aquello lo hacía tener más miedo aún, pero también sentirse un poco mal, pues él estaba ahí dentro esperándolo seguramente muriendo de miedo también, estaba siendo egoísta.
Una respiración lo ayudó a tomar la decisión, mientras una pequeña sonrisa aparecía en sus labios, Tony lo esperaba, estaba ahí esperando por el, arriesgándose a que millo es de personas lo odiasen por estar con un chiquillo y él tenía miedo de un tonto baile.
Sus manos empujaron las puertas del gran salón, la música clásica podía escucharse de fondo, por debajo de todo el murmullo de la gente, nadie giró a mirarlo, cosa que agradeció, pues fue así más fácil caminar entre la multitud en busca de su pareja, más le era difícil por tanta gente.
Cuando un mesero pasó por su lado, tomó una copa de Champán y dio un pequeño sorbo para no verse como un tonto parado entre toda aquella multitud.

— El niño cumple dieciocho años y va por ahí bebiendo como loco.

Aquella voz lo hizo sonreír, a pesar de todo el ruido a su rededor reconocería esa voz gruesa en todas partes o en cualquier situación, aún con una pequeña sonrisa dibujada y las mejillas un poco rojas se giró para mirar al mayor, mordiendo su labio inferior al verlo, lucia guapísimo, como siempre; con su traje de tres piezas color gris y camiseta vino tinto, claro con sus siempre inseparables gafas, las cuales lo hacían lucir solo más atractivo.

— Es la primera copa y solo un sorbo, señor Stark, sabe cómo me pongo cuando bebo.

Aquello lo soltó de forma un tanto coqueta, pues había bebido antes, con permiso de su tía y en compañía del señor Stark y siempre se volvía un coqueto y descarado, perdía el miedo/vergüenza a decirle "piropos" o lazarse sobre su novio, también a pedirle sin ningún tipo de pelos en la lengua que lo follase, así es. Descarado gracias al alcohol.

— Eres un pequeño pervertido, creí que no vendrías.

— Uhm, llevo aquí un tiempo, solo tenía un poco de miedo a entrar.

— Si ayuda en algo, también estoy nervioso, cariño.

La última palabra la dijo un poco baja, sin embargo no pudo evitar sonreír al escucharla, dejándose guiar por el mayor cuando este posó su mano sobre su hombro, empujándolo suavemente hacia adelante para que caminara, su respiración se atoró al notar que lo guiaba a la pista de baile.

— Llegaste justo a tiempo, niño. El baile comienza a las 10:00 y no quiero estar aquí más tiempo del necesario después de lo que diremos, no quiero responder preguntas ni que te llenen de ellas.

No le quedó otra opción más que asentir, tomó una respiración y parpadeó un par de veces, ni siquiera estaba poniendo total atención, sus brazos rodearon de manera automática al mayor cuando este abrazó su cintura, estaba temblando, todos los estaban mirando.

— Luces hermoso, Pet.

El susurro contra su oído lo hizo volver en si, sus mejillas se calentaron violentamente. Agradecía que el mayor no mencionara nada sobre lo nervioso que estaba, si no que lo halagaba y trataba de distraerlo.

— Usted es quien luce muy guapo, como siempre.

La música era suave, al igual que los movimientos de ambos, no sabía ni cómo, pero estaba bailando al menos de manera "decente".

— Soy pésimo bailando, Tony. Tengo miedo de darte un pisotón.

La risa del mayor vibro en su oído, lo cual lo hizo sonríe levemente, el pelinegro se superó apenas un poco de él, para que ambos pudieran así mirarse; todas aquellas personas que los miraba ahora mismo, con expresiones de shock, desconcierto, celos o rabia, desaparecieron cuando su novio le sonrió.

— Lo estás haciendo perfecto, Pet. Solo ignóralos a todos, solo somos tú y yo.

Sonrió suavemente al escucharlo, Tony tomó una de sus manos con delicadeza, haciéndolo girar y soltar un tímida risa. No sabía bailar pero en ese momento podía sentirse como un experto. Cuando volvió a pegarlo a su pecho, sentía sus pasos más ligeros, sus movimientos más sueltos y ya no sentía el mismo miedo. Estaba bailando con su novio, en un lugar con un montón de gentes y él no estaba avergonzado de lo tonto que era, si no que lo halagaba.

Pocos minutos después se encontraban paseándose por la pista de baile, Tony lo guiaba, lo ayudaba, lo hacia girar y dar leves movimientos que jamás hubiera pensado que podría hacer. Se sentía feliz y el hombre más afortunado.
Cuando la canción termino, el mayor con una de sus manos sobre su cadera y la otra sosteniendo una de las propias, lo inclino hacia atrás en un suave movimiento antes de regresarlo hasta su pecho, pegando sus labios en un beso que sin duda no se negó a corresponder.

Si, quizá no sería tan necesario un anuncio.

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⏰ Última actualización: Dec 16, 2019 ⏰

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 beautiful christmas 🎄 ||tonyxpeter|| #StarkerChristmas2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora